La serie Inmigrante continúa con el libro 2, Ilegal.
"Los secretos nos unen pero a la vez nos destruyen."
Después de un año tumultuoso, las vidas de Val y Davis están separadas por trágicos secretos que han salido a la luz pública.
Valeria sabe lo q...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Valeria
El arrepentimiento no solo se observa en el rostro de Davis, su cuerpo se aleja del mío como si lo estuviera quemando. Lo miro intensamente mientras él arregla exterior nuevamente para dar a entender como si nada hubiese pasado entre nosotros. Mis manos tiemblan a la misma vez que arreglo mi apariencia y escucho a Davis aclarar su garganta quizás tratando de decir algo. Sé que mis intenciones para traerlo al callejón fueron necesarias de mi parte, tenía que de algún modo llevar solo el recuerdo de Davis en este lugar. Todo lo que deseo es borrar el pasado y hacer nuevos recuerdos los cuales me permitan llevar la frente en alto y poder confrontar de manera razonable lo que la vida decida para mí y los míos.
—¿Estás bien? —su voz suena ronca y a la vez intranquila. Antes de darme la oportunidad de reaccionar Davis se acerca a mí luego de haber perdido nuestra conexión y sus ojos se detienen a solo observar mi cuello. —¿Te lastimé? Necesito saber si estás bien, espero no haber dejado ninguna marca. Su intranquilidad se mezcla con la oscuridad que nos rodea y a su entender en lo que acaba de suceder con nosotros yo he sido una víctima. Así, que es mi prioridad aclararle que la verdad me siento mejor que nunca.
—Davis, ¿que tal si salimos de aquí? —digo llevando mis manos a tocar su rostro y de inmediato el me agarra para salir en segundos del callejón.
Luego de caminar lo suficiente que mis pies comienzan a doler y la fatiga tomar el control de mis pulmones, mis pasos van reduciendo y Davis se detiene por completo ante mi inestabilidad. Mis respiraciones son extremadamente profundas y la verdad es que ya no me acuerdo si camine o corrí para llegar a este lugar, solo porque Davis quería alejarse por completo del lugar el cual su hermano tomó entre sus manos mi dignidad.
—¡Lo siento! —exclamo todavía sin aliento para darle a entender que entiendo en la posición vulnerable a la cual lo sometí.
Sus ojos me observan como si fuera una criatura extraña y creo que está tratando de hacer todo lo posible por saber lo que pienso.
—Estoy bien... Más que bien. Era algo que necesitaba de ti. Mis emociones se reflejan en las últimas palabras y siento mi garganta cerrarse por la ansiedad. —Siento... —las palabras se cortan al ver el rostro de Davis convertirse en coraje. Mi piel se eriza y sin saber que él está pensando corro hacia él y lo abrazo fuertemente. Con mi rostro en su pecho y mis brazos cruzados en su espalda llevo mi vista hacia él y solo encuentro al hombre que amo con todo mi ser en puro y doloroso conflicto consigo mismo.
Sus párpados están cerrados fuertemente al igual que sus labios perciben estar cubiertos de sombras oscuras. La verdad no sé que está pensando pero su cambio de humor me relata que hay algo que no está bien.
Lo observo por unos minutos y a pesar de que él no me está tocando y no tener sus ojos puestos en mí como siempre lo hace, su cuerpo está frente al mío mientras yo sigo abrazándolo. Noto tus labios relajarse un poco y antes de que sus párpados abran lentamente para revelar que el azul océano de sus ojos ha sido remplazado, Davis comienza a hablar.
