𝒅𝒊𝒆𝒄𝒊𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆

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— Buenos días MinYing

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— Buenos días MinYing.

Jaemin me sorprende esperándome en la parada del autobús que suelo usar todas las mañanas para ir a la escuela, él está con una gran sonrisa que me revuelve el estómago y le sonrió de vuelta nerviosa.
Algunas gotas de agua caen y rápidamente me sitúo a su lado escondiéndome de la lluvia con el árbol que a esta altura del año ya tiene sus hojas florecidas.
El aroma de Jaemin me invade al igual que las ganas de llorar, por ser tan cobarde y por estar mintiéndole a él, por esconder mi triste realidad todos los días cuando quiere acompañarme a casa.

Pero su mano toma la mía acelerándome el corazón y haciéndome olvidar que lo demás importa, que por este segundo solo somos nosotros dos.  Él está ahora conmigo y tengo que aprovecharlo.

— Me siento afortunado de verte tan temprano MinYing. — Susurra. — Este si será un buen comienzo de semana y de día.

Me sonrojo sin poder mirarlo y me río también sin que lo note.
Es un poco más temprano de lo normal por lo cual aún más me sorprende que se encuentre ahí esperándome, porque falta mucho para la hora de llegada a la escuela.
Mientras sus dedos rodean los míos y los mueve haciendo sonidos de ternura con sus labios como si tuviese lo más adorable frente a el, pienso en cómo actúe ayer y en cómo le estoy mintiendo cuando él no merece nada más que lo trate de la misma forma como lo hace conmigo.
Ayer otra vez escapé cobardemente pero esta vez mucho antes de que él pudiera ir por mi al salón, incluso salí antes que todos mis compañeros, sin guardar adecuadamente mis cosas o ordenar mi silla, cosa que yo jamás hago, ni siquiera Young Jae alcanzo a despedirse de mi.
Solo porque no quiero que él sepa mi vida, no quiero que se tenga que alejar de mi y mucho menos quiero que mis padres sepan sobre él para tratarlo de la forman que lo hacen conmigo.

Muchas cosas pasan por mi mente, inseguridades, negatividad y odio, todo eso no me dejan pensar con claridad.
Pero tengo claro que lo único que quiero es vivir sin preocupaciones, vivir un amor al finalizar mi adolescencia y sentirme querida, querer de vuelta a Jaemin.

— ¿Dormiste bien?

— Si. — Le sonrió y me sonríe de vuelta, mi corazón está muy feliz por su presencia. — ¿Como estás tú?

— Bien. — Balancea nuestras manos unidas. — Aún estoy esperando que respondas mis mensajes de anoche, no era del todo tarde para que te durmieras, pero esta bien, no es tu obligación responderme.

— A sobre eso. — Intento alejar mi mano de la suya para buscar el celular pero no me suelta se aferra mas a mis dedos. — Se bloqueó y olvide la contraseña, tuve un bloqueo mental y no pude recordarla, incluso ahora por la mañana lo intenté, creo que simplemente no debería tener contraseña.

Se ríe y no me deja enseñarle el celular, porque sus dedos se entrelazan con los míos sin soltarme.

— Jaemin, ¿como sabes que espero el autobús aquí?

— Solo fue suerte, quise esperar aquí el autobús, se que es la última parada y ver en cual subes tu, pero te vi caminar desde aquí muy distraída y bonita. — Se acerca y mi cuerpo tiembla no por el frío. — Minying, necesito preguntarte algo.

Su tono de voz cambia, me hace preocupar y pensar en muchas preguntas que pueda tener en su mente, pero veo el verde autobús acercarse en mi rescate.

— Mira, ahí viene el autobús.

Le digo soltando su mano viendo al anciano chofer avanzar con lentitud, me desespero hasta que se detiene frente a nosotros y nos saluda educadamente, cuando voy a sentirme en mi lugar de siempre detrás de él, Jaemin toma de mi mano y me lleva a algunos asientos más atrás donde hay más comodidad y algo de espacio.
Él está vez se sienta hacía la ventanilla y yo me siento a su lado. Intento calmarme pero estoy demasiado alterada para disfrutar de su mano acariciando la mía otra vez.

