Capítulo 13

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Quería que gritara o lanzará el cojín del sillón a su dirección con fuerza, descargando un poco del coraje o dolor que podía sentir al saber la verdad. Pero en cambio, Gwen solo lo seguía mirando en silencio desde la esquina de su habitación.

La chica rubia tenía una pose relajada. Con las piernas cruzadas y las manos unidas encima del cojín marrón. Dando la impresión de ser una recién egresada que esperaba pacientemente en una entrevista de trabajo.

Desde hace una media hora, la joven de cabello rubio y mirada azul, tomó asiento en el sofá individual de la habitación de Peter, solo para escuchar desde los propios labios de su novio, como mantenía un segundo noviazgo con la chica que se topo en el pasillo cuando llegó.

—¿Podrías decir algo?. Tú silencio me está matando.—suplico Peter.

Odiaba la tensión y el suave golpeteo que Gwen acababa de iniciar con sus botines planos.

—Espero que lo esté haciendo lenta y doloroso mente—respondió Gwen con frialdad.

Por fin había tenido el valor para hablarle a Gwen de Michelle. Comenzó desde como eran compañeros en preparatoria, como se hicieron amigos y posteriormente novios. Como la había perdido junto a su mejor amigo Ned en el chasquido de Thanos hace cinco años, hasta concluir con el regreso de ambos.

—Cuándo fui con mi amiga Sally para que me ayudara con la decoración de la obra, me dijo que te había visto con una chica en el patio de la universidad, besándote ¿Era ella?— preguntó y Peter asintió en respuesta, entendiendo porque la actitud enojada que mostró Gwen en la biblioteca ese día—Pensé que solo lo decía para herirme o molestarme. Jamás cruzó por mi cabeza que me fueras a ser esto... Es decir, hice mis cálculos antes de empezar esta relación y tu... Eras el menos probable de que me hicieras ésto.

—Gwen, lo siento tanto—se disculpo con sinceridad.

—Y yo siento haber empezado esto, haber confiado en ti—dijo seria. Sin ninguna lágrima resbalando por su rostro, ni mucho menos con un corazon martillado contra su pecho- Talvez no estuviste en muchas relaciones amorosas, Peter. Pero creo que debías saber lo básico como; no tener dos al mismo tiempo.

—Solo quería salvarlas de sufrir.

—Y yo solo quería ser la única—se levantó del sofá y Peter la imitó.

Gwen sujeto bruscamente su bolso y se dirigió a la salida de la habitación. Peter sentía como el piso se estaba quebrando bajo sus pies. Esto estaba a punto de colapsarse y el dolor de cabeza de la anterior pelea vivida con los chicos de las capuchas, empeoraba la imagen a su alrededor.

Cerró los ojos con fuerza, escuchando claramente como Gwen azotaba la puerta y se marchaba enojada.

Peter gruñó frustrado consigo mismo. De pronto se vio envuelto en la furia, lanzo con una fuerte patada el buro de noche y vio con satisfacción como este raspaba su elegante y fina madera de una esquina. Al menos ahora, eran dos cosas dañadas dentro de esa habitación. Y no solo un adolescente que cometió un grave error.

Peter llevo ambas manos a su cabello rizado, giro y se quedó en silencio viendo su reflejo. No era el mismo. Los cinco años se habían marcado no solo en su físico, sino también en su personalidad.

Jamás pensó que podría herir a los que amaba por egoísmo, pero lo hizo. Por miedo de perder a Michelle y Gwen, mintió. Durante un poco más de mes, estuvo utilizando dos versiones de su vida con cada una de las chicas. Pero al final, cuando se decidió y tomó la decisión de no continuar más con el engaño, el universo se puso en su contra y destruyó todo aquello que estuvo planeando para mantenerlas en su vida. Y se odió. Se odió por haber hecho eso, por dejar que el tiempo siguiera avanzando junta a las mentiras.

Peter Y Michelle - Estoy Atrapado ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora