—Tengo una pregunta ¿vienes a mi casa? No están mis padres y pues, yo no puedo salir, sería una buena forma de recompensarme ¿no?
Era las diez de la mañana y aquel mensaje de texto despertó a Zach, quien abrió sus ojos lentamente. Habían pasado dos días desde que habían entrado a robar a su casa y no tenían intención de abandonarla a diestra y siniestra para permitirle a otra persona entrar.
Se sentó en su cama y de alguna manera se sintió solo. Esos bajones matutinos de mirar a tu alrededor y notar que no había nadie, literalmente estaba solo en esa enorme casa. Se levantó y se dio una ducha, o como era de costumbre, "intentó darse una ducha" con el yeso en su pierna era bastante incómodo.
Al salir, finalmente decidió responderle a Aarón.
—No lo creo, no es una idea brillante pensando que solo hace dos días entraron a robar. Me quedare acá.
Sin pasar más de cinco segundos Aarón contestó.
—Que mal, pero podrías salir a tu patio.
Zach, se puso un par de zapatillas sin responderle el mensaje a su vecino, y bajó al primer piso. Se sirvió una taza de té, se preparó un pan con mantequilla y salió al patio trasero. Mientras daba una mascada, se sentó en el césped, ya que era lo único que lo alejaba un poco del bajón de soledad.
—Ya estoy en el patio. —respondió Zach al mensaje de Aarón.
En solo unos minutos, Aarón bajó las escaleras de su casa y llegó hacia su patio. El muro de concreto que los separaba era de tres metros de alto y con un grosor de más de treinta centímetros. Aarón sabía que su tobillera no causaba problemas en su patio trasero así que se movió hacia el muro.
—¡¿Me escuchas?! —gritó con las manos alrededor de su boca para ampliar el gritó, el cual se escuchó tan fuerte que a Zach le dio un susto.
—Que idiota... —se levantó del césped y se acercó al muro, apoyando su espalda en él. —No es necesario que grites, te escucho bien.
—Perdón señor sabelotodo, pensé que era demasiado grueso el muro.
—Si, pero esta viejo y ahuecado. —Zach dio otro mordisco a su sándwich y tomó un poco de té.
Aarón también se apoyó en el muro y aunque no era de quedarse sin cosas que decir, esta vez le había sucedido; estaba en silencio, no porque no quisiera hablar, sino porque no sabia como aproximarse a Zach.
—¿Cómo va tu pierna? —fue lo primero que dijo.
—Mejor, creo que la próxima semana me sacaran el yeso, pero deberé seguir con reposo.
—Eso es bueno, significa que esta sanando bien.
—¿Qué eres medico? —preguntó sarcástico Zach.
—Aunque no lo creas, si, eso estudio, ya estoy en mi quinto año, o al menos estaba...
—Sabía que no podías ser solo estupidez.
—¡Hey! —alegó Aarón. —A mí me sacaran la tobillera en dos meses lo más probable. —agregó Aarón.
—Bueno si te comportas bien te la podrían sacar antes ¿no?
—No lo creo, ¿Qué estas estudiando para oficial?
—Si. —respondió Zach.
Hubo silencio.
—Es broma.
—Si, era de esperarse.
Ambos rieron.
Aarón comenzó a jugar con el pasto entre sus piernas. Era milagro que estuviera al menos con pantalones puestos, pero aún le faltaba ponerse polera. La cicatriz en su rostro seguía igual que la última vez, no había cambiado, no se había agrandado ni achicado.
—"Gracias por lo del otro día" dijo mi madre.
—Pues dile a "tu madre" que, de nada, salvar a pelirrojos en aprietos es mi hobbie. —dijo Aarón.
—Si mal no recuerdo yo fui el que golpeo al hijo de puta. —respondió Zach.
—Oh verdad, luego de que te salvara si mal no recuerdo, pero de nada.
Zachary estaba más callado que de costumbre. Terminó su té y su sándwich y se levantó del césped. Le dijo a Aarón que iría hacia adentro y se encaminó sin esperar respuesta, lo que causo algo de impresión en el chico de ojos verdes al otro lado del muro. Esa actitud era nueva en su vecino pelirrojo, quizás era uno de los tantos matices que Zach tenía el que le evitaba a Aarón sacudirse su constante intriga por ese chico, pero quería saber más, quería conocer más de aquel chico al otro lado del muro.
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De la A a la Z leería tus grietas.
Teen Fiction「Terminada」 Dicen que las grietas del corazón son tan naturales como las del suelo árido. Pero eso no lo sabe Aarón; un chico problema y Zachary; otro chico problema. Dos vecinos jóvenes de veintidós años que jamás se han hablado y que se verán forz...