Valeria
—Ángel, en el pasado siempre opté por métodos un tanto violentos, era la manera en la que podía lidiar con miles de problemas y situaciones. —sus palabras capturan mis pensamientos y él eleva mi rostro para mirarnos fijamente. —Val, por Dios, dime lo que piensas, lo que tengas en tu mente.
—Aquel día tu padre y Sydney... los encontré cariñosos. No sé cómo explicarlo.Las manos de Davis encuentran mi cuello y de manera sutil calma mis nervios.
—Se comportaban como si fuesen una pareja. —terminó diciendo a la vez que él abre sus ojos sorprendido con mis últimas palabras.
—Quizás malinterprete lo que vi...Los ojos de Davis vuelven a conectarse con los míos y su rostro se acerca a mí.
—No, Val. Te creo. Te conozco y sé que no eres persona de malinterpretar ese tipo de situaciones. —su voz es honesta dejándome saber que me cree incondicionalmente. Me quedo observándolo detenidamente esperando que en algún momento comenzara a golpear alguna pared y quizás romper todo lo que se interponga en su camino. Espero... Espero... Espero...
Pero nada ocurre, solo nuestra conexión existente nos rodea y escucho su respiración un poco agitada. Mi mano izquierda llega a su fuerte pecho justo donde está el feroz lobo de ojos cristalinos. Las palpitaciones no son normales y sé exactamente que es taquicardia. La verdad no me salen palabras para poder seguir con la conversación. Todo lo que deseo saber es si él está bien.
—Ángel, ¿me puedes dar unos minutos? —su voz suena triste, pero sus ojos me dicen que estará bien. Asiento mi cabeza dos veces para dejarle saber que entiendo su pedido, y luego de él besar mi frente lo veo
retirarse lentamente hacia el baño de la habitación.Sigo sentada en la misma esquina de la cama redonda por más de media hora. Quise darle a Davis el tiempo necesario para que controle sus emociones, pero ya lleva demasiados minutos encerrado. Me levanto de la cama y termino de vestirme y cuando decido pararme para ir en busca del hombre que amo, Davis sale del baño con su rostro serio sin ningún tipo de emoción.
—Davis, ¿estás bien? —pregunto un poco temerosa a cuál será su respuesta.
Sus ojos están oscuros y me mira intensamente como si quisiera comerme.
Mi estómago se transforma en diferentes nudos y mi boca crea más saliva de lo normal.
—Val, la ira que siento es tan fuerte que lo único que deseo es enterrarme dentro de ti. Pero estoy seguro de que si te llegó a tocar en este momento no será de la mejor manera.
Su respiración está agitada y me acerco a él porque lo que deseo es abrazarlo. Lo conozco muy bien y cada vez que sucede algo que tiene que ver con su familia o conmigo el lobo dentro de él lo que desea es salir y acaparar todo lo que lo rodea.
Mis brazos rodean su cintura y acomodo el resto de mi cuerpo pegado al de él.❤️🖤❤️🖤
Pasan los minutos, su respiración se calma y él inicia la conversación. —Hablaré con mi padre. Joder Val... él es mi héroe.
—Entiendo. Es lo mejor que puedes hacer. Habla con él y escúchalo. —expreso y continuo. —Has cambiado.
Sus cejas se fruncen al no saber a qué me refiero.
—Antes, cuando te enojabas ninguna pared quedaba intacta luego de que las azotabas. —explico.El rostro de Davis se torna sutil y en un instante su boca refleja una pequeña sonrisa.
—Estoy yendo a terapia.
La sonrisa en su rostro se torna gigantesca al él confesarme que todavía visita a la doctora Melissa Farsi.
Al parecer mi rostro lo dice todo porque él de inmediato continúa su explicación.
—No es Melissa... Uhmmm... No he visto a Melissa desde la vez que ambos fuimos a su oficina.
—¿Por qué no es Melissa? Pensé que ella te estaba ayudando. —pregunto sumamente sorprendida y confundida a la vez.
Pensé que eran amigos.—Decidí buscar una mejor opción. —su respuesta significa demasiadas posibilidades y no quiero pensar lo peor.
—Davis, me conoces mejor que ninguna otra persona y sabes que cuando mi instinto me dice algo la mayor parte del tiempo estoy correcta. No quiero pensar lo peor, así que necesito que me expliques con más detalles.No sé que es lo que él irá a contestar pero ya puedo sentir los nudos que se forman en mi estómago volver a retorcerse.
