Aprendí a Amar (Juliantina) Terminada

II

El padre de Valentina, León Carvajal, viudo, conocedor de la vida y de las mujeres, renuente al matrimonio había educado a su hija sin tapujos, así que al saber que su hija quería casarse lo primero que dijo fue,

- Quiero conocer a ese tal Lucho.

- Está bien, León. Yo le diré que venga a cenar uno de estos días con nosotros.

León la miró y analizó fríamente,

- Valentina, de verdad quieres casarte?

- Yo creo que si!

León movió su cabeza en desacuerdo,

- Una cosa es que creas y otra que de verdad lo desees!

Valentina levantó sus hombros y le respondió,

- Me gusta Lucho!

- Porqué? Por que es alto, guapo y de ojos verdes. Eso no es suficiente.

- León, Lucho es un hombre estable, trabajador. Es Discreto, tiene su propia compañía, su casa. Tiene todo para ser un marido perfecto.

Leon se levantó dió varias vueltas antes de pararse frente a su hija y recalcarle,

- Mirá, yo no tengo nada que objetar sobre lo trabajador y su estabilidad. Yo lo soy!!! Eso está bien! Pero para llegar al matrimonio se necesita más que eso. Ese Lucho hace algo más que trabajar? El trabajo no lo es todo en la vida. Sabrá hacerte feliz?
Me preocupa tu felicidad hija! No me importa si el hombre que escoges este feo, o pobre, lo que quiero es que te haga feliz.

- Ok, papá! Ya entendí tu punto.

Se acercó le dio un beso en la frente y se despidió de él, para luego encaminarse a su habitación.