••EPÍLOGO••

6.2K 340 40
                                    

Epílogo


3 MESES DESPUÉS





—¡Quieren moverse! ¡Porque si siguen así las echaré de la escuadra!— les hable como mucha autoridad a un par de chicas que actuaban como unas tontas.

—Eso hacemos Azu... Capitana.— me dijo la muy estúpida.

—¡Eso espero, porque yo no haré el ridículo con ustedes y a la que no le parezca puede largarse ahora!.

Laura se acercó a mí y me tendió una botella con agua.

—Bájale 2 rayitas capi, lo estas haciendo muy bien.

—Laura no te burles, ¡Y ustedes a practicar!.— me dirigí a las chicas que estaba en la escuadra.

—No lo hago, te juro.& Laura me dió un sonrisa.— ¿Vienes a la fiesta?.

—No puedo sabes que tengo que ir con mi madre.

—Claro pero siempre es lo mismo Blue, desdé hace más de 2 meses que te metiste en el mundo de la moda ya no sales con nosotras.— las palabra de Laura fueron más de reclamo que otra cosa.

—Pues con más razón deberías de entenderme Laura, eres mi amiga— ella negó con la cabeza.

—Pues no lo hago Azul, has cambiado mucho y esta nueva Azul no me gusta.

Laura comenzó a caminar hacia las intalaciones de la escuela, quizás ella tenía razón, yo había cambiado pero a ella jamás la habían lastimado como a mí.

—¡Parecen unas tortugas!, ¡Quiero ver ese movimiento nuevamente!.

Volví a gritarles y ellas al escucharme, volvieron a repetir el movimiento.

—Pareces toda una bruja.— me gire para ver el dueño de aquella voz.

—Cállate idiota, que no vez que si ellas me ven débil jamás me van a respetar.— le dije en voz baja a Michelle.

—Ohh claro, ven acá cariño.

Michelle me acerco a él y me rodeo la cintura con sus brazos.

—Te vez tan sexy con ese traje de porrista.— me habló muy cerca del oído— Me encantaría quitarte de encima.

—Basta Michelle, que no ves que estoy trabajando.— le di un leve golpe en el hombro.

—Oh claro cariño, yo también tengo que irme solo vine por un beso.— Michelle me besó y después se separó de mi.— Toma es para ti.

Michelle me extendió una barra de chocolate.

—¿Es tu favorita, no?.

—Claro, gracias.

—Okay nos vemos más tarde.

Michelle volvió a besarme y se fue.

Media hora más tarde estaba tendida en el césped exhausta, el entrenamiento había sido muy pesado. Estaba por levantarme cuando Jenna llegó corriendo, se paro frente a mi con las manos apoyadas en las rodillas y su respiración agitada.

La gran mentirosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora