Capítulo 30 ❤️🖤

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Davis

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Davis

Dos... Dos orgasmos ha tenido mi ángel gracias a mi boca y todavía no es ni la media noche. El cuerpo de ella está pegado al mío soñolienta, la escucho murmurar, reír y siento sus labios en mi torso marcando más su amor por mí. La debo dejar descansar pero el lobo en mi interior lo que pide es su cuerpo. Siempre he sido un hombre de adicciones y ella es la única que realmente he necesitado para calmar mis demonios.
—¿Qué estás pensando? —escucho a mi ángel susurrar a mi lado.
Acaricio su espalda, haciendo pequeños círculos con mi dedo índice. —En lo afortunado que soy. —respondo para luego mover mi cuerpo y enterrar mi rostro entre sus senos. La sorprendo, pero la escucho reír a carcajadas como si le estuviese haciendo cosquillas.
—Da... vis... —dice entre risas tratando de que yo pare de darle besos. Los besos hacia su escultural cuerpo continúan y es entonces cuando decido jugar un poco más con ella.
—Hace unas horas dijiste que querías hablar, sobre ti. Este es tu momento para hacerlo. —digo llevando mis manos a acariciar sus senos. Sus pezones ya están duros, como rocas. Y paso mi lengua sobre ellos escuchando un pequeño gemido que sale de su boca antes de ella hablar.
—Okay. Uhmmm...
Vuelvo y paso mi lengua juguetona entre sus senos, antes de ella poder explicarme.
—Ángel, habla. —digo llevando mis ojos a su rostro para verla excitada.
—Uhmmm tomé una decisión. —su voz se escucha baja y un poco lenta. —Voy a regresar a UW.
Las palabras detienen mis aventuras entre sus senos y quedo callado sin poder responder.
—Estuve averiguando para coger unos cursos.
—Perfecto, así no tienes que trabajar. —digo rápidamente regresando mi atención a su cuerpo.
—Seguiré trabajando, pero pienso hablar con Carter, el profesor Palmer y todos en Helping Hearts. Hmmm... —su pequeño gemido me da la certeza de que mis acciones la están afectando positivamente.
—Creo que trabajaré a tiempo parcial, así tendré el tiempo necesario para estudiar y estar con mis hermanos. Ahmmm... Davis... —mi boca llega hasta el área de su pelvis a la vez que su respiración se vuelve errática.
—Continúa ángel. Quiero saber que más deseas realizar. —expreso acomodando mi cuerpo entre sus piernas.
—Así, de esta manera no podré.
—Si puedes, ya verás. Me lo dirás todo. Solo concéntrate.
—Okay. Trataré, pero no prometo nada. —su respuesta se escucha graciosa y sonrío un poco antes de llevar mis dedos a la entrada de su jugosa vagina.
—Dios... uhmmm... Luego de perder a Zack, deseo dedicarme a ayudar otros niños como él. Mmmm... Garcias a Dios él está en buenas manos y sus abuelos me han permitido tener una relación con él. Aprendí mucho.
Mis dedos entran y salen lentamente y mi cuerpo no resiste más, pero hoy no se trata de mí, así que continuo.
—Tomaré... unos cursos en Administración y también... Consejería en Pediatría. Ohhh Davis... Amor...
Escuchar a Val a punto de perder el control únicamente hace que continúe mis aventuras en su hermoso cuerpo. La verdad no sé cómo he aguantado tanto tiempo sin estar dentro de ella. Ya es hora de que le dé exactamente lo que ambos necesitamos.
Giro el cuerpo de Val con un solo movimiento y ella sabe perfectamente que sucederá después porque sus rodillas caen en el colchón al igual que sus brazos.
Todo el cuerpo de esta mujer es pura perfección.Y ella lo comparte conmigo.
—Davis... no me hagas esperar más. —su confesión hace que reaccione instantáneamente y entro en ella velozmente hasta alcanzar lo más profundo. El gemido de Val es feroz y su cuerpo comienza a temblar. Entro y salgo varias veces aunque ninguno de los dos durará más de un minuto, y así mismo fue, en menos de un minuto ambos en unísono alcanzamos el clímax.

                           ❤️🖤❤️🖤

Abrazo a mi ángel fuertemente agarrándola por su espalda. Los dos estamos desnudos de regreso en la cama luego de habernos duchado y disfrutado nuevamente de la exquisita e inigualable química que tenemos como pareja.
Estoy rotundamente loco por verla en un traje blanco sonriendo frente a nuestros seres queridos y ante Dios.
Esta noche hubiese sido la perfecta para convertirla oficialmente en mi prometida y creo que en algún momento de la noche quizás ella pensó lo mismo. Si hubiese seguido mis propios pensamientos lo hubiese hecho, pero todavía ella no está preparada. La verdad es que ambos tenemos muchas cosas que aclarar al igual que sanar para poder dar ese siguiente paso que unirá nuestras vidas para siempre.
—¿Davis? —soñolienta mi ángel al parecer desea saber si estoy despierto.
—Ángel, ¿estás bien? —pregunto a la vez que la escucho tragar fuerte y abre su boca unas cuantas, al parecer un poco nerviosa.
—Val, ¿qué sucede?
Su cuerpo desnudo se gira para estar frente a mí e instantáneamente puedo notar el nerviosismo en su rostro.
—Creo que es nada... no sé... Es algo que observé hace un tiempo y no sé que pensar al respecto. Se trata de tu padre...
La escucho detalladamente y no entiendo exactamente a que se refiere, pero al parecer es algo importante.
Caigo sentado en la cama luego que ella menciona que se trata de mi padre y ella sigue mi acción para no perder mi atención.
—El día que salió tu entrevista en la televisión y que se descubrió todo lo de mi pasado, Sydney estaba en la casa de tu padre. Tú habías decidido ir detrás de Cora luego de que ella calló en el hospital y yo pensé que estaba sola con tu padre en su hogar. Pero no, Sydney estaba allí.
Los ojos de Val se ven llorosos pero sinceros y no entiendo exactamente lo que desea expresar. —Val, ese día te deje sola cuando más necesitabas de mí y fui un cobarde. Siento mucho no comunicarme...
—No, Davis. No se trata de ti y Cora. —su dulce voz me interrumpe cuando ya estaba a punto de arrodillarme ante ella y rogar por su perdón. —Entonces, ¿de qué se trata?
—No sé, creó que quizás malinterprete la situación.
La veo salir de la cama recogiendo su ropa que está en varias esquinas de la habitación. A pesar de que la noche continúa puedo verla perfectamente, gracias a las luces colgantes alrededor del yate de mi padre. Y lo que veo no me agrada en lo absoluto, miedo... miedo a decirme algo que ella cree arruinará el resto de la noche.
—Val, ven aquí. —digo y al parecer mi tono de voz ha capturado su atención porque ella se paraliza por completo luego de ponerse su ropa interior y sentarse en una esquina de la cama redonda. Rápido salgo de la cama, en segundos encuentro mi Calvin Klein y caigo de rodillas frente a ella después de ponérmelos.
Su rostro cabizbajo se ve triste y con miedo. Lo único que puedo hacer es dejarle saber que lo que sea que ella desea comunicarme no cambiará en absoluto nuestra relación.

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¡Hola!

Quiero dejarles saber que solo quedan alrededor de 10 capítulos para el final de Ilegal. Espero que me continúen apoyando con mis siguientes proyectos.
¡Gracias por tanto amor!

¡Gracias por tanto amor!

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