—Val, por Dios. Luego de ver lo mucho que has mejorado con el doctor Lombard quise darme la oportunidad con él.
Su explicación es honesta, pero todavía hay algo que no me hace sentir del todo bien. Cuando conocí a la doctora Farsi además de enterarme que es la hermana gemela de Eva, una de las chicas del Ministerio, también supe que Davis visitaba su oficina para recibir terapia. Algo sucedió. Cómo es que de la noche a la mañana Davis decidió dejar a una profesional que lo conoce muy bien a alguien que no sabe nada sobre él en lo absoluto.
Inhalo varias veces para calmar mis emociones, pero sin lugar a dudas algo sobre esa mujer no me mantendrá cuerda hasta que Davis sea completamente honesto.
—Creo que el doctor Lombard te ha ayudado mucho. Has cambiado, para bien. —digo retirando mi cuerpo del espacio que compartíamos.
—¿A dónde vas? Deberíamos dormir un poco. Ya pronto llegaremos al muelle.
—Necesito utilizar el baño. —contesto tratando de alejarme de la situación.❤️🖤❤️🖤
En el espejo del baño se encuentra una chica joven, bonita, de ojos marrones expresivos y refleja una madurez recientemente adquirida. Continúa siendo tímida pero ha aprendido a valorarse, a darse oportunidades y a creer. Creer no solo en sí misma, ella ha tenido que aprender a creer en los demás.
Esa chica soy yo.—Ángel, ¿estás bien?
Davis toca a la puerta varías veces deseando saber mi estado. Al parecer llevo muchos minutos encerrada en el baño y él está preocupado.
—Ya estoy por salir. —le respondo relajada aunque en mi subconsciente quedan todavía las migajas de los pensamientos sobre la doctora Farsi.
Vuelvo y me miro en el espejo para arreglar un poco mi apariencia. Paso mis dedos por mi cabello y doy gracias a Dios por haber decidido tomar la sugerencia de la estilista. La verdad es que me encanta este estilo corto, además de que hace que mi rostro resalte enfocando mis mejillas y mi cuello.
Camino varios pasos para salir del baño y cuando toco la manija de la puerta para abrirla mi celular comienza a vibrar en el bolsillo de mi traje. Llevo mi mano derecha para extraerlo cuando vuelve a vibrar.
La pantalla me dice que tengo dos mensajes de texto nuevos y antes de poder abrirlos recibo dos mensajes más del mismo número que no reconozco. No sé dé que se trata, pero sin dudas debe ser alguien que me conoce para estar enviando cuatro mensajes a la vez. Presiono para leer el primer mensaje, y lo que veo hace que mis manos comiencen a temblar. Nuevamente mi celular vibra entre mis dedos temblorosos y continuo viendo las fotografías que alguien indudablemente pensó que yo necesitaba tener. Cada una de las fotos es peor que la anterior y vuelvo al principio a observar detenidamente cada una de ellas aunque mi estómago me dice que debo parar.
Escucho la manija de la puerta del baño moverse mientras Davis grita desesperadamente que abra la puerta, preguntándome a la vez si estoy bien. Sus gritos, los ruidos de la puerta, la vibración de mi celular continuan y las fotos no paran de ser desgarradoras.
Caigo de rodillas en el frío suelo dejando caer mi celular en una esquina. Arrastró mi cuerpo hasta llegar al inodoro y sin pensarlo comienzo a vaciar todos los jugos gástricos de mi estómago. Mi esófago me arde, pero mi boca se abre nuevamente para expulsar más de lo que queda dentro de mi. Es entonces cuando la puerta del baño se abre rompiendo parte del marco y Davis entra como un lobo feroz a proteger a su ángel.————————————————————
¡Hola!Ya solo nos quedan alrededor de 9 capítulos para terminar con Ilegal.
Déjenme saber que piensan.¡Gracias por su apoyo!
Amalia
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Ilegal
RomansaLa serie Inmigrante continúa con el libro 2, Ilegal. "Los secretos nos unen pero a la vez nos destruyen." Después de un año tumultuoso, las vidas de Val y Davis están separadas por trágicos secretos que han salido a la luz pública. Valeria sabe lo q...