— ¿Te sientes bien?

— Si. — Trago duró. — ¿Porqué?

— Estas actuando un  poco extraña. — Dice. — ¿No fue buena idea sorprenderte? Lo siento si te molesto, solo creí que sería agradable.

— No es eso, me gusta que vinieras por mi, pero es solo que hoy tengo un examen. — Al fin no sale una mentira de mis labios. — Y no estudie lo suficiente a mi parecer.

— Te irá bien, porque eres muy inteligente MinYing. — Su voz es tan linda como sus palabras. — Mantente concentrada y te irá bien, creo en ti y estaré animándote desde mi salón.

Me anima acariciando mi mano y también diciéndome algunas palabras, pero sobre todo como otras veces me anima haciéndome sentir especial, que soy alguien importante, sobre todo para él.

— Gracias Jaemin. — Lo miro y sonríe. — Por animarme y hacerme sentir especial.

Saco mi celular de mi mochila y él me vuelve a enseñar con paciencia cómo puedo desbloquearlo y usarlo, leímos juntos sus mensajes y nos reímos de los emoticones que utiliza cuando no le respondí, en su mayoría eran llorando, me disculpo por milésima vez, hasta que dejamos a un lado el aparato y me centro en nuestras manos.

— ¿Porque no me dejas acompañarte a casa? — Susurra después de varios minutos en silencio.

Y me quedo en blanco, sin saber que responderle.

— Porque... – susurró.

Me doy cuenta lo poco que nos conocemos, no solo por el hecho de que no sabe sobre mi horrible vida, si no porque aún hay cosas sobre el que yo también desconozco, también porque yo no me atrevo a preguntar sobre su vida y fuera de la escuela, apenas sé que me gustan los videos juegos.

— ¿No sientes confianza para contarme?

— No es eso. — Las manso comienzan a sudarme. — Yo, tengo algunos problemas familiares y mis padres no pueden saber sobre esto.

— ¿Está mal que salgamos?

Me sonrojo cuando dice la palabra, oficialmente y confirmado no estamos en una relación, pero se siente de esa forma más porque siempre esta tomando mi mano, de todas formas no creo que necesitemos formalizarlo para querernos.

Solo hazlo MinYing.

— No. — Niego rápidamente y sonríe. — Es solo que a ellos no les agrado y no quiero que en algún momento sean groseros contigo.

— ¿Groseros?

— Mis padres no son como los demás Jaemin. — Lame sus labios y miro más allá de él. — ellos no querían tenerme pero sucedió, así que no están feliz con mi presencia pero a la vez tampoco están feliz que no esté en la casa haciendo lo que me ordenan.

Por primera vez no lloro mientras cuento, él me mira muy atento y concentrado intentando de entender mis palabras y obviamente preguntándose cómo es que unos padres no quieren a su hija. Pero le sonrió y tomo su mano para que entienda que estoy bien.

— Puedes confiar en mi, voy a ayudarte si lo necesitas.

Llegamos a la escuela tomados de la mano y no me molesta que algunos estudiantes nos vean, la verdad hoy siento que solo quiero estar con él, que por primera vez quiero mostrarme al resto libre y segura.

— ¿Ya están saliendo? — Nos pregunta Jeno y suavemente asiento. — Menos mal, ya estaba harto-

Jaemin rápido lo hace callar y me rio. Me quedo intrigada con lo que Jeno iba a decir y me hago una idea, no soy tan ingenua, Jaemin parloteaba de mi con sus amigos de la forma que yo lo hacía para mi misma sobre él.

  𝘍𝘦𝘦𝘭 𝘴𝘱𝘦𝘤𝘪𝘢𝘭    ||     N. JaeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora