¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Como te llamas? — Aún que intente susurrar no lo logra, por qué tiene un tono de voz muy chillon. — Oye.
Sigo escribiendo en mi cuadernillo todo lo que la maestra dice y escribe en él pizarrón a la vez, el silencio de todos me permite concentrarme, hasta que la chica a mi lado vuelve a preguntar mi nombre como por milésima vez. Hace un sonido con sus labios, el sonido que hacen las gaseosas cuando se abren y el gas escapa, lo hace para llamar mi atención, pero solo me causa más irritación.
— ¡Pssss!
Suspiro casi al borde de gritarle que se calle de una vez y que me deje concentrar, pero el timbre suena antes de que pierda los estribos, aún que en realidad yo jamás le gritaría a alguien, solo la miraría y le pediría silencio solo unos segundos más. Suelto el lápiz dejándolo caer sobre el cuadernillo, rueda por este y cae sobre mi falda arrugada por apretarla con mi mano libre.
— Esta bien chica misteriosa, no te volveré a preguntar, ya entendí que no quieres ser mi amiga, así que no te molestare más y cambiaré de asiento en la siguiente clase. — Dice con voz suave poniéndose de pie y tomando sus cosas a la vez. — Gracias por ayudarme antes, fue un placer casi ser tu amiga.
La miro antes de comenzar a alejarse de la mesa y sin darme cuenta la detengo poniéndome de pie diciendo su nombre en susurro, también arrastrando la silla hacía atrás y dejando caer mi lápiz al suelo, probablemente el grafito qué hay dentro se hizo trizas por el golpe sobre la baldosa.
— Young Jae-ah. — Mi tono de voz esta vez, se eleva un poco más, pero aún así me escucha y se gira.
Ella es la única persona que se ha acercado a mi en toda mi vida, con la intención de querer ser mi amiga y compañera, así que alejarla es lo que me prometí la noche anterior que no haría, me prometí que este por ser mi último año cambiaría y ya no sería más la tímida e indiscreta chica del primero asiento a la que nadie suele prestarle atención, aún que me gusta ser así, quiero tener un gran recuerdo de este último año.
Así que ella me mira luciendo triste y me arrepiento de haberla estado ignorando, de haber sido tan poco amigable, así que camino hasta quedar frente a ella, me mira atenta esperando obviamente mi disculpa que obtendrá.
— Lo siento por no responderte y ignorarte, es que no quería perder nada de información, las clases son importantes para mi y obtener unas buenas calificaciones. — Hago una reverencia y ríe. — Por eso normalmente estoy muy concentrada en los horarios de clase y también en los descansos.
— Está bien. — Enreda mi brazo con el suyo. — Debiste haberme dicho eso de un principio en vez de ignorarme, prometo callarme en las siguientes horas, ¿pero puedes dejar los descansos para conocernos?
Asiento y ella sonríe aún más. — Y mi nombre es MinYing.
— ¡Hasta tienes un nombre muy bonito, combina contigo! — Me empuja para que camine y me golpeo en la rodilla con una de las mesas, aprieto los labios adolorida. — Lo siento, ¿te duele mucho? — No me deja responder. — Necesito ir urgente al baño, allá puedes revisar tu pierna, pero realmente lo siento no quise que te golpearas.