Chico Famoso

10| Aliadas

-Pero mira a quien tenemos aquí, a la mentirosa -la mujer sonrió.

-Irene -la nombró JiSoo. La mujer contaría había cambiado bastante al parecer sus cabellos castaños ahora rubios, y sus ojos pasaron a color miel -al parecer tu lentillas, no te cubren Irene, cualquiera te podría reconocer -.

-Eso es lo que menos importa querida -la mujer teñida se encogió de hombros - a tus fans les encantó tu nuevo look, sabes que soy buena estilista-los tacones resonaron sobre el suelo de mármol del restaurante.

-Claro que les iba a encantar, todo lo que lusca o ande es perfecto hasta el mínimo desliz-con la palma de su mano acaricio las puntas de su cabello que rosaban su hombro.

-Hasta que se den cuenta de cierto desliz, no creo que estén muy feliz de tu embarazo, querida -se colocó detrás de la mujer de cabello corto, y de su cartera sacó un papel doblado, lo colocó sobre la mesa -sabes, una mujer sabe siempre conseguir lo que quiere -susurró en el oído de la contraria.

-No te creerán - Al menos de eso estaba muy segura -y esos papeles -con su dedo empujó la prueba de embarazo - creerán que son falsificados, ya lo hiciste una vez, no te creerán está, Irene.

-Tienes razón -el momento era tenso y tener aquella mujer a su lado, y sin poder evitar que alguien más se la quitará de encima era peligroso. - Pero no crees mi querida JiSoo, que si tengo a tu doctor de mi lado me creerán-.

-No creo que sean tan estúpidos para creerte, Irene, mi querida Irene - la mujer se levantó empujado la silla - Quien va a creerle a la mujer que difamo al amado por todos, o recuerdas como el idiota de J-hope tuvo que retirase por que una estúpida como tu, lo acusó de violación y aún mucho peor de estar embarazada. Dime ahora Irene. ¿A Quien le creerán? A su dulce JiSoo que ama a sus fans y daría la vida por ellos -con sus manos acuno su rostro -o a una idiota que arruinó la carrera de un gran hombre- la miro de forma despectiva para después tomar sus cosas -Piénsalo Irene tienes a las de perder.

Y antes de poder salir JiSoo de aquel restaurante. Irene hablo.

-Sabes JiSoo por más que trates de ocultar cosas del pasado -Se acercó a la mujer poniendo su mano sobre la de la contraria en la manija de la puerta. -Hay detalles que siempre salen a la luz -quito la mano de JiSoo de la manija, y con su mano derecha le pasó un sobre -adiós querida. Piénsalo, ¿Aliadas?

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Empujó con un poco de fuerza la puerta de su departamento, lanzó su bolsa sobre uno de los sillones blancos.

Rasco una de las esquinas del sobre; de allí mismo sacó un pequeño papel adecivo pegando a un fotografía.

No podrás ocultar a tu hijo por mucho tiempo, JiSoo.

Con cuidado giró la fotografía, allí salía un pequeño niño, de cabellos castaños, unos lindos ojos claros achinaditos, de piel clara. El bebé no tenía más de un año.

Claro como no iba a reconocer a ese pequeño y lindo bebé.

Era el suyo.

El que había tenido por un pequeño error. Uno terrible nisiquiera sabía quién era el padre.

Se sentía horrible.

Pero no se arrepentia de su pequeño error, su error de una bella sonrisita tierna.

Esa tarde había sido invitada por una amiga, todos estaba muy entretenido aunque algo le parecía curioso, estaba muy segura que sólo abrían personas de su generación, pero no, habían mayores que ella y menores.

Los recuerdos de esa noche eran bastantes borrosos, y los pocos "claros" que tenia se resumía a dos ojos, una sonrisa muy parecida a la de su hijo, y unas firmes manos sosteniendola de las caderas de allí, nada.

Al día siguiente recuerda haberse levantado de una cama, en el cuarto de invitados, sin prendas puestas, y por más que busco el condón usado no lo encontró tampoco levantaria las sábanas para ver si su acompañante todavía lo tenía puesto.

Ojalá y sí.

Pero una desgracia.

Al parecer no.

Ocultar su embarazo no fue un problema hasta los cinco meses donde su pequeño abdomen se empezó a inchar, la farándula dijo «JiSoo está subiendo de peso». Peso con regalo incluido.

A los seis mese dio a conocer que estuvo enferma y que había sido un problema un poco grave de salud, que la retiró por un mes de las cámaras.

Al séptimo anuncio que se estaría planteando sus nuevas canciones para el nuevo álbum y la tendría ocupada, sus publicación eran constantes, por obvias razones sólo de perfil, y su mánager lo prefería así.

No quería arruinar su carrera.

En el octavo su pequeño se quiso adelantar y nació, su pequeño, prematuro. El parto la había dejado un poco débil y bajar de peso no fue problema nisiquiera se notaban las dos libras que subió, aunque su rostro de torno pálido, y las pequeña pero notables ojeras hizo que tuviera que publicar fotos viejas que tenia pero nunca se subieron.

Un poco asustada, salió de su departamento, por la puerta de emergencia hacia el garaje, donde de sus llaves hizo pitar un feo carro modelo 2014 pasaría muy desapercibido.

Salió por la autopista, tomó una de las tantas intersecciones.

Del tablero del carro tomó un pequeño control negro, colocó la clave y las compuertas del estacionamiento se alzaron.

Abrió la puerta que conectaba el garaje con la cocina, pasó de largo, hasta la sala donde allí estaba su pequeño bebé, con grandes almohadones azules a su alrededor y juguetes.

-Hola bebé, Mami ha llegado -levantó al bebé, del suelo. Este vestía un pequeño oberol color mezclilla, con una camisita manga larga a rayas.

Dejó un beso tronado, en la pequeña mejilla gordita, sacándole una carcajada al niño.

-Mi conejito mami está feliz de verte, sabes creo que ya es hora de que mami pueda pasearte como se debe.

- ¿Mami? -el bebé hablo con poco de dificultad.

Todavía no hablaba perfectamente.

- Sí, bebé, Mami. -la mujer con cuidado camino al rededor de alguno de los juguetes, hasta acercarse, a uno de los cuadros-Creo que es hora, de sacar algunas cuántas cosas a la luz -empujó para arriba la pintura para desprender la de su sostén.

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