Aprendí a Amar (Juliantina) Terminada

VIII

Las clases terminaron y ambas chicas se dirigieron a la cafetería, Valentina llevaba su laptop y su mochila con libros. Al ver el trabajo que Valentina hacía para cargar los dos bultos, de inmediato quitó uno de ellos a Valentina, y se lo acomodó en un hombro,

- No, Juliana no es necesario! Yo puedo llevarlos.

- Tranquila! Yo puedo hacerlo, mi bolsa prácticamente no pesa! Además que ante todo la caballerosidad femenina, ya que hasta los hombres están dejando de ser caballeros.

En ese momento la mirada de Valentina se nubló, y Juliana lo pudo notar.

- Dije algo malo?

Valentina recordó que en su luna de miel su flamante esposo la mandó a cargar su maleta y hasta la de él.

- No, Juliana! Todo está bien! Sentémonos en esa mesa.

Ordenaron sus respectivos cafés y una repostería. Hablaron de todo, de la situación política del país, de poesía, cine. Valentina se sentía muy contenta apenas estaba conociendo a Juliana y se sentía muy identificada con ella.

- Entonces eres una señora recién casada! Como te sientes con el cambio? Pregunto porque mira que he salido con varios chicos y te lo juro! Creo que renunciaré al amor!! No los entiendo!!! - al decir esto último lo dijo con una sonrisa inmensa. Valentina le correspondió, y agregó,

- Pues creo que yo tampoco!!!!

Y ambas se lanzaron una carcajada, Juliana no preguntó nada y Valentina no agregó más. Sin saber porqué solo seguían viéndose y riendo.

En un momento, Juliana le preguntó,

- Valentina, acá cerca hay un bar karaoke no se te apetece ir?

Valentina sabía que Lucho andaba haciendo una auditoría en el norte del país y que llegaría hasta el día siguiente. Así que aceptó la propuesta de Juliana.

- Creo que sí. Vamos, pues! - Juliana tomó su mano y caminó con ella hacia el lugar - al llegar acá, lo primero que hice fue buscar el karaoke bar más cercano. Me encanta cantar.

- A mi también! Aunque solo lo haga en la ducha.

Al llegar al lugar, Valentina fue a la barra y consiguió dos tragos para ellas,

- No sé porqué pero creo que te va a gustar este trago. Es una mezcla de rones nacionales. Solo en este bar lo mezclan así.

Al probarlo, Valentina hizo un gesto de desagrado,

- No te gustó? - preguntó preocupada Juliana.

Al ver su cara Valentina no pudo evitar tirarse una carcajada,

- No te pongas así Juls! Me encantó!!! Estaba bromeando- corrió hacia ella y la abrazó.

- Me la creí! Pensé que había escogido mal para ti - Valentina agarró sus dos mechas de cabello que caían a los lados y se lo acomodó detrás de sus orejas, Juliana le clavó su mirada y agregó- Por cierto me gustó que me llames así, Juls! Suena bonito.

Valentina no entendió pero cuando escuchó la última frase de Juliana sintió una sensación diferente en su cuerpo, algo así como un estremecimiento. Se sentía súper bien, tenía rato de no pasarla tan bien con alguien. Juliana pidió los micrófonos y le dijo,

- Vamos!

- No, Juls! No puedo hacerlo!

La música de vivo por ella comenzó a sonar y Juliana comenzó a cantar, al terminar hizo un gesto a Valentina para que siguiera con la siguiente parte. Valentina ya estaba montada en la yegua, así que solo le quedó jinetearla, así que comenzó a cantar.
En ese momento fue como que no había nadie más y ellas eran ellas dos solas ahí, cantando una a la otra. Al terminar la canción espontáneamente se enredaron en un abrazo. Luego se sentaron nuevamente en la mesa.

- Cantas muy bonito, Juls!

- Tu también, Val!!

- Val?? Me gusta también!! - y nerviosamente sonrió- Oye Juls ya es tarde debo regresar a casa.

- Ok, yo también! Si no mis Padres se preocupan.

Platicaron unos minutos más para luego despedirse e irse cada quien a su casa. No sin antes darse un abrazo.  No tenían ni 24 horas de conocerse, pero la química entre ellas era innegable! Parecían dos viejas conocidas compartiendo un tiempo juntas.