Capítulo 2 ❤️🖤

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Davis

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Davis

Otra noche que paso sin haber cerrado mis ojos por un segundo. La oscuridad del Ministerio me acecha y por primera vez en años, me da asco estar aquí. Llevo tres días encerrado en este maníaco lugar con pinta de un club para profesionales. Los cuartos han estado llenos las 24 horas del día y yo sigo encerrado en mi oficina la cual he destruido con mis propias manos durante esta osadía. El haber dejado escapar a mi ángel la cual tenía acorralada entre mis brazos ha hecho que mi inquieta alma esté dividida entre el bien y el mal. Y en estos momentos el mal está ganando la batalla.

No he contestado a ninguno de los mensajes o llamadas de Val y tengo por seguro que ella debe estar pensando lo peor. Que la debo estar engañando o peor aún que me olvide de ella...
Pero la verdad es que su acción se ha convertido en lo mejor y lo peor que ha sucedido en nuestra relación. Me ha hecho refugiarme en el lugar al que nunca he pertenecido... El Ministerio nunca fue mi creación, pero decidí obtener el maldito lugar porque era lo único que me hacía recordar a mi hermano, Liam. Mi hermano creó este lugar para ocultar sus trastornos mentales y yo decidí tomar las riendas luego de que él cayera encerrado en la cárcel.
Haber pisado este lugar ha sido el peor error de mi vida y Val me hizo entenderlo cuando ella decidió irse.

Mis ojos rastrean las paredes de lo que alguna vez fue la oficina de Liam y lo último que me queda por destrozar son las malditas fotos que hasta hace unos días encontraba sensuales, hermosas y eróticas ya que reflejaban el control que tenía no tan solo en mi vida pero, también reflejaba mi obsesión en controlar y dominar cualquier mujer que se apareciera en mi camino.

En un abrir y cerrar de ojos tengo todas las fotos en el suelo y las pisoteo con tanta rabia que llego a la conclusión de que mis pies no son suficientes. Así que sin importarme cortarme mis manos con el vidrio que las protegía las envuelvo en mis manos y saco los fósforos de una de las gavetas del escritorio y comienzo a quemar una a una cada foto que realmente no describe mi verdadero ser.
Luego de ver cada una de las fotos convertirse en cenizas en segundos saco mi teléfono de uno de los bolsillos delanteros de mi jeans y busco con rapidez el número de la persona que en este momento me puede decir como se encuentra Val.

❤️🖤❤️🖤

Me encuentro frente al nuevo hogar de Ash y Nia, y debo admitir que me crea un poco de envidia el que ellos tengan todo lo que yo deseo en este preciso momento... Familia... Hogar... Y a Val. Porque sin ella no pudiese tener ninguna de las anteriores. Ella lo es todo, es el centro de mi vida. Y sin saberlo me ha llevado a la sumisión total de mis emociones. Nunca me había enfocado tanto en una mujer y gracias a su fuerte carácter de dejar salir sus sentimientos es que he aprendido a reconciliarme con los míos.

—Ash, abre la puerta. —grito tocando el timbre por tercera vez, pero estamos solo en el mes de septiembre y los aires están más fríos que lo común.

La puerta roja del hogar se abre y el que me recibe es James con su dedo índice vertical tocando sus labios en señal de que no debo decir una palabra.
Sigo sus órdenes y entro a la casa esperando a toparme de inmediato con Ash, pero al parecer no se encuentra en el piso principal.

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