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— Quedamos en que iremos todos después de las clases. — Me siento escuchando a Jeno hablar y me sonríe. — Le debemos una salida a Young Jae y me siento mal hoy por ella, está sufriendo por su grupo favorito.
Le sonrió de vuelta a Jeno y él lo ve como que he aceptado que robe comida de mi bandeja recién dejada sobre la mesa, aún así se lo permito, por qué es Jeno, el ser más tierno del mundo y la verdad me agrada tanto que no me molesta nada de él.
— ¿De que hablan? — Young Jae pregunta sentándose a mi lado y me mira rápido antes de hacerme casi un desprecio.
— Hablábamos de que debemos salir después de clases, los cinco. — Injunnie responde y cuando lo miro me sonríe rápidamente. — ¿Les parece una buena idea?
Bebo agua y miró a Jaemin, él ni siquiera me mira devuelta, desde que llegue a la mesa en realidad no me ha mirado y me ha ignorado durante toda la mañana, además Renjun me impide hablar con él, cruzándose siempre en mi camino, no me molesta, por qué sus ojos sonrientes siempre me reciben, pero solo quiero que Jaemin me sonría y me diga algo, sobre todo hoy, además después de ayer no puede simplemente ignorarme y olvidar que me hace sentir maravillosa.
— Minying, tiene cosas que hacer. —Dice Young Jae. — Estudiar y otras cosas que no quiere comentarle a nadie pero aún así ataca a los demás.
Esta molesta aún por lo que le dije, sin explicarle a lo que me refería, pero yo tampoco me atrevo a contarle sobre mi desgracia de vida, así que me encojo en mi asiento lo que más puedo siendo observada por todos y bajo la mirada, se que tengo que disculparme, ella no tiene por qué ser tratada así y mucho menos despreciar las cosas que a ella le importan en la vida.
— Aún que sea una hora o media hora. — Insiste Renjun a mi lado y lo miro, me sonríe, no puedo molestarme por qué él solo quiere ser amigable conmigo y alegrarme, ellos compensa la amistad que jamás tuve. — Vamos a divertirnos, necesitó jugar y comer Tteokbokki.
Solo pensar en el tteokbokki me hace aceptar rápidamente, más de diez años han pasado desde que comí algunos en un puesto de comida en la calle, la mayor delicia puedo tenerla hoy.
— Si, voy a intentarlo. — Asiento. — ¿Jaemin tú si irás?
— No puedo. — Se pone de pie y toma su bandeja de comida que aún no está vacía, Jeno y Young Jae lo siguen con la mirada en completo silencio y me pongo de pie sin haber tocado mi comida sobre la bandeja, todos me miran confundidos. Lo sigo con mis piernas cortas y torpes como un cachorro abandonado, desesperado por atención otra vez.
— Jaemin. — Lo llamó pero sigue su camino. — ¿Nana?
Jamás lo he llamado así, aún así no sirve porque sigue su camino. Apenas sujeto su suéter desde atrás deteniéndolo y se gira, sus lindo ojos me miran hacía abajo sin volver media lunas sonriendo, ni tampoco brillando, solo serios.
