Aprendí a Amar (Juliantina) Terminada

XIV

Ese día León llegó de sorpresa a visitar a Valentina, Lucho se había quedado en la costa atlántica por lo que le alegró la visita de su padre pero igual le preocupaba ya que podría leer en sus ojos, lo que ella ocultaba: el fiasco de matrimonio en el que se había metido.

- Hola, mi hijita!! Como está todo? - preguntó mientras buscaba con la mirada a su yerno.

- Lucho no está, esta noche se queda en Puerto Cabezas.

- Una esposa necesita su marido junto a ella. No es bueno que quedes tanto tiempo sola.

- Papá, debe trabajar, el dinero no crece en los árboles.

- En eso tienes razón!

- Has hecho unos cambios en la casa, se mira mejor. Lucho no se molesta?

- Para nada!! Puedo hacer lo que sea. La verdad que ni cuenta se da! (Se dijo a sí misma)

Leon se acercó y le dijo,

- Me alegra que estés contenta!!

Valentina no podía creer como su padre siendo tan inteligente creyera su mentira. Hablaron un poco de todo, después de marcharse, se sentó a ver televisión y su puso a ver la primera temporada de Vis a Vis, cuando su teléfono sonó,

- Hola Val! Es Juls! Fijate que mis padres viajaron al Norte, como mañana es sábado y no hay que ir a la Universidad pensé que si podías tal vez podríamos reunirnos. Que te parece?

- Pues Lucho está fuera de la ciudad, mi papa acaba de marcharse, así que tengo todo el tiempo del mundo. Que piensas que podemos hacer?

- Por que no te vienes a mi casa, tomamos unos jugos y luego juntas decidimos.

- Me parece un buen plan, voy para allá.

Valentina sin saber porqué fue a su closet, escogió un conjunto y unas botas vaqueras blancas que le celebraban siempre que lo usaba. Por alguna razón, quería verse particularmente guapa.

Al llegar a la casa de Juliana, la encontró más bonita que siempre usaba una blusa de franjas de colores vivos y unos pantalones color rosa.

Inmediatamente estuvieron frente a frente se dieron un abrazo prolongado, ambas disfrutaron el contacto de su cuerpo.

- Pasa Val! Estas en tu casa!

- Gracias!

Valentina pasó y se sentó en su sofá.

- No, ven a mi cuarto ahí me siento más cómoda.

Al entrar le gustó la decoración,

- Me gusta tu cuarto, Juls! Es muy acogedor.

Juliana señaló su cama,

- Vamos para allá - se quitaron sus botas y se recostaron. - Que quieres ver?

- No sé! Escoge tu - respondió Valentina.

- Ok - Juliana encendió el TV y buscó una película, escogió insidious IV Valentina que no la había visto antes dijo que estaba bien. A medida que la película avanzaba, se iba poniendo más terrorífica. En la escena de La Niña abriendo la puerta con la llave, Valentina gritó,

- Quítala!! No quiero ver!!!

- En serio tienes miedo? No te creo!

- No, Juls! Quítala!

- Quítala tú!

Y Juliana como si fuera una pequeña de 7 años comenzó a correr alrededor de su cuarto con el control remoto en alto,

- No me agarras!!! - y hacía muecas a Valentina, en una de esas, cuando Juliana estaba cerca de la cama, Valentina se abalanzó sobre ella como jugador de fútbol americano, haciéndola caer de espaldas sobre la cama, se sentó a horcajadas sobre ella, quitó el control y apagó la televisión. Tomó a Juliana por las muñecas y la inmovilizó,

- Ya vistes? A mi no me ganas - le dijo retadora.

Ambas respiraban agitadas cansadas por la carrera que habían dado. Juliana ya no dijo nada más, se quedó callada, viendo a Valentina sobre ella, estaba tan cerca, sus ojos azules brillaban más que de costumbre y sus perfilados labios rosados invitaban a un beso. Valentina soltó sus manos, apartó el pelo que estaba cubriendo la cara de Juliana, sus respiraciones se sincronizaron y sin decir nada, sus caras se fueron acercando poco a poco, hasta juntar sus labios en un tierno y tímido beso. Quien lo comenzó, no se sabría decir, el beso suave, casto, dio lugar a un beso voluptuoso, erótico. Ninguna a pesar de haber besado a otros chicos habían sentido lo que estaban sintiendo, sus respiraciones y corazón acelerados, sus cuerpos completamente estremecidos por el contacto de sus labios. Poco a poco fueron perdiendo la timidez y sus manos entraron en acción, se acariciaron con delicadeza, con respeto. En eso sonó el teléfono e interrumpió el beso, Valentina se levantó, fue al buró, tomó el teléfono el cual pasó a Juliana,

- Si, mamá! Estoy bien! No te preocupes Valentina mi amiga de la universidad está conmigo. Ok, buenas noches, mamá!

Valentina estaba de espalda a Juliana, con el puño de su mano derecha en su boca,

- Valentina, discúlpame! No se que pasó! Jamás había hecho algo así!

Valentina se volteó y le dijo,

- No, Juls! No te disculpes. Creo que es mejor que me vaya. Ok?

Juliana bajó su cabeza y asintió,

- Está bien, Val! Te acompaño a la puerta.

Y así sin mediar muchas palabras Valentina partió dejando confundida e inquieta a Juliana.