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La espalda de Jimin dolía y sus mejillas se calentaron cuando recordó con detalle todo lo que había pasado la noche anterior. El cuerpo gigante de su hyung sobre él, los gemidos que salían de su boca, lo increíble que sonaba su nombre salir de los labios del mayor cuando entraba y salía constantemente de él y las asombrosas sensaciones que había sentido esa noche.

Era su primera vez, al menos con un hombre y del que estaba enamorado. Había tenido encuentros con algunas chicas años atrás, pero ninguna se le acercaba a Namjoon en ningún sentido, ni siquiera para transmitirle deseo. Incluso Namjoon hacía sentir el dolor como algo mágico.

Se separó un poco del agarre en su cintura y volteó a ver al hombre a su lado; mejillas sonrosadas, labios rosados y ese hermoso color de cabello. Su hyung sin duda era alguien precioso.

Sus dedos viajaron hasta su mejillas y dio un pequeño recorrido con su índice, tocando cada parte de su rostro y sentir la suavidad.

Tal vez muchos no lo sentían, pero el amor, así como te puede hacer sentir la persona más afortunada, también te podía destruir en segundos. Estar enamorado te hacía ser vulnerable y eso era exactamente lo que Jimin sentía.

El cuerpo de Namjoon se removió y abrió los ojos encontrándose con los contrarios, sonrió pues despertar de esa manera, al lado de la persona que amas, era como sentirse en el cielo.

ㅡ¿Esto es un sueño? Porque si lo es no quiero despertar jamás.ㅡ Dijo Namjoon sonriendo y Jimin rió escandalosamente acercándose al rostro de su hyung para plantar un beso en sus labios.

ㅡEsto es mejor que un sueño, hyung. ㅡ Sonrió, pues era verdad. Tener a la persona que amas junto a ti, sabiendo que una noche antes ambos se entregaron al otro siendo testigos de algo que nunca se podrá decir.

¿La luna lo vería todo? ¿La luna fue testigo de todo lo incorrecto que hicieron la noche anterior? ¡Menuda su suerte! Porque a Jimin no le interesaba pecar mientras fuera con Kim Namjoon. El hombre al que ama.

Jin y Yoongi se encontraban en la habitación del menor; abrazándose y dándose mimos mientras comían un delicioso plato de fideos instantáneos. Ellos estaban muy felices juntos, y ellos, habían escuchando todo lo que había pasado la noche de ayer con dos de sus mejores amigos. ¿Envidia? Bastante.

ㅡEllos estuvieron destinados desde el primer momento, Jinnie.

ㅡ¿Desde cuánto te volviste tan cursi, amor? Podrías estar diciendo que fue asqueroso lo que hicieron ayer, pero te veo muy feliz.

Yoongi también se sentía extrañado de su comportamiento, sin embargo, él no podía molestarse con esos dos chicos quienes estaban peleando por el amor que se tenían. Si estuviera en su caso, él haría lo imposible para estar junto a Jin, y si fuera posible aunque arruine su sueño, dejar atrás todo lo que una vez anheló, para estar feliz con la persona que ama.

ㅡA veces tiene que llegar algo que te haga cambiar, mi amor. Antes de darme cuenta de que te amaba yo sólo era un chico que creía estar demente por gustar de su compañero de grupo, ¿sabes lo tortuoso que fue para mí? Me creías frío y distante, pero no era así, sólo me daba vergüenza lanzarme hacia ti y besarte todo el rato.

ㅡPero ahora sólo eres un bebé que merece ser protegido de por vida.

Jin trataba a Yoongi como su bebé pero éste nunca se vio afectado por eso, más bien le gustaba y sentía que le interesaba a su hyung. Claro, aunque él también podía cuidar del otro.

ㅡHablo de que, hyung, ellos se aman mucho y están sufriendo. No puedo soportar que estén bajo llave y nosotros sólo nos comportemos como si nada pasara. Merecen ser feliz. ㅡ Jin atrajo a su novio a un fuerte abrazo y el contrario se sentó en sus piernas para dejar de lado todo centímetro de espacio.

ㅡLas Armys amarían ver a esos dos juntos.

ㅡSí, pero la industria amaría verlos destruidos.

Y es que era verdad.

Su popularidad estaba creciendo y con ello la envidia.

Lástima que no todo es duradero.

BABY.  《nammin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora