Instinto

Capítulo 32

HARRY:

No era la primera vez que me encontraba en un tan mal estado caminando con dos omegas en cada brazo después de haber estado de fiesta y rumbo a mi piso, al igual, que tampoco sería la última.

Podía oler la preocupación en ambos, pero uno más que en el otro y eso me llenaba el pecho porque era una de las pocas veces en las que alguien se preocupaba de verdad por mí, podía olerlo y mi olfato no fallaba por muy drogado o alcoholizado que estuviese.

Traté de ayudarles dando pasos, lentos, pero al fin y al cabo pasos, pero me era imposible dar más de tres porque mis piernas se comenzaban a liar entre sí como si fuese un pequeño ciervo aprendiendo a caminar. Siempre que ocurría estallaba en risas, bajo mi vista era divertido ver como cada pierna se movía por su propia cuenta, sin embargo, viéndome desde fuera parecería que era absolutamente imbécil. No culparía a nadie si pensaba eso de mí.

Me ayudaron con una enorme paciencia a subir las escaleras una vez ingresamos en mi casa.

Supe que habíamos llegado a mi habitación cuando reconocí el ruido que mi puerta hacía al abrirse.

Me dejaron con cuidado en la cama y me saqué los zapatos con ayuda de los tobillos, no sé durante cuánto tiempo estuve realizando la acción, pero lo que si supe es que conseguí quitármelos por mi propia cuenta y eso era lo importante.

"Será mejor que me vaya" escuché la voz del rubio.

Con los ojos cerrados y medio rostro apoyado en la mullida almohada veía la escena, un Niall cerca de la puerta observando a un Louis con brazos en jarra a modo de indignación. Él tampoco quería estar aquí conmigo, no le culpaba. Nadie quiere hacerse cargo de un drogado y borracho alfa que solo sabe molestar.

"¿Qué? ¿no piensas ayudarme?" se quejó el omega.

Ambos parecían olvidar mi presencia a pocos metros de ellos.

"¡Yo te ayudo!" sugerí alzando el brazo como si nos encontrásemos en una clase y el profesor acabase de preguntar quién quería ir a por tizas a conserjería.

"Harry, obviamente tú vas a ayudar pero necesito a Niall" respondió sin mirarme. Me molesto.

Rodé los ojos y me incorporé en la cama, oh no. Mala idea, muy mala idea.

Giré el rostro hacia fuera de la cama y vomité en el suelo.

"¡Qué asco!" se quejó Niall tapándose la nariz con los dedos.

Mientras Louis caminó hacia mí y me sujetó el cabello para no mancharlo mientras me acariciaba la espalda animándome a expulsar todo lo que debía.

Cuando acabé de soltar todo lo que mi cuerpo tenía en su interior, Niall me tendió una botella y no dudé en darle un gran trago casi acabándomela.

"Voy a por algo para... limpiar esto" se excusó desapareciendo de la habitación el rubio omega.

"Perdón" me disculpé con los ojos acuosos, en gran parte por el esfuerzo de las arcadas y también, aunque nunca lo admitiese en voz alta, por la vergüenza que eso me ocasionaba al hacerlo delante del omega. Agaché la mirada para que no me viese, no quería que sintiese más lástima de la que ya sentía.

"¿Mejor?" me pregunta en un susurro.

Asentí lentamente.

Minutos después Niall apareció con una fregona y demasiado asqueado evitando producir arcadas, limpió el desastre que causé.

Las ventanas de mi habitación fueron abiertas para que aquel desagradable olor desapareciese.

Tiempo después, Niall se había ido del piso despidiéndose y dejando a un molesto Louis a mi cargo.