★★ [ Capítulo 18 ] ★★

1.5K 148 90
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Una buena experiencia






El beso continuo lentamente, no había prisa alguna. Eijirō se aferró al cuello de Katsuki, temiendo que en cualquier momento desapareciera y todo resultará ser una ilusión.

— Tranquilo, todo estara bien — susurro el rubio sin alejarse de los labios ajenos.

Eiji soltó un gemido cuando una mordida fue dada en su oreja, Bakugō lamió sus propios labios y los llevo al cuello del chico.

— Te amo — susurro dejando una mordida.

— ¡Aaah! — se hizo escuchar como respuesta — no... tan... mmm... — sus palabras morían entre cada suspiro soltado.

Sus manos temblaron pero no de miedo, abrió sus ojos que en algún momento fueron cerrados, miro al joven frente a él y le regalo una tímida sonrisa.

— También te amo — susurro.

— Basta de charla — dijo el rubio sin soltarlo, beso sus labios y se entrego a un beso más intenso.

Katsuki lo guió hasta la cama, antes de hacer cualquier cosa empezo a quitar la ropa de su pareja lentamente, tratando de no asustarlo con alguna movimiento brusco, los suspiros de Eiji sólo lo animaban a avanzar cada vez más.

— ¡NO! — dijo Eiji sonrojado alejandose y cubriendo sus partes bajas.

— ¡Lo siento! — se disculpo asustado, no se perdonaría por hacer que recuerde un mal momento.

— No, no es eso... — dijo bajando su cabeza.

Sintió la mirada intensa sobre él y con verguenza levanto la vista.

— Es sólo que... — mordió su labio haciéndose daño — me da... un poco de pena... yo... — desvío su vista.

— ¡Oh diablos..! entiendo — soltó aliviado — no te preocupes Ei, yo no haré nada que tu no quieras, si en algún momento quieres parar dimelo y me detendré — llevó sus manos a las posadas mejillas del joven y las acaricio — yo te cuidare así que confía en mi — sonrió y dejo un beso en los labios de Eiji.

Al ver como asentía decidió continuar, lo empujo un poco e hizo que cayera en la cama, quedando medio sentado, llevo sus propios manos a su ropa y empezo a quitar prenda por prenda, sus ojos siempre puestos sobre los de Kirishima.

Levanto una ceja y mordió su labio mostrando así una sensual y caliente vista.

— ¿Te gusta lo que vez? — pregunto aventando la ropa a quien sabe donde.

— S... si... — dijo sin quitar la vista del rubio.

— Bueno... pues no es de lo único que disfrutaras, si es que me entiendes — mostró una sonrisa arrogante.

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora