Caminamos de vuelta, victoriosos y satisfechos con lo que hemos conseguido. La gente del Basurero son muchos y saben pelear muy bien. Me ajusto bien la gorra, pero entonces me acuerdo de algo. Miro a Rosita, quien tiene la mirada clavada en el suelo, pensativa.
-Ey- llamo su atención- mira, tengo algo para ti- comienzo a rebuscar de nuevo en mi mochila-.
-¿Para mí?
-Sí...- musito mientras revuelvo las cosas- lo encontré en el almacén y... me acordé... ajá. Aquí está- saco de la mochila unos guantes de cuero sin dedos mientras ella observa sorprendida- son... los de Abraham.
-¿En serio...?- pregunta. Su mirada se ensombrece- yo... mira- me muestra las manos, que ya tienen otros iguales- ya tengo puestos otros suyos, los que le cogí una vez contigo ¿Recuerdas? En el pueblo abandonado.
-Ah... sí, son esos. Se parecen.
-Abe tenía un gusto muy característico. Siempre iba a por lo mismo- sonríe levemente-.
-¿Y...- miro los guantes en mis manos, así que me interrumpe-.
-Quédatelos tú- me dice- sé que lo querías mucho. Hasta Negan lo notó... aquella noche.
-¿En serio?- pregunto dudosa-.
-Sí, así las dos los tendremos- le muestro las manos para que me ajuste los guantes de cuero. Luego me muestra sus palmas, iguales, y las chocamos-.
-Hispanas unidas- bromeo-.
Llegamos a casa y el grupo de armas ya está descansando. Han llegado con un camión, pero dentro simplemente habían tres o cuatro cajas de armas. Algo es algo. Qué rabia que Negan nos las quitase todas en su momento.
Glenn y yo entramos por fín en la casa y nos quitamos los zapatos. Yo los dejo repartidos por el suelo, como siempre, desordenada. Me quito la ropa, luego me pongo el pijama. Estoy agotada, así que me tumbo en la cama. Glenn parece demorarse más de un lado para otro y, sin darme cuenta, quedo dormida. No sé cuánto llevaré cuando Glenn se tumba conmigo, rodeándome con sus brazos, pero me despierto al notar su cuerpo contra el mío, como siempre, acurrucados. Trago saliva y me presiono contra él. Luego cojo una de sus manos, la cual acaricio con la mía. Lo miro a los cálidos ojos, que están bastante despiertos y sin sueño aún. Sus profundos ojazos tienen las pupilas dilatadas.
-Los guantes que vi sobre la mesa- me susurra- son...
-Los de Abe- completo su frase. No hallo respuesta- Rosita me dejó quedármelos.
-Y pensar que si no hubiera sido por ti, mi gorra también sería un recuerdo- me ofrece una media sonrisa y le acaricio la mejilla-.
-No pienses en lo que pudo haber pasado- susurro-.
-Si viene la guerra... te protegeré- me dice- estoy algo preocupado de lo que pueda pasar.
-Yo creo... que va a salir bien. Nosotros siempre volvemos a estar juntos- afirmo segura, dejando la mano en su mejilla, observando su rostro-.
-Tengo miedo de perderte... porque cuando Negan nos vea... te va a querer de vuelta.
-No los vamos a dejar entrar aquí- respondo-.
-Lo sé- dice-.
-No, me refiero aquí- coloco la mano en su corazón- escucha cómo late- se me humedecen los ojos- yo sólo quiero seguir oyendo este latido por siempre... es el sonido más bonito que he sentido nunca- Glenn traga saliva y me ofrece una media sonrisa-.
-¿Te has olvidado?- me dice- estás escuchando el tuyo, el nuestro. Tu corazón vino para quedarse aquí desde que te conocí- coloca la mano sobre la mía-.
-Eres tan bueno... tan ideal y maravilloso, que no sé por qué te tengo- le digo aún con los ojos húmedos-.
-¿Qué he hecho para merecerte, Gabrielle?- me lanza una pregunta similar-.
-Nada. Porque no soy nada si no me quieres, no soy nadie si no soy tuya.
-No sabía que se podía querer tanto a alguien... te quiero tanto que duele, Gabrielle- repite algunas de las palabras que me dijo la noche que me pidió matrimonio-.
-Te amo, Glenn Rhee- me lanzo y lo rodeo con los brazos. Nos fundimos en un profundo y cálido beso, ojalá no tuviera que separarme nunca de sus labios-.
Deslizo la mano por su torso, sobre su camisa. Entonces me comienzo a bajar los pantalones del pijama. Quedo en ropa interior sólo de cintura para abajo y Glenn capta el mensaje. Hace lo mismo, pero desnudándose de cintura para abajo. Le doy la espalda y me rodea con los brazos, sujetando mis caderas firmemente a su voluntad. Da la primera embestida y ya lo noto entrar, haciéndome soltar un primer gemido involuntario. Me humedezco los labios mientras lo siento, cálido, en mí. Glenn continúa dando firmes embestidas a mi espalda, ambos tumbados de lado. Pero en un momento se endereza, sin soltar mis caderas para moverme con él, y me apoyo en la almohada, quedando con el culo en pompa. Me encuentro a cuatro patas sin darme cuenta. Él continúa dando las embestidas. Clavo las uñas en la almohada mientras lo siento. Él coloca su cuerpo contra el mío para que note su piel cálida en mi espalda. Jadeo, gimiendo su nombre y, tras unos instantes, volvemos a tumbarnos. Adopto la posición que hice por primera vez en el granero, mientras él, sobre mí, me atraviesa, dándome grandes calambres en el vientre. Gimo su nombre, como si estuvieramos solos en este mundo, porque no me importa nada. Lo amo tanto que todo dejó de importar hace mucho tiempo.
Narra Glenn
Despierto pegajoso con Gabrielle rodeándome, desnuda. Sólo lleva las braguitas. Me muevo hasta la ducha, dejándola dormir. Hoy debemos salir de nuevo a por armas, eso acordamos con los del Basurero.
Al salir, veo a Aaron, Tara, Naomi, Maggie y Daryl esperando. Rick llega más tarde.
-Nos dirigimos hacia Hilltop y así organizamos el plan de defensa- explica el líder- con suerte, encontraremos algo en la zona.
Nos ponemos en marcha.
-Caminante- avisa la voz de Tara a Naomi, pero Daryl lo mata antes de que se acerque a ésta-.
-Déjamela un rato- le dice Naomi en broma, refiriéndose a la ballesta. Daryl le muestra el dedo corazón. Ella se ríe-.
-Mira, yo te presto mi arma- le dice Tara de coña antes de mostrarle un cuchillo, pero en seguida lo cambia- oh, espera, mejor algo apto para gente como tú, por si acaso- coge una rama del suelo y Naomi se la quita de las manos-.
Comienza a pinchar a Tara en el cuerpo y ésta se sorprende. Empiezan a forcejear de forma bruta.
-Cuidado- les advierte Rick mientras Daryl camina mirando hacia delante, lanzándoles miradas fugaces y serias-.
Gabrielle anda hablando con Maggie delante de los tres, así que Aaron se acerca a mí para charlar.
-¿Estás bien?- pregunta Naomi a Daryl tras unos diez minutos de silencio por parte de él. Éste aparta el brazo bruscamente, molesto-.
-Sí, venga, no me toques.
-¿Por qué me hablas así?- Daryl no responde, sólo se adelanta dejando el grupo varios metros atrás-.
Ya tenemos Hilltop a la vista. Éstos nos abren las puertas cuando Maggie encabeza el grupo. Jesús se acerca con una sonrisa en los labios.
-Buenos días- exclama- ¿Qué os toca hoy?
-Vamos a recolectar más armas, necesitamos muchísimas más- responde Maggie seria- sería útil si alguno quisiera venir.
-Yo voy con vosotros- responde-.
-Bien, hablaré con Gregory. Esto no se le puede escapar... como la otra vez- las manos de Maggie forman puños y yo miro las de Gabrielle, forradas con los guantes de Abraham. Menos mal que Rosita no ha venido-.
-Sigue sin querer unirse, el pueblo está actuando sin su aprobación básicamente- responde Jesús-.
-Chicos, voy a hablar con él.
-Creo que voy contigo- comento, algo me dice que la conversación va a estar caldeada-.
Maggie asiente y la sigo con Jesús. Los demás se quedan con el pueblo. Maggie abre la puerta del despacho de Gregory sin tocar, algo que me asegura ya hay... confianza o costumbre. El hombre esta sentado bebiéndose un vaso de Wisky caro mañanero.
-Margaret- exclama sorprendido. Entonces recuerdo que Maggie nos decía que aún no se aprendía su nombre- ¿Por qué entras así? Este es... mi espacio. Hoy en día ya no se respeta nada- musita-.
-Gregory- ignora ella, seria- tenemos que hablar. Los pueblos se están preparando para lo que sabes que pasará y el tuyo quiere estar dentro, no puedes impedirlo. Son gente con propia voluntad.
-No, no- se sobresalta él- yo levanté esto y yo decido por ellos, porque esto es mío. Si no les gusta, que se larguen- exclama. Es un cobarde-.
-No deberías pensar así- intervengo para mediar- la unión hace la fuerza. Si tienes miedo de lo que Negan te pueda hacer... nosotros te protegeremos, como lo haremos unos a otros. Somos cuatro pueblos ya.
-¿Cuatro? ¿De dónde habéis sacado el cuarto?
-Gregory, escucha- lo corta ella con firmeza- no importa, estamos avanzando. Pero es muy importante- da un paso hacia él para quedar a centímetros, amenazante- que no se te "escape" nada como la otra vez ¿Entiendes?
El rostro de Gregory es nervioso, se aleja en la habitación. No quiero ni pensar en lo que nos hizo pasar aquella noche. Dios mío. Acabemos esto ya, porque hasta yo estoy perdiendo la paciencia. Jesús se acerca a él para hablar más tranquilamente.
-Decidimos unirnos a ellos ¿Recuerdas?- le dice con tranquilidad-.
-Antes de que se volvieran locos e intentasen llevarnos al suicidio- espeta Gregory furioso- ¿Qué nos harán si se enteran de que estamos aliados con ellos?
-Eso también dijiste cuando nos delataste ante ellos la otra vez- dice Maggie a mi lado, intentando no intervenir-.
-Cariño, estoy hablando con Jesús- espeta él altivo-.
-Para- le dice él-.
-¿Por qué estás tan insistente con ellos?- exclama-.
-Negan también intentó matarte, cuando supo de nosotros- exclama Jesús de brazos cruzados-.
-Eso sólo fue un malentendido- responde el tipo- si queremos salir bien, tenemos que hacer que se vayan, que se larguen antes de que algo malo de verdad pase.
-¡Para!- le grita Jesus- ellos se van a quedar ¿Quieres hacerlo público? ¿Hacer tu trato con Alexandria público? ¿Eso es lo que harás?- Gregory se queda sin palabras, mirándolo a los ojos y mordiéndose la lengua-.
-Así que ahora... vas a ser tú quién manda ¿No?- pregunta mientras coloca los brazos en jarra-.
-No- responde Jesús, firme- pero la cosa es que tú tampoco lo serás- lo mira en silencio- Maggie, Sasha- sé que la ha acompañado muchas veces- ellos, se van a quedar. Yo me voy a quedar. Vamos a ser una gran, felíz y disfuncional familia.
Gregory ha perdido oficialmente el mando de Hilltop. Lo mira en silencio unos segundos, como nosotros, Maggie de brazos cruzados.
-¿Lo seremos?- pregunta- ¿Eso es lo que veré?... he progresado con ellos, lo has visto- Jesús niega con la cabeza-.
-Eso no es lo que he visto- dice Jesús, Gregory lo rodea y se va acercando a nosotros-.
-Pues es lo que está pasando, jugamos limpio, juegan limpio- llega ante nosotros y mira a Maggie- y diría que sería un buen avance en nuestra relación con ellos, un buen trato, el hablarles de la locura que está ocurriendo sobre...- pero Maggie lo interrumpie cortando el aire a una velocidad sorprendente con su puño. Le clava un gancho y se endereza. Gregory la mira atónito -.
-Este también es nuestro hogar ahora, así que aprenderás a llamarme por mi nombre. No Marsha, no querida, no cariño... Maggie.

ESTÁS LEYENDO
Sempiterno: Después de Negan (Glenn Rhee- The Walking Dead)
Fanfiction-Atención- ¡¡Segunda parte de la novela Sempiterno!! Si no has leído la primera (Sempiterno (Glenn Rhee- The Walking Dead)) no debes continuar, pues contiene importantes spoilers. "Después de Negan" continúa donde lo dejamos. Gabrielle es secuestrad...