Peter Y Michelle - Estoy Atrapado Contigo

Epílogo

Cuánto tenía catorce años subió corriendo las escaleras del edificio departamental de su amigo James, luego de que se sintiera como un  completo perdedor frente a sus compañeros de clase.

Esa fría tarde del 18 de diciembre, Peter asistió a una pequeña celebración que organizó su grupo escolar, para celebrar la cercanía de la Navidad. Lo que Peter no espero cuando ingresó al edificio departamental, fue descubrir como la mayoría de sus compañeros comenzaban a tener novias, mientras el todavía no había besado a nadie.

—¿Verdad o reto?—preguntó Flash con una sonrisa maliciosa que no logro ocultar bajo la intensa decoración navideña del departamento de la señora West.

El corazón de Peter se aceleró y llegó rápido a la conclusión de que el universo lo odiaba. De entre los quince compañeros quiénes se reunieron esa noche en la casa de su amigo James, tenía que ser precisamente Flash Thompson quién lo hiciera elegir en el juego.

—Verdad—respondió Peter de inmediato, tragando saliva.

Pensó que la mejor opción para salir ileso de los horribles retos que podía idear el moreno, era siendo sincero. Lo que menos quería esa noche era que su molesto compañero por fin logrará desquitarse por completo en ese juego. La opción mas sana que vio fue respondiendo con la verdad, a cualquier pregunta que se formulará de entre los labios delgados y maliciosos de Thompson.

—¿A cuantas chicas has besado en este año?—preguntó Flash, no pudiendo ocultar por más tiempo su satisfacción.

Peter se congelo. Lo único que deseaba para esa noche era divertirse, bailar y socializar. Por una vez en mucho tiempo, había aplicado el consejo que tanto le repetía su tía May.

“Intégrate al grupo y veras como te divertirás.”

Y eso era lo único que intento hacer desde que llego, e incluso por un par de horas de verdad se divirtió, eso hasta que su compañera Sydney propuso jugar y todos tuvieron que formar un círculo, sentados en el suelo de la sala.

La música del fondo de pronto  pareció descender, al mismo tiempo que Flash bebía su ponche y lo miraba con sus ojos venenosos por encima del vaso.

Pará sorpresa de Peter sus compañeros guardaron silencio y lo observaron ansiosos, esperando una respuesta. La maestra Karla hubiera estado orgullosa al verlos así de callados en la clase de historia.

—Vamos, Parker. No es tan difícil— ánimo Flash—¿A cuantas chicas has besado en este año?.

Peter no respondió, solo contempló a sus compañeros notando diversos gestos. La sonrisa maliciosa de Thompson, los ojos brillantes de Carolina y la sospecha de Charlie.

Durante todo ese año fue fácil notar como los chicos de su generación iban creciendo, dejando a un lado la etapa de niñez para comenzar a adentrarse a la adolescencia.

Fue por medio de anécdotas que comenzaron a contar sus compañeros luego de las vacaciones de verano, en donde Peter llegó al momento de la cruda verdad.

Mientras que la mayoría de sus amigos estuvieron en fiestas, bebieron su primera cerveza a escondidas de sus padres, besaron y salieron en citas reales, Peter podía recordar como estuvo en su habitación jugando videojuegos, comiendo papas fritas, bebiendo refresco, leyendo cómics y viendo series.

—¿Has besado a una chica Peter?—fue el turno de su amigo Freddy de cuestionar su vida amorosa.

Sabía que su intención no era mala, solo curiosa. Pero eso no significó que al empezar a tartamudear, sus compañeros no pudieran contener la risa ante la actitud nerviosa que presentaba.