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— Quédate ahí. — Dice sonriendo ampliamente. — No te muevas ni un centímetro.
— ¿Que harás?
Me acomodo el cabello para comenzar a comer el almuerzo mientras Jaemin toma su celular de la mesa y comienza a moverse como si apuntara hacía mi el aparato y respondiera un mensaje.
— Tienes que enseñarme a usar el celular. — Le digo y siento que su celular suena, obviamente conozco el sonido de cuando toman una fotografía y me cubro automáticamente el rostro. — Oye, ¿qué haces?
— ¿Puedes mirarme? — Niego mirando hacía abajo. — Por favor MinYing, quiero una foto de ti en mi celular, quiero contemplarte cuando no estemos juntos.
– Jaemin. – Me cubro el rostro avergonzada. – No hagas eso, no me gustan las fotografías.
Young Jae deja su bandeja y se sienta con pesadez en la silla luciendo molesta y la miro, nos mira a ambos y se cruza de brazos frunciendo la entre cejas, Jaemin sigue apuntando su celular hacía mi y cubro otra vez con mis manos mirando a mi amiga.
— ¿Que haces? – Le pregunta ella a Jaemin.
— Quiero tomarle una fotografía a Minying, necesito una en mi galería y justo ahí luce más linda de lo habitual.
Young Jae eleva sus cejas cuando lo escucha hablar y me mira sonriendo, prácticamente diciendo con su rostro; acabas de escuchar esa confesión, esta loco por ti. No se que hacer solo puedo sonrojarme y mirar hacía otro lado acalorada, riéndome torpemente.
— ¿Que sucede entre ustedes? — Pregunta. — Cuando van a contarlo al resto, sobre todo a mi, quiero ser la primera en oír que se aman.
— Nosotros-
— Nada. — Susurró y él me mira callándose. — Somos buenos amigos.
Jaemin deja su celular sobre la mesa dedicándose a comer cuando termino de hablar, me arrepiento de lo que digo mas cuando su rostro luce decepcionado? pero en realidad no se que es lo que somos o qué sucede con exactitud y no quiero que lo sepan, no quiero que en algún momento llegue a lo oídos de mis padres de que a alguien le gusto y importo.
— ¿Oye MinYing, crees poder ir conmigo al centro comercial después de clases? — Young Jae comienza a comer y me siento derecha otra vez, Jaemin no me mira. — Necesito comprar algunas cosas y no quiero ir sola, además tenemos mucho de que hablar tu y yo.
— No puede. — Dice Jaemin. — Tiene que ir a otro lado después de clases, ni siquiera deja que la acompañe a casa de cortesía.
Ella me mira y puede ver mi rostro de afligida que pongo, suspira y veo que se las ingenia para buscar alguna solución.
— ¿Y podemos hablar ahora un segundo MinYing? — Dice y toma mi brazo obligándome a ponerme de pie. — Ya volvemos, cuida nuestra comida de Jeno por favor.
