SIN PENSARLO ME ENAMORÉ DE TI -Sesshomaru y Aome-

Capítulo 33

Habían pasado exactamente 4 semanas desde que Sesshomaru y Aome se habían quedado en el castillo del norte, Sesshomaru ya había arreglado los conflictos con los lores del este y sur. Aome por su parte viajaba a las aldeas cercanas para ayudar a los enfermos, todos los aldeanos al verla llegar le preguntaban por el Youkai Ryû a lo que ella contestaba que había muerto en una batalla y que ahora el Lord del oeste era dueño de esas tierras, todos palidecian, Sesshomaru tenía mucha más mala reputación que la que tenía Ryû, Aome al ver sus rostros los tranquilizaba diciéndoles que ella también era la dueña cosa que les extrañaba pero a la vez los calmaba.

Lilith: Lady Aome hoy regresan a su palacio ¿no es así? *Aome asintió mientras curaba al último enfermo*
Aldeano: ¿Así que usted está casada con ese demonio? *Habló el anciano viendo fijamente a Aome*
Aome: Sí, así es. *Dijo con una sonrisa*
Aldeano: ¿Qué es lo viste en él para casarte? Me refiero a qué tú eres una sacerdotisa y él un demonio, por naturaleza no se deben llevar bien.
Aome: Bueno ustedes los aldeanos siempre juzgan antes de conocer bien a los demonios o semi demonios, todos en el palacio del norte y del oeste son educados y respetuosos.
Aldeano: Mentira *Aome le ayudó a levantarse* Esos malditos nos atacaban para robarnos nuestros víveres.
Aome: Ya veo *dijo mientras lavaba el pañuelo que había usado para limpiar la sangre seca que tenía en el cuerpo* pero eso es porque tuvieron un muy mal líder y ellos solo seguían sus órdenes.
Aldeano: Pero el dueño de las tierras del oeste es peor, mata por gusto y odia a los humanos.
Aome: Si odiara a los humanos no se haya casado conmigo *dijo sonriente* es cierto que tiene un pasado oscuro *exprimió el pañuelo*  pero ellos pueden cambian, también tienen sentimientos *le entregó el cuenco con agua a Lilith para que fuera a tirarla y lo lavara* verá que todo mejorará, le doy mi palabra *dijo por último antes de salir de la cabaña con una sonrisa*

El aldeano solo se quedó callado, la miko tenía razón, se levantó del futón y miró asombrado como sus heridas habían desaparecido y ya no sentía nada de dolor.  Aome y Lilith caminaban entre los aldeanos que hacían reverencia al ver a la Lady del Norte y Oeste.

????: ¡Aome! *Gritó una joven hanyou para seguidamente abrazar a la miko por detrás*
Aome: Mitzuki que alegría verte *dijo con una sonrisa*
Mitzuki: Últimamente te gusta juntarte con youkais *dijo mientras miraba con un pequeña sonrisa a Lilith*
Aome: Oh lo lamento, Mitzuki ella es Lilith la sirvienta a cargo del palacio del norte, Lilith ella es Mitzuki una amiga mía y de Sesshomaru.
*Ambas hicieron reverencia con una sonrisa adornando sus rostros*
Mitzuki: Me dió gusto verte Aome, espero pronto ir a visitarlos, Naraku ha estado insoportable diciendo que extraña estar contigo. Por cierto muchas felicidades. *Aome puso cara de confusión cosa que a Mitzuki le dió risa* nunca cambias, eres muy despistada.

Sin más se fue del lugar rápidamente dejando a Aome con la intriga, miró a Lilith quien solo sonrió nerviosa y caminó rápidamente en dirección al palacio.

Aome: ¿Tú sabes qué es lo que sucede? *Preguntó con obviedad*
Lilith: N-no sé de qué habla *su nerviosismo se podía ver a leguas*
Aome: Lilith no soy estúpida, sé cuándo mienten.
Lilith: *Suspiró rendida y se detuvo para mirar a su Lady* Bueno he notado que cuando cura a los enfermos y su energía baja un aroma distinto se desprende de usted, es como si un campo de energía estuviera ocultandolo y protegiéndolo cosa que se debilita al usar sus poderes tan seguido.
Aome: ¿A qué te refieres?
Lilith: No estaba segura por eso no le había dicho nada, hasta hoy que esa chica pudo notarlo también. *Aome la miró impaciente* U-usted está preñada.

La cara de Aome era un total poema, realmente se le había olvidado llevar sus cuentas de cuando le tenía que llegar y no notó que ya se había retrasado. Comprendió el porque se sentía tan cansada y con pocas náuseas y mareos, ella pensaba que era porque había estado consumiendo mucha energía pero el que consumía su energía era aquel ser que se iba formando en su interior.