¿COMO ME FUI A ENAMORAR DE MI MARIDO? (terminada)

Capítulo 18 (Una tarde contigo)

Barwoman: Es difícil aconsejarte en esa situación, he escuchado toda tu historia y se puede deducir 3 cosas importante, primero amas a ese hombre, segundo tiene derecho a pesar de todo a conocer a su hija y tercero a pesar que te hizo sufrir tú lo quieres perdonar. Te puedo decir muchas cosas, como por ejemplo:

· Haz un acuerdo con él por lo de tu hija.

· Hazle sentir que tú ya no le perteneces que si quiere recuperarte tiene que esforzarse.

· Puedes decirle que por su hija tienen que llevarse bien, pero no lo quieres en tu vida.

· Puedes divorciarte de él y rehacer nuevamente tu vida.

· Oh puedes perdonarlo y hacerle ver lo mucho que has cambiado, que ya no te conoce y que no estás dispuesta aceptarle más equivocaciones.

La decisión es difícil, pero tienes que ver bien, todas tus alternativas, yo solo te aconsejo que te tomes tu tiempo para pensarlo bien, recuerda que lo que decidas afectara tanto a tu hija como a ti, solo recuerda que ella es inocente en esta historia y a pesar de todo lo que haya hecho su padre, merece conocerlo y juzgarlo por ella misma. En estos momentos estas muy alterada y conmocionada por la pelea que acabas de tener, te llamaré a un taxi, es lo mejor que puedo hacer por ti.

María: Muchas gracias por escucharme, tienes razón, necesito pensarlo y ver cómo se desarrollan las cosas, ver que hará él, se terminó de tomar su copa. Sabes eres muy sabia a pesar de tu edad.

Barwoman: En estos lugares escuchamos tantas cosas que uno aprende de los errores de las otras personas.

A la mañana siguiente.

Entra María hecha un torbellino a la oficina de Esteban.

María: Así que por esto me has buscado, tirando sobre el escritorio de Esteban la propuesta de compra que las empresas de Esteban han hecho llegar a las oficinas de María.

Esteban: debo reconocer que no sabía a quién pertenecían esos terrenos antes de hacer la oferta, pero sí, estoy interesado en adquirirlos y construir en ellos rascacielos.

María: Déjame decirte que eso no ocurrirá jamás, esas tierras están destinadas a ser un gran parque y eso es lo que serán.

Esteban: no seas irracional María, ¿estás dispuesta a desperdiciar esa enorme fortuna que te dejo tu padrino en construir un parque?

María: Mi padrino era lo que más quería hacer en su vida y yo lo respetaba mucho y cumpliré su última voluntad cuésteme lo que me cueste, además permíteme recordarte que mi fortuna personal a la que pude acceder gracias a mi boda contigo es bastante basta, sin contar con la que recibiré de mis padres cuando estos fallezcan.

Esteban: qué bueno que ya recordaste que eres mi esposa, y que como tal deberías estar a mi lado.

María: Déjame recordarte << irónicamente>> que fuiste tú el que me sacaste de tu vida y así pretendo quedarme, tú ya no me conoces, además queda más que manifiesto Milord, que no compartimos intereses sobre los que cimentar una relación más estable... si ése es su propósito. Somos tan diferentes como la noche y el día.

Esteban: Sin embargo, la noche y el día se encuentran durante un instante al alba y al anochecer —replicó, que había vuelto a bajar el tono de voz y había entrecerrado los ojos antes de acercar su cabeza a la de María de forma casi imperceptible—. Y hay ocasiones en las que de su unión resultan algunos de los momentos más fascinantes que pueden contemplarse en todo el día. La aurora y el ocaso pueden prender fuego con su resplandor y despertar las pasiones y los anhelos en el alma del que los contempla. —Esbozó una sonrisa maliciosa y le tocó el dorso de la mano con la yema de los dedos.