Noviembre Vil

Zombizou

Caline Bustier rodeó con sus brazos a su alumno, le dolía mucho ver a un chico tan dulce como Adrien Agreste sufriendo por no tener amor en su casa. El modelo había acudido a ella pues ya no soportaba sentirse solo y debía hablarlo con alguien.

—Todos demuestran amor a su manera Adrien, no pienses que tu padre te desprecia por no estar a tu lado todo el tiempo... Estoy segura de que siempre vela por tu bienestar, aunque no lo veas —decía la mayor tratando de animar al muchacho, acariciaba su espalda mientras escucha leves sollozos que se le escapaban.

Dejó escapar un suspiro y levantó la vista notando una peculiar criatura acercándose a ellos.

—¡Akuma! —gritó horrorizada tomando al rubio del brazo bruscamente para llevarlo atrás de ella—. Aléjate, no dejaré que te aproveches de alguno de mis estudiantes.

—¡Señorita Bustier!

—Corre Adrien —suplicó la pelirroja mirándolo angustiada. Distracción perfecta que la mariposa aprovechó para adentrarse en su collar. Al ver esto el aludido huyó sintiendo gran pesadumbre en su corazón.

—Zombizou, espero me recuerdes como el hombre que te ayuda a cumplir tus metas... Hoy te devuelve el poder de hacer amar a todos los habitantes de París y por supuesto... Eso incluye a Gabriel Agreste.

—Ese insensible hombre aprenderá a amar —enfatizó con gran determinación.