Capítulo 50

1.4K 72 3
                                    

Tras la celebración en familia entramos en casa y quedamos por fín, en medio del silencio, solos. Esta sensación es la más reconfortante que he tenido. Miro a Glenn, aún sin poder creerme que estoy con él, y le cojo la mano en la oscuridad. Lo quiero tanto, necesito sentirlo. Él se inclina para darme por fín un apasionado beso. Echaba de menos muchas cosas. Me rodea la cintura en forma de abrazo presionándome contra él, sin interrumpir nuestro beso. Me falta la respiración, mientras baja sus labios por mi piel, recorriendo mi mandíbula, mi cuello, mi clavícula. Suspiro, hundiendo los dedos en su ondulado pelo. Sus besos cálidos erizan mi piel, haciendo que me recorra un escalofrío. Tras tanto tiempo separados es hora de un buen reencuentro. Nuestros cuerpos deben saber que estamos de vuelta, juntos. Glenn se inclina y, de repente, ya no toco el suelo. Me coge en brazos y me carga escaleras arriba mientras me río. Me coloca en la cama, así que observo sus cálidos ojos. Mis manos sujetan su rostro inevitablemente, como si quisieran comprobar que es real. Esos cálidos ojos... quisiera que me observaran para siempre. Sé que lo harán. Le quito la camisa en la oscuridad del cuarto y se desabrocha los pantalones. Me desprendo de mis prendas para quedar en ropa interior. Glenn me sujeta de nuevo, de la cintura, y desliza sus manos por mis caderas. Acaricio su pecho antes de tirar de él para que se siente en la cama. Con cuidado, me coloco a horcajadas sobre él y me desabrocha el sujetador mientras me quito la última prenda que me quedaba. Acaricia mi espalda con su grandes manos mientras le rodeo el torso con los brazos y me inclino para comerle el cuello. Entonces bajo lentamente, sintiendo cómo entra en mí. Lo escucho jadear en mi oído, algo que me provoca grandes mariposas por todo el cuerpo. Su piel está ardiendo y yo me apego a ella. Muevo las caderas, acelerando el ritmo sobre él y no puedo evitar gemir. Cierro los ojos, lo disfruto. Nuestras caderas se mueven de forma coordinada y no puedo soportar el placer. Disfruto del placer que me da la persona que más amo en este mundo.
Narra Glenn
Amanece y hoy nos despertamos temprano. Miro a la persona que está conmigo, esto es tan surrealista. Gabrielle duerme apaciblemente entre mis brazos, ambos bajo la calidez de las mantas. Nunca jamás la soltaré.
-Gabrielle...- la despierto suavemente-.
Nos vestimos rápidamente para bajar con los demás. Gabrielle lleva puestos unos vaqueros ceñidos y rotos por las rodillas, una camiseta blanca de manga corta y sus botas militares. Se la ve cómoda, de nuevo en su salsa. Es muy temprano, ya que tenemos que ir a El Reino antes de que Negan venga a buscar a Gabrielle aquí. Salimos ambos en coches con Rick, Rosita, Tara, Naomi, Michonne y Carl. Los demás se quedan en el pueblo.
Llegamos al lugar y nos abren las puertas por aviso de Carol. El lugar es sorprendente. Tiene muchísimas cosechas, caballos y gente trabajando tranquilamente. Es todo muy ecológico.
-Por fín- suena la voz de Carol- estáis aquí- nos sonríe y se acerca-.
Todos la abrazamos. Ella mantiene a Gabrielle en sus brazos algo más, aunque no es muy expresiva con sus emociones. En ese momento llega alguien, que aparece detrás de ella, y Gabrielle lo mira con sorpresa. Le sonríe con tranquilidad pero él se lanza hacia ella, estrechándola entre sus brazos. Daryl. Ella lo abraza fuerte y veo los ojos húmedos de Daryl.
-Lo hemos conseguido- le dice Gabrielle con la voz algo emocionada del momento- los dos lo hemos hecho.
No responde. Sé que se siente culpable por lo que pasó. Pero ya todo está bien. Daryl puede respirar en paz.
