Una Herencia Que Nos Aleja (Metal Family)

Introducción

-Espero que con esto su silencio este pagado-dijo una señora alta con cabello rubio y vestida elegante, mientras, ella les daba una gran cantidad de billetes a unos doctores y unas enfermeras.

-Enfermera Rosie de le a la bebé a la señorita Lydia mientras yo le doy la noticia a los padres-dijo uno de los doctores con una sonrisa mientras se quitaba los guantes y el cubrebocas.

-Si doctor-dijo la enfermera mientras le daba a la bebé de cabello rubio a Lydia.

-Gracias y espero que no digan nada de esto-dijo seria Lydia mientras se cubría y ocultaba a la bebé.

-Ya vera que eso no pasará-dijo el doctor mientras se iba con la enfermera.

Mientras que en la habitación una mujer de cabellera oscura estaba despertando después de haber tenido  a su primer bebé aunque tuvo que ser por cesaría debido a que había un cierto problema en el embarazó.

-Victoria ¿Quieres algo o así estás bien?-pregunto un hombre de cabellera alocada de color rubio cariñoso mientras estaba a lado de su esposa.

-Glam solamente ya necesitó tener a mi bebé en brazos-dijo Victoria con una sonrisa cuando en eso llego el doctor con la enfermera.

-Señora Victoria y señor Glam tenemos lamentables notícias-dijo el doctor mientras miraba a la pareja-hubo más problemas de lo que pensábamos durante el parto y pues-el doctor no podía acabar de hablar.

-¿Quiere decir que mi hija está.... Muerta?-decía Glam sorprendido, fue un terrible golpe para él incluso más fuerte de lo que llegó a pasar cuando su padre lo golpeaba.

-Si lamento mucho-dijo el doctor en ese momento Victoria comenzó a llorar así que Glam la abrazó.

-¿¡Cómo puede ser posible si seguí al par de la letra las instrucciones que me dijeron durante mi embarazo!?-gritaba victoria mientras lloraba, ella ya se había imaginado cargando a su pequeña y a escuchar sus risas.

Victoria no podía parar de llorar, todas esas ilusiones rotas todos esos sueños a futuro rotos la familia perfecta era una fantasía destrozada.
Las tardes arruyando a la niña en el sol, su infancia llena de abrazos y dulces, una adolescencia llena de música y una que otra lección de motocicleta, una vida adulta con su propia familia visitando a sus padres todo eso se había ido a la basura.
Y glam... simplemente gritaba y lloraba para si mismo no podía desmoronarse aunque era algo tarde para eso tenía que ser fuerte para Victoria, tenía bastante que soportar con su pasado pero un golpe como este lo superaba y por mucho, el querer dar gusto a su padre para obtener una misera pisca de amor en vano se sentía demasiado destrozado, de alguna manera culpable por no poder hacer nada

Y la verdad la culpa no era de los dos sino de un alma tan despiadada e hipócrita que solo buscada más de lo que ya tenía. Lydia llegaba a un lugar muy alejado de la ciudad mejor dicho dónde parecía que solamente había un desierto, ahí la estaba esperando un hombre  pelirrojo y con vestimenta de doctor.

-Aquí está la bebé, quiero que esté alejada de este país y no quiero saber nada más de ella-dijo Lydia mientras le daba la bebé al hombre.

-Ya vera que no sabrá nada de ella así que fue un gusto hacer negocio con usted-dijo aquel hombre con una sonrisa malévola cuando en eso se fue-tengo grandes planes para ti niña-.