El grupo donde viaja la sacerdotisa que todos conocemos sigue en su búsqueda de los fragmentos, pero un día reciben una noticia sobre Sesshomaru que los dejó perplejos. Aome decidió ayudarlo aunque fuera "el enemigo" e Inuyasha se empezó a poner cel...
Aome sacó los dos vestidos y los miró por un momento, le encantaba el rojo pues era muy provocativo y eso le ayudaría para joder a Sesshomaru, pero el dorado era más elegante con un toque de atrevimiento. Sin saber cual usar se sentó en la cama frustrada. Esta noche sería larga así que tenía que elegir con cuidado.
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Tomó el vestido rojo sin duda iba a joder a Sesshomaru, pues de hoy en adelante su "sirviente" personal sería Abaddon y Naraku sería su consejero. Se puso crema corporal y seguido de eso el vestido, se alacio el cabello y se hizo un peinado sencillo pero que lucía bien, tomó una lata de fijador y el tubo donde tenía la crema para poder hacerse los rizos, se miró al espejo y le encantó el peinado.
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Se puso rubor, máscara de pestañas, labial y se delineó. Algo en su interior le decía que tenía que verse lo mejor posible.
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Tomó el collar que le regaló Irazue para de igual forma ponérselo, seguidamente se colocó unos pequeños pendientes en forma de perla, y unas sus zapatillas que había comprado con anterioridad.
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Se levantó de la cama y observó su resultado en el espejo que yacía en la habitación. Tal vez la novia debía lucir más que nadie, pero la belleza que poseía Aome en ese momento era insuperable, definitivamente atraería la mirada de todos. Rocío un poco de perfume con aroma floral en ella y salió de la habitación pues sabía que los invitados ya estaban cerca, su energía la podía sentir. Al salir de la habitación se encontró a Naraku saliendo de la suya, él al verla solo atino sonrojarse y darle una gran sonrisa, Aome se la devolvió y caminó hasta las puertas del salón para comenzar a recibir a todos.
