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— ¿Es amigo de todos ellos también? — Susurra Young Jae apoyando su rostro sobre su mano. — Por dios, es bastante lindo, pero solo si fuera un poco más alto, yo-
— Oye no digas eso, podrías hacerlo sentir mal. — La calló rápidamente y aprieta los labios arrepentidos. — El, no necesita ser más alto, a mi parecer él es atractivo justo como es.
— Oh MinYing. — Dice con tono de burla. — Te gusta el nuevo, lo sabía.
— No es cierto.
Aprieto los labios después de negarlo avergonzada y ella me mira seria fijamente aún con burla. Por quinta vez repite lo lindo que le parece el nuevo estudiante y tiene razón, lo es, pero inconscientemente lo comparo con Jaemin, no de una forma despreciable, es solo por que son bellezas diferentes pesar de que tienen casi el mismo color de cabello o que ambos tienen confianza en sí mismos, Renjun llama más la atención por ser tan calmado a comparación de Jaemin el invasor.
Ella se vuelve a girar un poco en el asiento para ver hacía atrás, donde Jeno serio está concentrado en su cuaderno y sentado junto al muchacho chino. Él me contó mientras estábamos con Jaemin en la mitad de corredor, que es de nacionalidad china y que de allá viene por segunda vez, también me ha contado que su nombre es Renjun pero es conocido aquí por Injunnie así que puedo llamarlo como guste, prefiero la segunda opción suena más adorable y le queda.
— Presta atención Young Jae, no voy a explicarte luego. — Le muevo el brazo cuando no se gira después de varios minutos y ella se endereza, toma su lápiz soltando un suspiro y comienza a anotar lo del pizarron.
Me giro un poco mirando por sobre mi hombro y lo veo concentrad, rápidamente Renjun me mira como si supera que lo estaba haciendo, me sonríe volviendo a guiñarme su pequeño ojo y luce tan inocente en su asiento pero su actitud coqueta es todo lo contrario, muy sonrojada y con el corazón nervioso me giro para prestar atención al resto de la clase. No se que sería de mi si Jaemin también estuviera en mi salón.
— MinYing, que lindo lápiz. — Young Jae me lo quita de los dedos y lo mira. — ¿De donde lo obtuviste? Quiero uno igual.
— Lo gane en unos juegos. — Susurró sonriendo, recordando aquel día y las palabras solo salen, por qué quiero contarle todo. — Con Jaemin, nos divertimos en unos juegos y ambos tenemos lápices ahora.
Abre los labios como si fuera a gritar de emoción y le hago una mueca para que guarde silencio señalando al maestro adelante, asiente riendo, pero me golpea el brazo emocionada.
— No te escaparas de mi cuando finalice la clase, quiero saberlo todo, cómo lograste salir con él y si es que hubo alguna declaración.
— Nada de eso, solo fuimos como conocidos.
Me arrepiento automáticamente de contarle cuando me dice eso, porque ella es muy exagerada y siempre cree que todo se trata de romance, cuando en realidad no es así, solo somos amigos y estoy segura de que es como solo Jaemin me ve, después de todo apenas puedo hablar con él sin enloquecer.
