800 días -《Yoonmin - Omegaverse》

Capítulo Diecisiete P.t 2

No sabía cuanto tiempo había pasado pues me había quedado dormido así que cuando abrí los ojos ya era de noche, parpadee varias veces para despertarme. Yoongi aún seguía cargándome e inconscientemente restregué mi rostro en su espalda soltando un leve ronroneo.

—Veo que despertaste.

—Lo siento.

—No te preocupes, me alegro que hayas podido dormir.

—¿Cuánto tiempo ha pasado?

—No mucho, quizá un par de horas.

—¿Y aún...?

Yoongi negó–.Siento que estamos caminando en círculos y súmale que ya es de noche y no se puede reconocer nada.

—Opino los mismo.–escuché decir a Hoseok–. Siendo honesto, deberíamos dejar de caminar.

—Apoyo a Hoseok hyung.–habló Taehyung–. Llevamos mucho tiempo caminando y no se si estamos cerca o nos alejamos más.

Yo por mi parte me aferraba más a la espalda de Yoongi mientras que un miedo se instalaba en mi pecho, Yoongi pareció notarlo y me acarició la pierna derecha.

—Vamos a estar bien, estoy contigo.

No sabia a que se refería con que estaba conmigo pero de alguna forma pudo calmarme un poco.

—Debería descansar hyung, lleva mucho tiempo cargándome.

—No estoy cansado por cargarte si no por caminar mucho, hoy he caminado todo lo que no he caminado en mi vida.

Solté una pequeña risa por su comentario.

—Descansemos aquí.–dijo Hoseok de repente.

Yoongi se acerco donde su amigo y lentamente dejó que me bajara, una vez que toque el suelo Taehyung se me acercó y me hizo sentarme a su lado.

—¿Y ahora?–Preguntó Tae–. ¿Nos quedaremos hasta el amanecer?

—Sería los más prudente, no conocemos el lugar y seguir caminando en la noche sería peligroso.–dijo Hoseok–. Además deben estar buscándonos y movernos sólo ocasionaría que no nos encontraran.

Asentí por lo que dijo Hoseok, tenía razón, si continuábamos sólo nos perderíamos más. Solté un suspiro y me abrace a mi mismo, estaba empezando a hacer frío y yo no era muy tolerante a los climas fríos aunque los prefería mil veces más que a los calurosos, solo quería acurrucarme en la cama pero quizá eso no ocurriría hoy.

Estábamos en un silencio incomodo y lo único que podíamos escuchar era el viento soplar y el de las cigarras cantar, hasta que pensé en algo.

—Tae ¿Aun tienes el mapa contigo, verdad?

—Si. ¿Por qué?–dijo mientras me lo mostraba.

Lo agarré y lo observé intentando orientarme–.Bien según esto, estamos aquí.–señale un punto del mapa mientras que los demás me prestaban atención–. Y según por el Oeste hay un camino para el cam...