Capítulo 13 : Revelación

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Cuando el rubio despertó luego de haber quedado algunas cuantas horas inconsciente, lo primero de lo que se enteró fue que su padre sería un Shogun y que lideraría el país de Japón junto con el emperador Tentou. Era mucho que procesar. En especial al saber que el padre de Sarada estaba muerto. Y que encima la culpable fue ella. ¿Cómo debía consolarla? Habían acordado ponerse de acuerdo en su relación y todavía no habían hablado sobre eso. Estaban en el funeral y no se mencionaban una sola palabra. Al finalizar el velorio, el rubio la esperó en la entrada al cementerio, listo para conversar. Sin embargo, Sarada no parecía de buen humor. La comprendía. Acababa de perder alguien importante. Y era la nueva líder.

—Podemos hablar cuando estés lista—sugirió sujetándola de los brazos. Ella seguía con la mirada gacha. Acongojada.

—Boruto—la sintió temblar y acto seguido se aferró a su espalda. Soltó un sollozo para luego convertirse en un llanto sin consuelo. El la consoló. Acarició sus mejillas y besó su frente.

—Tranquila. Todo estará bien.

Boruto se quedó abrazándola hasta que sus lágrimas cesaron. Y cuando la luz del sol estaba en el horizonte la acompañó hasta la residencia Uchiha. Caminaron en silencio. Sin apenas mirarse. Hasta que al llegar al barrio residencial, el rubio se sorprendió de las personas que estaban esperándolo. ¿Qué hacían allí? Sus pupilas se ampliaron sorprendido. Anonado por lo que veía. ¿De verdad esa mujer era su madre? Era incluso más hermosa de lo que recordaba. Sarada miró a la mujer y esta se mostraba serena frente a ellos. Con el hermoso cabello azulado, lacio y de larga cabellera, su mirada opaca y esos ojos tan extraños y aperlados. Boruto sabía que era por la ceguera. Por eso sus ojos se tornaban de ese color extraño.

—Madre...

—Boruto—sonrió débil.

Llevaba un hermoso kimono violeta en colores pasteles. Con varias capas encima y un hermoso Kanzaki floral en sus cabellos como un rodete. Parecía una Oiran y no lo era. Era una heredera a Shogun, que por cuestiones obvias, no podía serlo. En su lugar su esposo lo sería. Sus padres se habían reencontrado y hasta ahora era la primera vez que la veía. Jamás la había conocido y siempre añoró hacerlo. Tenerla frente a sus ojos era el milagro más hermoso que hubiera contemplado. Su madre, su preciosa madre, estaba esperándolo.

—Tengo que hablar contigo.

Boruto miró a Sarada y esta asintió sin sentirse incómoda. Estaba de acuerdo en que se debían una charla de madre a hijo. ¿Y cómo no? Su padre le había ocultado por mucho tiempo la verdad y era tiempo de saberlo. Era ahora o nunca. Siguió a la mujer para así subir al carruaje, pero antes de hacerlo, desvió la mirada hacia su amada, inquisitivo.

—Sarada, ¿quieres acompañarme?

—¿Estás seguro?—él asintió.

—Quiero que sepas sobre mi pasado a mi lado.

Sarada amplió sus pupilas. Su corazón se aceleró de golpe. ¿De verdad una persona como ella tenía permitido tales lujos? No se había comportado muy bien y no merecía su perdón. El de nadie. Ni mucho menos el de su familia. Y ahí estaba Boruto dándole la oportunidad de redimirse. Sin duda podía confiar a ciegas en él. Ese hombre era impredecible. Y por eso lo amaba. Sonrió débil y subió al carruaje sin tener alternativa. Al sentarse al lado del Uzumaki, no pudo evitar observar las facciones de su madre, sin dudas era su calco. ¿Y cómo no? El era asiático. Y hasta ella sentía la necesidad de saber más sobre la familia en la que pronto se uniría. ¿Lo haría?

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La residencia de los Hyuuga era incluso mucho más grande que la de los Uchiha. Era obvio. Ellos tenían territorios y dinero. No era de extrañarle que fueran una familia bien acomodada. Su estatus lo ameritaba. Mientras se perdía en los extensos jardines, Sarada comenzaba a sentirse mareada y no entendía por qué. Tal vez era el estrés causado por tantas peleas o a lo mejor todavía seguía herida. No estaba segura del todo. Aún así se concentraba en lo importante. Escuchar lo que la señora Hinata tenía para ellos. En especial para Boruto.

Doncella Carmesí (Borusara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora