800 días -《Yoonmin - Omegaverse》

Capítulo Catorce

2016/Julio/15

Día 39

—¡Hyung, no puedo creer que haya pisado mi mano!

—¡Vamos! Sacamos la mejor nota a pesar de ello.

—Eso no quita el hecho de que me haya dolido.-suspiró el menor-. Es increíble que hayan creído que era parte de la coreografía.

—Actuaste de manera magnifica que hasta yo me lo habría pensado.

—Si pero ¿Quién metería algo así en una coreografía? Además, estoy seguro que más de uno habrá notado que realmente me pisaste.

—No sé ¿Gente que es masoquista?–dijo restándole importancia–. Dudo que alguien lo haya notado.

—¡Hyung!~

—Ya, ya, ven dame tu mano.

Jimin algo dudoso le dio la mano y esta fue tomada por el alfa para que después un beso fuera implantada en ella ocasionando un leve sonrojo al omega.

—¿Hyung...?

—Así ya no dolerá.–comentó sonriendo aún con la mano del omega cerca de sus labios y dando leves masajes en está.

—Vaya, jamás pensé que ustedes tenían ese tipo de relación.

Ambos voltearon para encontrarse con la profesora Sung observándolos detenidamente, en especial a la mano del omega cerca de los labios del alfa.

Jimin aparto su mano un poco apenado de que lo hayan encontrado en esa situación.

—Profesora Sung...–susurró el omega.

—He visto a muchos de mis estudiantes en todo tipo de relaciones por lo cuál no me sorprende pero no vine para hablar de su relación si no de otro asunto.

—Solo para aclarar, Jimin y yo somos amigos.

La alfa asintió no muy convencida.–Vine para decirles que esa pisada de mano debió quitarles puntos sobre su calificación.

—¡Te dije que alguien lo había notado, hyung!–reclamó el rubio haciendo leves pucheros.

—¡Y yo te dije que yo pensaría que era parte de la coreografía!

La alfa sólo veía con un poco de gracia la pelea de sus estudiantes, a pesar de ser muy estricta durante sus clases  solía bromear a menudo con ellos.

—Jóvenes.–habló con tono calmado.

Los dos voltearon a verla.

—Como dije, debió quitarles puntos pero por la forma en la que Jimin manejó la situación habla del buen bailarín que es.

El rubio al escuchar aquello no pudo evitar sonrojarse y que su omega se sintiera orgulloso mostrando el pecho.

—Por lo cuál merecían puntos a su favor y sin quitar el hecho de que su coreografía fue de las mejores, felicidades.

La alfa revisó el reloj de su muñeca.–Bueno me retiro, buen trabajo.

Diciendo eso se fue.

—¿Alguna vez imaginaste aún estar con vida para presenciar lo que acaba de pasar?

—No, sin duda debo escribirlo para la historia.

También la alfa era conocida por no dar elogios a sus alumnos, en todo caso eran escasos los que escuchaban tales palabras de su parte.

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Después de tan sublime escena el par decidió ir a la cafetería para meter algo en sus sistemas después de tal exhaustivo baile.