Era la noche de Navidad, y la casa estaba hermosamente decorada, todos estabamos felices y ansiosos por que llegara la hora de abrir los regalos, Damian y yo habiamos salido por la tarde para comprarle algo a mis padres y el resto de la familia y amigos, habia insistido en que el queria hacerlo cuando le pedi que solo con mis padres sobraba y bastaba.
La noche se acercaba y todos nos habiamos ido a nuestras habitaciones para comenzar a arreglarnos, hariamos una cena familiar y luego seria hora de abrir los regalos, la parte mas emocionante de la noche para mi. Damian iba casual, con pantalones y zapatos de vestir, camisa a botones y las mangas tres cuarto en los ante brazos, se veia tan elegante como siempre.
Habiamos solucionado el tema de Samwell, al principio este se mostro molesto, pero luego de unos dias, lo entendio. A Damian no le agradaba aun, cada vez que Samwell estaba cerca lograba poner a mi amor ceñudo, pero, aun asi, hacia su mayor esfuerzo para coexistir en el mismo espacio con el, por mi y por mi familia.
Termine de retocar mi maquillaje y di un vuelta frente al espejo de cuerpo completo que habia en mi habitacion, sonriendo con el resultado. Iba vestida con un lindo vestido en color rosa pastel, este llegaba hasta mis rodillas, lo acompañe con unos tacones a juego, y recogi mi cabello creando hondas en las puntas. Damian sale del baño y cuando me ve sonrie.
- Pareces una princesa- dice acercandose a mi y dandome un dulce beso.
- Y tu pareces todo un modelo de revista- ambos reimos, terminamos de arreglarnos y cuando se hizo la hora bajamos.
Todos estaban abajo, mamá iba vestida con un hermoso vestido color pistacho, que de cierta forma la hacia ver un poco mas joven, papá era otro cuento, siempre con sus pantalones oscuros y su camisas a cuadros, Artemis y Pegie iban combinados ¡pero que monos! Sam y Dalha habian optado por jeans, tacones y blusas. Todos pareciamos muñecos de torta, y me hacia mucha alegria tenerlos a todos sentados en una misma mesa.
Luego de la cena, llegaron los abuelos junto con Samwell, al saludarlos nos sentamos todos en la sala para comenzar la hora feliz ¡A abrir los regalos!
Los primeros en recibir los suyos fueron mis padres, encantados por los detalles, dieron las gracias, mamá estaba que lloraba con la cadena en oro que le habiamos dado Damian y yo. Por otro lado Dalha, Peg y Sam, recibieron joyas, ropa y zapatos, nada que las haria mas feliz a las tres. Artemis le habia regalado una pequeña cadena en oro a Peg, con una placa que tenia por escrito los nombre de ambos, mi amiga estaba al borde del llanto y saltando sobre mi hermanos, todos reimos.
Verlos tan felices me hacia feliz a mi, habia pedido que no me dieran ningun regalo, ya que los de mi cumpleaños contaban como los de Navidad y tenerlos a todos juntos era el mejor regalo que podia tener. Damian coje mi mano y disculpandose con todos me lleva a la parte trasera de la casa. Los fuegos artificiales comenzaban a estallar en el cielo, dejando hermosas luces de colores en toda su amplitud.
- Venus- me llama, volteo para mirarlo y esta parado a un metro de mi, con las manos en su espalda y la vista puesta en el suelo, estaba nervioso, hacia eso cuando lo estaba, extrañada me acerque a el y deposite un beso en sus labios.
Todo era perfecto, era nuestra primera navidad juntos y deseaba con ansias que fuera la primera de muchas mas.
- Han pasado tres meses desde que me has dado la oportunidad de estar a tu lado- comienza- se que me pediste no regalarte nada, pero esto es algo que tenia planeado desde hace mucho- se acerca a mi y me toma de las manos, finalmente centrado su hermosa mirada en mi- quiero que, con el esfuerzo de los dos, podamos en un futuro cambiar esto- no entendia lo que decia ¿cambiar que? confusa bajo la mirada y me encuentro con un hermoso anillo, bañado en oro blanco y una hermosa piedra en el centro, era un solitario, un delicado grabado marcaba la zona de al frente, uniendose con la hermosa piedra que brillaba en medio.
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Por favor, quédate (En corrección)
RomanceDos personas totalmente diferentes, una siempre lo tuvo todo, mientras que la otra lucho y trabajo fuerte para obtener lo poco que tiene, se conocen por accidente cuando quedan encerrados en el ascensor de la empresa. Lo que no saben es que serán la...