-Hola- lo saluda Naomi a nuestro lado, cuando se separan, y éste lo mira estupefacto-.
Rápidamente se seca las lágrimas y la nariz. La mira confuso.
-Y... ¿Y tú que haces aquí?- es lo primero que sabe musitar el pobre. Gabrielle le da un codazo para que sea más amable- digo... hola.
Naomi le sonríe y le da un pequeño abrazo. Él simplemente se queda inmóvil, pero se deja, algo que dice mucho. Por fín la empieza a aceptar.
-Daryl- lo llama Rick y ambos se sonríen-.
Daryl se acerca a paso medio a su amigo, mientras ambos abren los brazos. Rick le frota la cabeza a Daryl, consolándolo, porque sabe que estaba triste y se siente culpable. Son como hermanos.
-Te echabamos de menos- le dice antes de que Daryl le ofrezca una media sonrisa-.
-Ya estamos juntos de nuevo- musita Daryl-.
Narra Gabrielle
Miro a Rosita, que observa con una leve sonrisa y me siento mal. Me acerco a ella y la abrazo. Sé que ya lo he hecho, pero lo necesita, ya no tiene a la persona que solía hacerlo.
-Te echaba de menos, idiota- me dice en nuestro idioma nativo-.
-Y yo, maldita temeraria- me río, recordando cómo se enfrentó a Negan-.
-Te iba a buscar- me dice- se suponía que iría hoy para ver cómo estabas.
-¿En serio?- le digo- gracias... - le muestro el puño y me lo choca-.
-¡Ey! ¡Eso es mío!- interrumpe Tara de broma- copionas. Dejad de hablar español y dejad que los demás entendamos.
Nos reímos.
-Te están insultando, Tara- dice la voz de Naomi mientras sonríe-.
-A ti sí que te voy a insultar- le responde ella antes de engancharle el cuello con un brazo para frotarle la cabeza entre risas-.
Daryl observa la escena algo serio, luego aparta la mirada para ponerse a hablar con Rick.
-Rick, creo que te vas a llevar una sorpresa- dice Carol provocando que Rick la mire curioso-.
Se acerca a nosotros un tipo negro, algo más bajito y con barbita. El tipo tiene una vara, pero ya lo habíamos visto antes.
-¿Morgan?- exclama Rick y mis recuerdos vuelven-.
Es el tipo que conoció Rick cuando empezó todo, antes de Atlanta. Lo conocimos en el pueblo abandonado, después del granero y enfrentarnos a los de la Terminal, el día que Glenn me pidió matrimonio. El mundo es un pañuelo, y nos ha querido unir de nuevo.
-Al final... cambié... decidí unirme a un pueblo- sonríe él- hola de nuevo, supongo.
-Ahora tenéis que ver al líder de El Reino- dice Carol, pero se rasca la cabeza dudosa, seria, parece que no quiere ser quien nos hable sobre él-.
-Es... algo especial, debéis saberlo- comenta Morgan-.
-¿Especial?- pregunta Michonne confusa-.
-Bueno, se hace llamar el rey, o rey Ezekiel- sonríe, también inseguro de nuestra posible reacción-.
-Sólo vamos a verlo- exclama Rosita- joder- maldice en su idioma nativo-.
Pasamos por una cuidada y sencilla acera que nos lleva hasta lo que parece el interior de una gran iglesia o auditorio. Nos adentramos por los pasillos con Carol y Morgan a la delantera. Carol mira hacia atrás frecuentemente, algo trastornada. Morgan nos abre las puertas de madera a un salón que está al final del pasillo y damos unos pasos. Pero entonces nos detenemos, mirando al frente, sin poder creer lo que vemos. Un feroz tigre se alza ante nosotros y abre la boca, dejándonos ver todo su interior, para lanzar un gran rugido. Es gigante, es precioso, es... ¡¿Un tigre?! ¡¿Qué hace un tigre aquí?! ¡¡¿Pero qué es esto?!! Miramos en silencio, sin ser capaces de movernos o decir una palabra, en shock.
-Bienvenidos, me llamo Rey Ezekiel- dice la voz de un hombre negro que se halla sentado en un trono junto al tigre-.

Sempiterno: Después de Negan (Glenn Rhee- The Walking Dead)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora