Capítulo 36

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-¡Esa es mi chica!- exclama él y se inclina hacia atrás- estos días veremos cómo va la cosa, y tengo que tomar una decisión sobre... algo- sonríe-.

Vale, supongo. Me da igual. Lo miro en silencio, esperando que me de instrucciones. Qué pasa ahora.

-¿Y Daryl?- me mira en silencio y niega con la cabeza mientras sonríe-.

-No, no, Gabrielle. Ya no tienes que preocuparte por él, ni preguntarte por él. Ya no es tu problema- mi corazón se acelera, no puedo dejar que le hagan nada- pero si te tranquiliza, no lo vamos a matar. Puede ser bueno para mí.

Suspiro aliviada y me da una palmada en el hombro.

-Pero ¡Ey! No voy a permitir que os veáis por un tiempo, debéis sobrellevar esto. Si os veis... va a ser una mierda más difícil de tragar- se ríe-.

Joder.

-Llevadla a su habitación- le dice a unos hombres- dadle luego las instrucciones.

Negan se aleja silbando, y suspiro. Entonces, por primera vez, me planteo la mierda en la que estoy metida. Y la mierda en la que, de repente, se ha convertido la que será mi vida. Dios mío... después de todo, a lo mejor todo ha sido para esto. A lo mejor ya disfruté lo que me tocaba y ahora toca... esto.

Miro la puerta de Daryl y extiendo la mano para intentar abrirla, pero me detienen.

-Yo no lo haría- me mira- además, está cerrada, evidentemente- ahora que lo pienso, es evidente, sí. No me tocan, pero me guían a mis lados y tengo que clavarme las uñas en las palmas de las manos para no darme la vuelta e ir a por él. Maldita sea-.

Los pasillos son grises, y nos cruzamos con algunas personas que caminan tranquilas. Todos son hombres de Negan, estoy metida en la madriguera. Los hombres me abren una puerta y veo un cuarto bastante agradable, con un pequeño sillón, un equipo de música, echaba tanto de menos la música... también una mesita de madera, una ducha en el baño y la mini cocina, parece una casa de muñecas. La cama es de matrimonio y huele a limpio. Sobre la cama hay ropa limpia, pero cuando me fijo, es ropa bastante femenina. Ropa que hoy en día, en este mundo, nadie usaría. Recuerdo que Negan dijo que fuera las mujeres vestían como camioneros. Quiere que me cambie... no soy una muñeca... pero por ahora, más me vale obedecer. Además, tendrá una explicación para esto.

Es un vestido oscuro de asillas, ajustado y con algo de vuelo al llegar a la cintura. Es de cuello abierto, pero no llega a tener escote, menos mal, por Dios. En el suelo hay unas sandalias negras, unas bailarinas. Preferiría botas, sinceramente. Le tengo apego a mis militares negras. Entro a la ducha y me baño, estaba llena de tierra, polvo y... sangre. Sé de quién es en parte, pero no lo pienses por favor, Gabrielle. Lavo mi pelo, esta vez el champú que hay es de lavanda. Cuando salgo envuelta en la toalla, miro la ropa. Joder... Allá vamos. ¿En serio estoy haciendo esto? ¿Voy a vivir con esta gente? Gabrielle, todo es por Glenn... y ya tomaste una decisión. El vestido me queda bien, ajustado, y acaba en el medio muslo. Las sandalias negras, están bien, supongo. Parezco una muñequita, en un cuento donde todos viven felices y comen perdices. ¿Y ahora? No sé qué hacer, no puedo estar aquí, haciendo nada. Pero no puedo hacer nada. Y si estoy así, empiezo a pensar y me deprimo. Debo mantenerme firme. Pongo un CD de música, la cantante me gustaba, supongo que está muerta, como casi todo el mundo. Me miro al espejo mientras suena una canción animada y empiezan a humedecerse mis ojos. Joder ¿Por qué me toca esto a mí? ¿Qué hago? ¿Cómo estará Glenn? Quiero estar con él, pero estoy aquí, haciendo nada. Para salvarlo. 

Sempiterno: Después de Negan (Glenn Rhee- The Walking Dead)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora