Hoy hace una semana desde que estoy viviendo aquí, en el Santuario. No he vuelto a ver ni a Negan ni a Daryl. No sé qué habrá pasado al final, pero Daryl ya debe ser un "salvador". Prefiero no ver la cara de Negan, ya que la rabia me recorre a borbotones y me muero del asco. Se supone que ya soy su mujer, o no lo sé. Suena la puerta.
-¿Quién es?- digo y abro, hablando del rey de Roma...-.
-¡Gabrielle!- exclama mi nombre- buenas noticias, has superado la semana de prueba.
-¿Semana de prueba?
-Quería ver cómo te portabas- sonríe- ya estoy algo más tranquilo contigo y con Daryl. Has sido muy útil, sea lo que sea que le dijeses, ha surtido efecto... ya que hablamos de ello... ¿Qué le has dicho?- me interroga con la mirada, y sé que es otra de sus pruebas. Supongo que la última-.
-Nada, estamos juntos desde siempre, somos como hermanos. Le he hablado de mi trato contigo y que preferiría que se quedase conmigo, que me hiciera compañía. Ya está, Daryl no me iba a dejar sola si se lo pedía- miento, pero Negan me mira y sonríe-.
-Chica lista- me revuelve el pelo haciéndome sobresaltar ante su tacto, nunca me había tocado tan confianzudamente, creo- ahora sí, eres mi preciosa mujer.
-¿Antes no lo era?
-Ya había avisado de que eras mía, pero no oficialmente- sonríe- pero si alguien se hubiera acercado a ti... digamos que hubiera conocido la plancha, o a Lucille, o... ya sabes- se encoge de hombros-.
Lo miro en silencio, no tengo nada que decir.
-Cariño, esta noche es nuestra primera noche de casados- se burla- creo que voy a estrenar a mi dama- el alma se me cae al suelo y mis manos comienzan a sudar. No puede ser, no quiero que me toque, no puedo permitir que me ponga la mano encima. Debe haber una forma. Soy su puta mujer y debo evitar el sexo-.
-La cosa es que... estoy en esos días del mes- me encojo de hombros, con una ansiedad de caballo, disimulada en sonrisa- no me siento cómoda y creo que tú tampoco.
-No me jodas...- protesta él desilusionado- empezamos bien... una semana de espera, ¿En serio?- asiento-.
-Lo siento, supongo- le digo, no sé qué más decir-.
-Déjalo, puede que me tire a otra esta noche. Estaré esperando- me lanza una siniestra mirada y se detiene antes de irse- se me olvidaba, vosotras no tenéis número para la escala de adquisición de bienes. Mis esposas tienen preferencia sobre todos, menos los quince primeros números. Si dos de vosotras queréis lo mismo, gana la antigüedad, el tiempo que lleváis siendo mías.
Negan se va y me deja en la puerta, plantada, sin saber qué hacer con mi vida. Ahora que lo pienso, no conozco a las demás "esposas" de Negan, si se pueden llamar así... recuerdo que hay un salón común para nosotras. Salgo de mi habitación y camino por el pasillo hasta el final, hay una gran sala llena de sofás negros, jarrones de decoración y una nevera. Hay una mesita de cristal en el centro para colocar las bebidas y aperitivos. En el salón hay una sola mujer, tiene el pelo liso y marrón, cortito, pero no tanto como Tara. Sus ojos son café y es bastante mona. Está seria, leyendo una revista y levanta la mirada sorprendida hacia mí.
-¿Eres Gabrielle?- me pregunta dudosa-.
-¿Cómo sabes mi nombre?
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Sempiterno: Después de Negan (Glenn Rhee- The Walking Dead)
Fiksi Penggemar-Atención- ¡¡Segunda parte de la novela Sempiterno!! Si no has leído la primera (Sempiterno (Glenn Rhee- The Walking Dead)) no debes continuar, pues contiene importantes spoilers. "Después de Negan" continúa donde lo dejamos. Gabrielle es secuestrad...