Valeria
La última vez que estuve sentada en la silla de cuero negro del Camaro de Davis fue hace varias semanas. El increíble olor varonil a su perfume no ha desvanecido, por el contrario, sigue navegando entre el oxígeno que ambos inhalamos. Estamos callados y los minutos que pasan me ponen nerviosa, al no saber que sucederá entre nosotros. En estos momentos lo único que me mantiene con la mente clara y despierta es la música de Macklemore que nuevamente retumban en los altavoces del Camaro.
—Te daré el tiempo que necesitas. —Davis me despierta de mis propios pensamientos diciendo exactamente lo que no quiero.
Trato de abrir mi boca para protestar pero él continúa. —Además creo que es lo mejor para los dos. —dice mientras entramos a la misma comunidad donde Ash y Nia viven.—Davis... —mi voz sale apresurada y a la vez frágil. Sin pensarlo desabrocho el cinturón de seguridad y acomodo mi cuerpo cerca de él. —Necesito que me escuches. —suplico tocando su rostro tratando de crear algún tipo de conexión.
Al tan solo mi mano tocar su rostro lo veo cerrar sus ojos de manera triste y desconsolada. Abro mi boca para continuar lo que deseo con todo corazón expresarle, pero él abre rápidamente sus hermosos ojos azules la cual hacen que falle en expresarme.—Llegamos. —el tono de su voz hace que mi cuerpo tiemble y antes de yo poder hablarle él ya se encuentra fuera del auto.
Me acomodo en el asiento del Camaro mientras lo veo hablando con alguien en las afueras de un portón en acero oscuro que no permite ver que hay detrás del mismo. Davis habla con la persona por unos minutos cuando el portón se abre a mitad y veo salir a Clay Choo el abogado de Davis, es entonces cuando me doy cuenta de que probablemente estoy por ver por primera vez en lo que será nuestro hogar.
Abro la puerta del auto y me bajo del Camaro de inmediato para estar al lado de Davis. Clay me saluda gentilmente y lo noto un poco nervioso antes de dirigirse a Davis.
—Ya está todo listo. Déjame saber si necesitas hacer algunos cambios e inmediatamente contactaré al personal indicado.—Gracias, estaré en contacto. —Davis le responde.
Mis ojos van donde Clay y el asiático de piel increíblemente saludable me da una pequeña sonrisa cálida que me hace ir hacia él y abrazarlo.
—Oh... Ah... —Clay suena sorprendido ante mi expresión.
—¡Gracias! —digo antes de voltearme y acomodarme junto a Davis nuevamente.
Siento la mirada de Davis puesta en mí como si fuera un águila, con sus ojos tres o cuatro veces más potentes y eficaz que los de cualquier otro ser humano. Nuestra conexión comienza a electrizarse a nuestro alrededor, y es como si nadie más existiera. Agarro la mano derecha de Davis para sentirlo, además de que en estos momentos lo que más quisiera es estar a solas con él.
—Creo que llegó la hora de que conozcas tu nuevo hogar. Valeria este es Tony D'Santos, gracias a él y a Clay la compra de la casa solo tomó par de días. —sus ojos no se alejaron de mí en todo momento, hasta que soy yo la que me siento un poco incómoda frente a otros hombres durante nuestra íntima conexión. Davis aclara su garganta y suelta mi mano antes de referirse a Tony.
—Tengo que hablar en privado con Clay, Tony te llevará a conocer cada rincón de la casa.
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Ilegal
RomansLa serie Inmigrante continúa con el libro 2, Ilegal. "Los secretos nos unen pero a la vez nos destruyen." Después de un año tumultuoso, las vidas de Val y Davis están separadas por trágicos secretos que han salido a la luz pública. Valeria sabe lo q...