⁀➷O3: El Cristal Negro.

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YoonGi gimió del dolor al sentir como su cuerpo golpeó contra algo sólido provocando un ruido en seco, no pudo abrir los ojos por lo mismo, su cabeza dio vueltas un par de segundos, podía escuchar a la lejanía sonidos parecidos a quejidos, el rubio, con un movimiento lento y tortuoso se sentó, abrió de a poco sus ojos al mismo tiempo, una fuerte luz de algo brillando insesante lo hizo cerrar de nuevo.- ¡YoonGi, TaeHyung! -escucho gritar a NamJoon- ¡Chicos, háblenme maldición!.

-Estoy... estoy bien NamJoon, o eso creo. -hablo lo más alto que pudo.

-¡Mi brazo sangra!. -escucho que grito TaeHyung, alarmado se obligó a salir del trance provocado por el fuerte golpe, abrió de nuevo los ojos, cegandose un poco pero logrando estabilizar su vista, abrió la boca de la impresión y susto.- ¡Me muero! -grito el pelinegro, YoonGi volteó a su derecha encontrando a unos tres metros a TaeHyung tirado en el suelo abrazándose el brazo, el rubio casi roda los ojos al ver como el menor lloriqueaba porque tenía un rasguño algo grande pero no letal en su brazo.

-Eres un exagerado Kim TaeHyung. -hablo NamJoon, el castaño cojeaba un poco pero nada peligroso. El miro a sus dos amigos, YoonGi estaba sentado aún un poco aturdido, TaeHyung estaba bien, a excepción del pequeño golpe en su brazo.- Cuando salgamos de aquí, juro que nunca más volveré a hacerles caso en mi vida. -reprocho.

-¡Ahhh! -lloriqueo el menor.

-Tae, cállate joder, la cabeza me da vueltas y no ayuda mucho este jodido brillo de las paredes. -reclamo YoonGi, el menor callo aún adolorido, NamJoon permaneció de pie mirando hacia arriba, podía ver la salida, quizá habían caído unos quince o veinte metros hacia lo profundo, la caída no fue mortal gracias a que el hoyo que se formó parecía tener la forma de un tobogán acuático o algo así.

-Joder. -fue lo único que pudo decir sintiendo un escalofrío terrible.

-Todo esto es culpa del feto ahí tirado. -culpo el rubio señalando acusadoramente al menor de los tres, quien por causas extrañas de la vida se había quedado callado, mirando a un punto fijo de la pared he ignorando el comentario de YoonGi. El rubio bufo, incluso maldijo en bajo, aun así prefirió observar a su alrededor, habían caído en una especie de pozo gigante sin salida, el cual estaba lleno de ese mismo cristal a diferencia de algo.

El cristal era de solo dos colores.

Blanco y negro.

Pero la mitad de enfrente estaba toda llena de un cristal brillante color blanco, este parecía estar formando un símbolo de un ave extraña que jamás había visto, los cristales de los lados tomaban la forma de una celda con barrotes afilados, pero al fondo no se podía ver nada, solo el cristal blanco.

YoonGi miro detrás de él, dándose cuenta que el cristal era de un negro brillante, pero aquel negro oscuro, como la noche misma. Ese lado también tenía una especie de símbolos hecho de cristal, era también un ave, diferente a la otra, esa ave parecía más... tétrica a su vista. Y como imagino, también a los lados los cristales formaban barrotes afilados he igual, no se podía ver nada.

Ese lugar no le gustaba, le daba una sensación que no podía describir del todo, era abrumador.

-Escucho a alguien llorar. -el rubio y el castaño llevaron su atención al menor, TaeHyung estaba sentado con las piernas cruzadas, tenía la mirada sería y el ceño fruncido, miraba hacia donde estaba el cristal negro y después al cristal blanco.
NamJoon y YoonGi se miraron entre sí, era rara la vez en la que TaeHyung se comportaba así de serio y hablaba de cosas que no comprendían.- No, no llora... gritan, gritan y gritan sin parar.

-¿Ah?. -pregunto YoonGi, el pelinegro pareció entrar en un trance extraño, incluso se paro de golpe caminando hacia el cristal negro.

-Grita, grita, grita, grita y grita sin parar. -dijo viendo el símbolo en el cristal- odia, odia, odia, odia y odia. El rencor por aquello lo tiene en una agonía tortuosa.

Los Dioses del Cristal. © |YoonMin, TaeKook, NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora