★★ [ Capítulo 12 ] ★★

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Por ti




La habitación en penumbras daba la sensación de que se encontraba vacía pero eso no era así, en ella se encontraba él.

Miraba por la ventana sin mostrar alguna expresión, estaba sentado en una silla con sus piernas flexionadas y al borde de ella, abrazaba sus rodillas con sus brazos.

Soltaba un suspiro de nostalgia cada vez que miraba una estrella en el cielo, no estaba llorando, sólo veía el firmamento.

— ¡Quiero verte mamá! — pero sabía que eso era imposible.

Tenía en casa ya una semana, no había asistido a la escuela aunque ellos ya estaban enterados por lo que había pasado.

Denki lo visitaba de vez en cuando junto a Hanta, Shoto había llevado galletas que él e Izuku prepararon, incluso Katsuki aunque le dio su espacio pasaba para saber como estaba, pero nunca logro verlo.

Después de observar el oscuro cielo entro a ducharse, tallo su cuerpo fuertemente, recordando las manos y bocas del sujeto, se sentía sucio.

Estaba cansado de ser débil, de no haber podido hacer algo y que nada de eso hubiera pasado, él sólo quería ser feliz.

Se sento en la bañera bajo el agua y permitió que las traicioneras lágrimas bajaran por sus smejillas.

"¿Por qué cuando todo iba tan bien, pasa esto?" pregunta que no puede sacarse de su cabeza.

Tenía tantas ganas de dejarse envolver por los protectores brazos del rubio, pero el miedo lo detenía, sabía que no le haría daño pero su cuerpo reaccionan solo.

Muchas veces le dijo cosas hirientes para que lo dejara aunque él en verdad no quisiera.

Estaba perdido en sus pensamientos cuando escuchan que tocan la puerta.

Se queda quieto, un escalofríos recorrer su cuerpo, se pone de pie y envuelve su cuerpo con una toalla.

Escucha como la puerta es abierta y alguien entra, tiene miedo mucho miedo.

Tocan la puerta del baño, él se asusta.

— Sal de allí, tenemos que hablar — esa voz tan conocida y familiar.

Empezó a ponerse la ropa que ya había llevado, abrió lentamente, sacando su cabeza y viendo al rubio recargado en la pared.

— ¿Qué haces aquí? — termino de salir y también se recargo en la pared, sin atreverse a acercarse.

— Sientate — Katsuki señaló una silla, Eijirō le hizo caso.

Cuando se sentó noto la presencia de alguien más, llevo sus ojos a donde estaba el intruso y la confusión se instalo en él.

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora