Glaciator

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Marinette bajó de la cama resignada, solo quería lamentarse en su habitación como María Magdalena, pero al parecer Hawk Moth no podía quedarse tranquilo. Transformada en Ladybug empezó a saltar y columpiarse con ayuda de su yo-yo, no tardó en encontrar al responsable del caos en París.

Justo en el centro de una avenida vio a su fiel compañero usando su bastón como escudo contra los disparos de Glaciator. Sin dudar dio algunos pasos hacia él, lanzó su yo-yo enrollando en su cintura y lo haló hacia ella para alejarlo del peligro.

—Miau... Excelente momento para llegar, mi lady —Mencionó el rubio con una sonrisa juguetona en su rostro.

—Deja de parlotear y escucha, ¿recuerdas la gasolinera abandonada?

—Está a cinco calles de aquí —respondió Chat sin entender, observó la expresión decidida de su compañera y entonces entendió—. No pensé que las cosas se calentaran así, pero si insistes...

Ladybug cambió su expresión a una de molestia, dejó caer su yo-yo en la cara del rubio y sonrió divertida al ver la expresión del otro.

Instantes después Chat Noir estaba siendo perseguido por Glaciator quien no se percató de que iba directo a una trampa. Cuando el héroe gato se aseguró de que el enemigo estaba dentro del círculo de gasolina pegó un brinco afuera y enseguida Ladybug uso el encendedor que le dio el Lucky Charm para encerrar al gigante en un círculo de fuego, ambos protectores del París permanecieron juntos mientras escuchaban las quejas de Glaciator, el ánimo de la azabache decayó cuando le recordó la causa de su tristeza. André había presenciado el rechazo de Adrien hacia ella como Marinette y se dejó akumatizar al lamentarse por haber errado al creer que estaban hechos el uno para el otro.

Cuando el helado se derritió Chat Noir se acercó a André para alejarlo del fuego y con su cataclismo destruyó la cuchara para helados alertando a su compañera. Rápidamente Ladybug volvió en sí y logró capturar el akuma.

—He aprendido que es mejor la honestidad a que jueguen con tus sentimientos, engañar e ilusionar a alguien puede ser peor que rechazarlo en un principio. Solo nos queda resignarnos y esperar que llegue algo mejor.

La heroína de coletas mostró una sonrisa triste y suspiró, usó el Miraculous Ladybug y se despidió de ambos.

Tal vez había algo bueno en la aparición de los villanos, siempre le enseñaban algo y esta vez no fue la excepción. El rechazo no es el fin del mundo, es una oportunidad de avanzar.

Noviembre VilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora