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Jaemin se adelante del resto de nosotros y abre la puerta del lugar antes de que yo lo fuera a hacer, por qué iba primero, me sonríe mientras me hace una seña para que ingrese primero y le agradezco con una reverencia pequeña, apenas entro él lo hace detrás de mí siguiéndome, como si estuviésemos solo nosotros dos en aquel momento, dejando que Jeno sujete la puerta para que el resto de ellos pueda entrar, su amigo no dice nada cuando ingresa, pero puedo ver la mirada burlona que le dedica mientras los esperamos.
— ¿Está mesa está bien? — Pregunto pero ninguno me responde.
Los tres están absortos en sus pensamientos, mirando el lugar, conociéndolo por primera vez y también es mi primera vez ahí, pero solo quiero comer y olvidar que tengo que volver a casa, incluso no me aburriré si Young Jae comienza a hablar sin parar solo por que me hace olvidar todo. Como no recibo respuesta de parte de ellos, tomó asiento en una de las sillas y Jaemin rápidamente se sienta a mi lado, dejando a los otros dos acompañantes sentados frente a nosotros, su silla lentamente la acerca un poco hacia mi y me sonríe cuando lo miro.
Su fragante aroma me recuerda al día que lo vi por primera vez, cuando no se disculpó en el autobús y le diría algo al respecto, aún que haya pasado casi un mes, pero la vergüenza es más fuerte y además no creo que el recuerde ese incidente. Así que me mantengo en silencio mientras ellos entablan una conversación, entretenidos sobre las clases y recuerdos que cuentan de la escuela, al parecer ambos chicos llevan los mismos años que yo ahí, ósea toda la vida, pero no recuerdo a Jeno antes de que tuviéramos que hacer equipo.
Viéndolo desde otra perspectiva, parecería que estamos en algún tipo de cita doble inesperada, por la forma en que estamos sentados, cerca uno del otros y nerviosos. No puedo evitar no sonreír vagamente y sentirme relajada con los segundos que transcurren, por que me hacen sentir en paz, sin miradas juzgadoras, ellos solo quieren divertirse. Aún así, una cita doble, ¿Yo con Jaemin? No suena en absoluto mal dentro de mi cabeza, si me gustaría que fuera una cita entre él y yo solamente, para conocerlo y contemplar su rostro delicado e lindo. Que él abriera la puerta y la sujetara para mí fue el gesto más lindo que me han hecho alguna vez. Siento una sensación caliente recorrerme el cuerpo subir hasta mis mejillas, pero mis pensamientos son interrumpidos y cuando levanto el rostro todos están observándome.
La forma en que se acerca a mi, su rostro casi tocando el mío, es como si él no conociera en absoluto que existe el espacio personal o como si tuviéramos la confianza, para acercarse de esa forma, no me incomoda, pero me hace sentir extraña, invadida por sobre todo. Así que tengo que inclinarme un poco hacía atrás sobre el asiento, mientras él sigue sonriendo ampliamente y esperando una respuesta por mi parte, miro desesperada hacía otro lado porque me cuesta sostener su mirada.
