Valeria
Desde que estoy de regreso en Seattle todos los días que han pasado me encuentro con situaciones que me hacen repensar mis decisiones. No soy una mujer totalmente madura o compuesta, pero creo que tengo suficiente corazón par ejercer lo que se me interponga en el camino de manera responsable y dejándome llevar cada día que todo lo que hago me ayuda a crecer como ser humano.
Mis padres fallecieron hace un par de semanas y por supuesto hoy en día yo he obtenido el rol de la adulta en el hogar, tomando todas las responsabilidades que conlleva tener la custodia de mis hermanos. Por otro lado también estoy por comenzar el proceso para adoptar a Zack, esto si le gano el caso a sus abuelos. Todas estas incidencias me hacen pensar que aunque solo tenga veinte años puedo llegar a madurar durante cada proceso que vaya caminando a pesar de creer aveces que estoy viviendo una locura y que el cielo en algún momento se me caerá encima.
Luego de ver a Davis marcharse como muchas otras veces lo ha hecho, intento secar mis lágrimas para regresar y ver si Sofía ya está descansando. Mi corazón está en pedazos pero en estos momentos tengo a mis hermanos que me necesitan fuerte y segura de las nuevas responsabilidades que debo ejercer. Comienzo a subir los escalones para llegar al segundo piso cuando la puerta principal se abre y al girarme a ver si tal vez Davis decidió quedarse conmigo, el rostro varonil y gentil de James me sorprende. Su sonrisa es tierna y me hace extrañar los buenos momentos que disfrute con él. En especial los días que me enseñaba a guiar a BABY, su motocicleta.
—¡Hola! —le digo tímida, pero cálidamente.
Sus ojos están puestos en mí y por primera vez desde que lo conozco lo observo detenidamente. A pesar de siempre verlo como uno más de los chicos de la fraternidad, James siempre ha sido especial para mí. Gracias a él he perdido el temor a muchas cosas que hoy en día no me hacen sentido y eso lo he implementado en mi relación con Davis. Mis interacciones con Davis al comienzo no fueron fáciles para mí, pero estoy segura de que mi amistad con James me ayudó a salir del rincón en el cual siempre me cobijaba por temor a lo desconocido.
—¿Tienes unos minutos? Creo que debemos terminar la conversación que dejamos pendiente.
Lo veo acercarse a mí de manera inusual, tímido... o tal vez preocupado. Le sonrío para hacerle entender que estoy bien, aunque creo que su inusual comportamiento puede ser que no se deba a mí.—¡Claro! Dame unos minutos voy a ver si Sofía ya está descansando, ha sido un día largo para ella. —digo a la vez que piso cada escalón con firmeza.
Luego de asegurarme que Sofía está completamente dormida me encuentro en la enorme cocina que le pertenece a los Johnson. Todavía es la hora en el que no me acostumbro en lo absoluto a vivir en este lugar. Aaron, el padre de Davis siempre me ha abierto las puertas de su hogar, pero en este instante me siento más incómoda que nunca. Mis hermanos también están aquí y la verdad es como si mi vida se hubiese complicado mil veces más de lo que ya estaba.
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Ilegal
RomanceLa serie Inmigrante continúa con el libro 2, Ilegal. "Los secretos nos unen pero a la vez nos destruyen." Después de un año tumultuoso, las vidas de Val y Davis están separadas por trágicos secretos que han salido a la luz pública. Valeria sabe lo q...