XXV

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Valentina estaba  en su casa, Lucho para variar andaba por el occidente del país trabajando y prefirió quedarse a dormir por esos rumbos.

Su padre religiosamente la visitaba cada tres dias y a la misma hora, sabía que en pocos momentos sonaría el timbre de la entrada principal. Valentina había entendido que si bien ella sufría por ese matrimonio sin sentido, más lo hacía Juliana por lo que decidió hablar con León, su padre.

León llegó como siempre puntual, de buen estado de ánimo, feliz y ufano porque los últimos meses podía ver la felicidad de su hija. Sabía que en un inicio las cosas con Lucho no estaban bien pero ahora estaban mejor y eso lo reflejaba la cara de felicidad de su hija.

Leon entró y se sentó y como siempre preguntó por su marido,

- Y Lucho? No me digas, se quedó otra vez en los departamentos.

Valentina afirmó con su cabeza,

- Que maldita maña la del comelón dejarte tanto tiempo sola!

Valentina se sentó frente a su padre,

- Papá, sé que te voy a dar un inmenso disgusto...

Leon se puso en guardia,

- Qué cosa pasa? No te andes con rodeos. Por la expresión de tu cara se que es algo grave!! Fuiste al médico porque todavía no sales embarazada? Tienes algún problema?

- No, no eso!!! Y no, nome interesa tener ningún hijo con Lucho!!!

Así a lo bruto lo dijo, sin ambages, León se levantó como si le hubieran hincado el culo,

- Qué pasa aquí?

Lo dijo sin problemas,

- No amo a mi marido!!!!

Ya!! Lo había dicho! León la miró muy serio primero y luego le sonrió con ternura,

- O sea quieres el divorcio? Puedo saber la causa?

Se las dijo, no omitió detalles, le habló de su inexperiencia, de su virginidad mantenida, de la ausencia de placer sexual, busco frases piadosas pero igualmente expresivas.

Leon que venía ya de vuelta, la enfrentó,

- Te voy a decir algo, Valentina! Una mujer no habla así de su marido, salvo que ame a alguien más. Y según me parece si no hubieras encontrado a alguien más ahí seguirías intentándolo con el cerdo de Lucho! Que me perdonen los cerdos por compararlo.

Leon la miró recriminador y agregó,

- Yo no me chupo el dedo, ni me babeo, ni me cago en los calzoncillos!!! Por la experiencia que he tenido, debo decirte que tienes un amante!!

Se acercó a ella, y con cara adusta le remarcó sus palabras,

- No me gusta que tengas un amante! Dejas al inservible de Lucho ahorita mismo!! Existe otro en tu vida? Está bien! Pero te libras de Lucho, que por muy bruto que sea, tiene que saber que el contigo nunca va a tener nada. Así que corre a recoger tus cosas y nos vamos que nada tienes que hacer aquí! El abogado se encargará de la anulación, porque está farsa ni a divorcio llega!

- Pero León!!

- Nada de León! Ahorita soy papá!!! - luego suavizó el tono de su aireada voz,

- Mi niña solo se vive una vez! Y debes vivirla como lo desees y lo necesites, ok? Nada de engaños, ni mentiras, ni falsedades, ni infidelidades. Las cosas deben ser claras y más claras que el agua. No me gusta que tengas un amante, y es obvio que ese amante te ha dado la felicidad que Lucho no pudo! Lucho te perdió sin haberte tenido! - golpeó su hombro con ternura - ve a buscar tus maletas.

Aprendí a Amar (Juliantina) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora