Capítulo 9

781 71 17
                                    

"Gwen, tenemos que hablar. Antes que nada quiero decirte lo importante que eres para mí, este año que hemos pasado ha a sido una experiencia maravillosa que siempre guardare en mi corazón, pero..."

Peter negó para si mismo al escuchar sus propios pensamientos. Por más que intentaba buscar palabras correctas, no podía. Parecía que aún cuando escogiera las más bellas, suaves y seguras, llegarían al mismo resultado; dolor. Y no quería causar ese horrible sentimiento a la chica que por un año completo mejoro sus días.

"Gwen..."

No tenía experiencia en terminar con alguien, no sabía cómo dar fin a una relación. Su única novia había sido Michelle, con ella vivió y experimento cada una de las fase de una relación de noviazgo. Desde un abrazo, un suave e incómodo beso, hasta uno intenso y mucho más que eso.

"Gwen, ¿Recuerdas que millones de personas desaparecieron cinco años atrás?. Bueno, hay algo de ese hecho que jamás mencioné". Intento Peter de nuevo. "Yo al igual que tú, perdí a dos personas especiales. Una de ellas era mi mejor amigo, Ned y otra era mi novia de la preparatoria, Michelle. Debes de entender que cuando eso sucedió, fue como si me hubieran arrebatado una parte mi. Viví días malos, enserio que si. Recuerdo como no quería levantarme de la cama, como lloraba por la noches mientras me tragaba el dolor. Pero entonces llegaste tú, la chica que me contagio para sonreír y reír de nuevo. Estoy agradecido, por haberte conocido, pero..."

¿Por qué todo lo malo venía después de esa palabra?. Peter pensó recargando la cabeza en su casillero, cerrando los ojos y suspirando con frustración.

"Pero el Blip sucedió. Las dos personas que había perdido regresaron y volvieron a traer esa parte robada de mi, junto a los sentimientos que sentía por cada uno de ellos. Lo que quiero decir es que... Amo a Michelle, han pasado cinco años, y lo que sentía por ella no desapareció, solo se oculto..."

—Peter—sus labios dijieron su nombre, llegando hasta sus oídos en forma de tortura.

No quería abrir los ojos, mucho menos mirarla. Su intento por terminar con ella en forma correcta, todavía estaba presente reproduciendo en su mente. Peter se enderezó, cepillo torpemente su cabello con los dedos y apretó fuerte las correas de su mochila.

—Gwen. Hola, ¿Cómo estás?—preguntó nervioso, como la primera vez que hablaron.

No debió quedarse por más de cinco minutos parado en el pasillo. Ahora estaba ahí, atrapado por la suave mirada azul de Gwen. La chica tenía una pose recta, al igual que los tres libros de química que sostenía contra su pecho, mientras se paraba más cerca.

Peter se quedó congelado, cuando Gwen intento cerrar esos centímetros que los separaba por medio de un beso. Su primer instinto fue retroceder dando un par de pasos para atrás, provocando que la chica se quedara perpleja.

—¿Qué sucede?—preguntó confundida, incluso Peter noto algo de pena cuando hizo para atrás su corto, lacio y rubio cabello.

—¿Qué?. Nada.—levantó su brazo, cubriendo su boca de una fingida tos—Es solo que estoy algo enfermó—intento cambiar su voz a ronca, fracasando un poco en el intento—No quiero contagiarte.

No podía. Todo lo que había estado planeado decir, se borró de su mente tan pronto como la vio. Gwen parecía dudosa por sus palabras, negó y de nuevo tuvo la intención de acercarse.

Peter volvió a dar un paso atrás. Aumentando el volumen de una tos incontrolable que llamó la atención de más de uno de los estudiantes que pasaban por el pasillo. Entonces Gwen hizo algo que no espero. La chica lo tomo del cuello rojo de su camisa de polo, para evitar que retrocediera más. Peter se percató de su suave color rosa de labial, el aroma de durazno que se desprendía de ellos y como su respiración rozaba contra su rostro. Y a pesar de que su corazón saltaba en su pecho por el miedo y sabía que no podía permitirse besarla una vez más, no pudo evitar notar que se miraba profesional esa mañana. Gwen tenía un cuidado cabello rubio, unos pómulos definidos que resaltaban más que nunca por el saco negro que usaba.

Peter Y Michelle - Estoy Atrapado ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora