-¿No crees que es extraño?. -pregunto TaeHyung con la vista perdida en su plato de comida.
Por otro lado, NamJoon, quien revisaba más de algo en su teléfono, apartó la vista solo para poner más atención al menor.
-¿Qué cosa es extraño, aparte de lo que nos ha ocurrido?. -su pregunta causo un poco de gracia en el momento, aunque TaeHyung volvió a tener la mirada sería.
-Todo esto, la montaña, la cueva, la tumba, todo. Incluso nosotros. -menciono abatido, el castaño a su lado reflexionó a cerca de lo escuchado, claramente era extraño, aunque esa no era la palabra correcta.
-No es extraño. -hablo por primera vez el rubio sentado en la sala.- Mejor dicho, es misterioso, todo lo que sucedió tiene un por qué, pero nosotros aún no sabemos el motivo de ese por qué. -el menor permaneció con la mirada confusa hacia el rubio que tenía puesto una bolsa de hielo en los ojos, le ardían y dolían por el llanto que parecía no querer parar.
-Lo que YoonGi intenta decirte, es como si todo lo que ocurrió, ya estuviera planeando, o para que lo entiendas, como si el destino lo haya decidido.
-Oh, comprendo. -musito bajito.- Aún así, se siente raro, en fin, han pasado ya quince días y no ha ocurrido nada desde aquella vez, espero así se mentenga. -dijo sincero, la verdad era que le daba miedo tan solo pensar en lo que ocurrió.
-No lo sé TaeHyung. -comento NamJoon desde su asiento, mordió sus labios mirando la esquina de su casa, el retrato familiar.- Ese tipo dijo claramente que haría algo, y que no quería que nosotros o mejor dicho mi familia se metiera. Eso solo aclaro mis dudas, realmente si existía algo peligroso en la montaña.
-No era solo un cuento para niños que nos contaban nuestros abuelos para hacernos dormir. -se burló YoonGi cruelmente- Es una mierda, eso es todo lo que diré al respecto.
-No hables así, ¿Y si eso o él te escuchan?. -regaño con temor en su voz el más pequeño de los tres, incluso NamJoon lo pensó, ¿Qué tal si ese sujeto que se había hecho llamar JungKook los espiaba?.
Sin embargo YoonGi chasqueo la boca en completa molestia.
-Pues le diría que se joda -contesto de nuevo tajante-, y le diría que se vaya a la mierda después. -NamJoon rodó los ojos, TaeHyung casi que se encogió en su lugar. Ambos sorprendidos por la actitud grosera que YoonGi estaba demostrando últimamente.
Aunque no lo sabían, pero en gran parte, el rubio se sentía muy extraño, demasiado ansioso, incluso asustado y triste. Pero, lo que YoonGi no les contó a sus dos amigos fue, que cuando el oyó la voz del Dios del cristal negro o como se llamará, (ya que YoonGi no quiso verlo, no pudo hacerlo y una parte inconciente de él, repudio mirarlo), al rubio le había entrado un sentimiento muy malo en su ser, algo que él jamás había sentido por alguien o algo, pero al tan solo recordar a JungKook el sujeto de esa tumba, una gran cantidad de odio, repulsión he irá lo consumía, recordar su voz burlóna lo enojaba, recordar su aspecto o lo poco que logro ver lo hacía odiarlo sin sentido alguno, y sobre todo... Recordar que amenazó con acabar con algo, un algo que YoonGi desconocía pero que lo hacía sentir ira hacia JungKook.
Y no sabía la razón, pero tampoco estaba interesado en buscar la razón de ese sentir.
-Bueno, si ese sujeto te escucho, date por muerto, amigo mío. -las risas resonaron el la sala, la broma de mal gusto de NamJoon hizo que la tensión de días se disipará.
Hasta que, dos toques a la puerta los alertaron.
TaeHyung chillo asustado corriendo a esconderse a donde estaba YoonGi, por su lado, el rubio gruño solamente sin moverse. El castaño de nombre NamJoon se estremeció.- ¡Ven! ¡Ya lo invocaron! -grito asustado el menor.
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Los Dioses del Cristal. © |YoonMin, TaeKook, NamJin|
Fanfiction❝Una muerte, un castigo eterno, dos tumbas malditas, dos entes peligrosos, dos poderes destructivos, tres exploradores curiosos, una advertencia ignorada, dos tumbas abiertas, dos seres peligrosos liberados de un castigo eterno, una venganza, una gu...