★★ [ Capítulo 19 ] ★★

1.2K 141 63
                                    

Consecuencias de una buena experiencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Consecuencias de una buena experiencia



— Katsuki Bakugō, ¿Qué sucede? — pregunto ya que el rubio se calmo.

— Ya no hay nada que hacer, lo hecho, hecho esta y punto... — se encogió de hombros.

— ¿Hum? — parpadeó sin comprender.

— Bueno de todos modos no es como si fuera algo malo, a lo mucho mi madre me golpea y después me aconseja, y el viejo si acaso  hablara — el rubio hablaba solo.

— Kat... — intento obtener su atención.

— Pero aun somos jóvenes, tenemos una vida por delante o la teníamos... — palabras que aun no comprendía eran soltadas por su pareja.

— ¿Katsuki? — intento de nuevo.

— ¿Qué dirán los demás?, aunque eso me importa una mierda — se encogió de hombros de nuevo y llevo una mano a su barbilla mientras la acariciaba.

— Bakugō Katsuki... — llamo pero nada, ácaro su garganta, tomo algo de aire y grito — MALDITA SEA, PUEDES DECIRME DE QUE JODIDOS HABLAS QUE NO ENTIENDO NI UNA MIERDA... — se arrodillo en la cama, importándole poco estar desnudo, llevo sus manos a la cintura y fruncio el ceño.

— Vaya tan calmadito que te mirabas — dijo con burla.

— No me vengas con eso ahora, tengo rato hablándote y me has ignorado, puedes decirme que balbuceas — exigió.

— Eiji... — dijo tratando de hablar con calma.

— Que esperas... habla... — dijo serio, cruzo sus brazos y miro fijamente al rubio.

— Bueno no es la gran cosa, es sólo que olvide usar preservativo — dijo de lo más normal.

— Esta bi... espera... ¿QUÉ? — grito asustado — ¿Cómo que lo olvidaste?, serás idiota — acuso.

— Mira idiota, ambos tuvimos la culpa, además yo nunca eacuhe que te quejaras — sonrio.

Eijirō al recordar lo que hicieron hace unos momentos se sonrojo, mordió su labio y lentamente se acostó, se tapó con una sábana a esperar desaparecer o fusionarse con ella.

— Oye Eiji... — Katsuki se acostó atras de él y lo abrazo.

— Hum — soltó sin destaparse.

— Lo siento, pero si llegas a estar me haré responsable — beso su nuca.

— No entiendes — bajo la sábana pero no volteo.

— ¿Qué no entiendo? — pregunto confundido.

— Mi familia... — guardo silencio.

— A ellos no debería importarles lo que hagas — apretó el abrazo.

— No son la clase de familia que permita estas cosas, ellos son más tradicionales, más a la antigua, además no se que dirá mi madre cuando se entere... — suspiro.

— Pues sea lo que sea yo estare a tu lado — beso su cuello.

— Gracias, sólo espero que no pase nada — cerro sus ojos y quedo dormido.

— Yo también lo espero, pero si sucede será bienvenido, quiera o no tu familia — hablo para si mismo.

Se acomodo y quedo dormido en cuanto cerro sus ojos. Dos semanas habían pasado, Eijirō había vuelto a clases pero estaba tan ocupado cumpliendo con los trabajos y exámenes para no perder el año que apenas y había visto a Katsuki.

Se dejo caer en la silla más cercana despues de terminar una maqueta, debía descansar un poco, ya que últimamente se sentía extraño.

Escuchó el ruido del celular que Bakugō le regalo, sonrió ante el recuerdo, lo tomo y contestó.

— ¿Si? — sonrió al escuchar el bufido del otro lado de la línea.

— ¿Terminaste? — pregunto el rubio.

— Si, apenas acabe — soltó un suspiro de cansancio.

— Eso te pasa por faltar tantos días — se burlo.

— Oye... no es mi culpa lo que paso — se quejo.

— Lo se idiota, pero aun así... — guardo silencio.

— Hmn — soltó y sonrió — dime como va tu suspensión — lo escuchó maldecir.

— Cansado, mi trabajo en la tienda se extendió, además mi jefe dice que puedes ir a trabajar cuando dejes de estar tan ocupado, por cierto mañana ire a tu departamento la vieja quiere mandarte algunas cosas — suspiro — ahora soy su recadero, que se cree — dijo.

— Es tu madre — Eiji sonrió.

— Si, si, pero aun así... bueno debo irme, me llaman para cenar, cuidate y descansa, hablamos mañana, te quiero — aunque no pudiera verlo sospechaba que se sonrojo.

— Yo también, cuidate — sonrió al escuchar los gritos a través del celular.

Dejo el celular cargando y fue a dormir, ya después terminaría los trabajos pendientes.




Continuara




Aun no se si dejarlo embarazado o aun no....

Difícil decisión....

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora