Los Dioses del Cristal. © |YoonMin, TaeKook, NamJin|

⁀➷12: Ira Contenida.

JungKook se acurrucó lo mejor que pudo, cerca de él podía sentir la presencia de alguien, pero ese alguien no le incomodaba, le agradaba mucho tener esa calidez cerca. Tanto que sonrió felizmente aún entre sueños. Hace mucho que no se sentía así de cálido, no desde hace bastante tiempo, aún cuando era un niño y para no tener pesadillas abrazaba lo más fuerte que podía a JiMin... JiMin, claro, el siempre lo protegía, desde defenderlo de los golpes, hasta cuidarlo de sus pesadillas.

JungKook frunció el ceño, sus recuerdos lo estaban poniendo de mal humor, hace mucho que no recordaba esas cosas, ¿Por qué justamente ahora?.
El cristal negro empezó a respirar entrecortado, en sus recuerdos pudo ver la vez en la que JiMin había sido golpeado hasta casi morir por su culpa.

"¡Dejenlo, paren por favor!, No lo lastimen" -sollozo, de rodillas suplico que se detuvieran, su amigo yacía inconciente a los pies de esos viles hombres, JungKook solo pudo arrancar el pasto bajo sus manos-. "¡El no lo hizo, fui yo, yo fui quién robo esos panes! Dejen a mi hermano, por favor, ya no lo lastimen!" -los sujetos se rieron entre sí, incluso uno se atrevió a patear al pequeño niño.

"Calla, malditos huérfanos, solo sirven para pedir limosna, ratas asquerosas" -le escupió al cuerpo inconsciente-. "Si los vuelvo a ver cerca del pueblo la paliza será peor. Ustedes los seres sin hogar tienen prohibido entrar a la ciudad... Los hijos de las prostitutas solo crecen para ser lo mismo que sus madres y padres" -JunKook bajo la mirada, un sentimiento fuerte crecía en su interior, bajo sus pestañas sus ojos no perdieron de vista en ningún momento el rostro de aquellos que los habían lastimado, guardo en su memoria cara rostro. Solo las lágrimas saladas resbalaban su rostro ese día, incluso el cielo parecía llorar por la lluvia fuerte que caía. Escucho a JiMin toser y retorcerse del dolor, instintivamente corrió al rescate de su hermano mayor, JungKook hizo un puchero doloroso al mirar el hermoso rostro de su hermano, manchado de sangre y moretones-. "Perdoname, por mi culpa te han lastimado". -JiMin negó, aún en el suelo, se las arregló para llevar una de sus manos al rostro del pequeño niño de cabellos rubios.

"No llores, a mamá no le gustaría verte llorar".

"¡JiMin, Por mi culpa te han golpeado!" -JungKook miro como JiMin sonreía aún cuando sabía que le dolía. Miro como poco a poco el niño se limpio el rostro manchando sus ropas viejas de sangre, pudo ver un indicio de una lágrima queriendo escapar de los ojos del niño de cabellos castaños. JungKook elevó una de sus manos pequeñas, estaba sucia de tierra y lastimada por los golpes, aún así ayudó a que su mejor amigo y hermano se limpiará la sangre. Toco uno de los golpes, JiMin se quejó en bajo, pero al percatarse de que JungKook quería volver a llorar al mirarlo tan lastimado, JiMin sonrió nervioso, apunto sus heridas y las toco como si nada.

"Ya no duele" -JungKook no le creyó, jamás le creyó, sabía que era una mentira. Y siempre fue así, siempre.
JiMin siempre decía que no le dolía, cada golpe, cada sufrimiento. A JiMin nunca le dolían, o eso es lo que el decía. Sintió como unas pequeñas manos acariciaban sus cabellos rubios, JungKook miro a JiMin-. "Yo debo protegerte. Es el deber del hermano mayor proteger al menor. Nunca lo olvides JungKook".

Los ojos verdosos de JungKook brillaron de admiración y cariño, sus labios volvieron a hacer un puchero, está vez de alegría. Limpio sus lágrimas y después le mostró su mejor sonrisa a su hermano mayor-. "¡Te lo prometo hermano!" -grito entusiasmado.

"¿Eh, que prometes?".

"¡Voy a hacerme muy fuerte, ya lo verás, te lo prometo. Yo Jeon JungKook, encontraré el poder del cristal, yo encontraré el poder del que mamá nos hablaba y seré el ser más poderoso del mundo. Yo voy a protegerte JiMin".