El mismo día que Aarón le contó a sus padres, también lo hizo con Zach, quien jamás se esperó que Aarón se despojara de parte importante de su coraza por él, pues no pensó la seriedad y el peso con que Aarón tomaba lo que tenían. Pero si lo era, ambos le tomaban el peso, pero no podían ver que tanto le importaba al otro, hasta este momento.
Siguieron conversando, hasta las tres de la madrugada. Y entonces Aarón agregó otra palabra.
—"H" de Héroe... —dijo el chico de ojos verdes.
—¿Te tomas muchas atribuciones no crees? —respondió Zach.
—Me refiero a ti, fuiste el héroe que me aclaró que una etiqueta es visibilizar.
Zach calló.
—Por algún motivo, fue eso lo que me permitió decirles a mis padres, fue como tener una voz, no solo por mí, sino por muchos que no pueden.
—Cuando hablas así me dan ganas de ir a besarte... —respondió Zach.
—Puedes venir cuando gustes, sobre todo ahora.
—Creo que tu padre es bastante inteligente, lo más probable es que supiera que ya estuvimos en tu cuarto.
—Si, es lo más probable. —respondió Aarón soltando una risa pequeña. —Pero lo mas seguro es que se deba a la silla que el sacó del muró la noche que pasamos juntos ¿recuerdas?
Zach asintió riéndose.
Al día siguiente, ambos se juntaron sobre el muro a desayunar juntos. Zach llevó su sándwich de mermelada de mora y Aarón su sándwich de queso. Con un vaso de néctar cada uno comenzaron a conversar en sobre el muro. Comenzaron con películas, y las de terror eran las favoritas de ambos, sobre todo las sobrenaturales. Luego hablaron de viajes, y ninguno había ido a los mismo países o ciudades. Luego de música, y Aarón puso otra de sus canciones que nadie conocía, pero que a el le encantaban y de alguna forma siempre indicaban algo que sentía en el momento.
Solo les quedaban un par de semanas. Aarón por su parte; al sacarse el peso de contarle a sus padres, se sentía como una pluma. Y aunque era tan liviano y fácil de dejarse llevar por el viento, también sabía que esto que crecía en su interior no era un simple capricho, finalmente creía haber encontrado aquello que quería, aquello que hiciera clic en su interior y le permitiera conocer lo que era el tener a alguien al lado, a alguien que le hiciera apreciar tantas cosas que le era imposible describirlo, y al mirar a Zach engullir el ultimo trozo de su sándwich, lo supo: Era él. Era Zach, el pelirrojo de cabello ondulado, aquel odioso y desagradable al primer contacto, sarcástico de mierda, ese idiota, aquel que en estos momentos estaba sentado sobre el muro con él, y que mientras la canción sonaba, aquella de Kelly Clarkson, "Don't you pretend" y tal como decía la letra, había que dejar de pretender, de tratar de negar y aparentar lucir genial, ambos sentían aquello que no querían admitir, y si, ambos estaban cayendo por el otro, tan rápido que era escalofriante, pero les encantaba, amaban caer tan rápido sabiendo el poco tiempo que les quedaba.
—Otra indirecta... —susurró Zach limpiándose la boca con su mano refiriéndose a la canción.
—No. —dijo Aarón. —¿Quieres ser mi novio? ¿Aunque sea por estas semanas que nos quedan?
Zach lo miró serio.
—No quiero que esto quede en nada, como si no fuera nada, es algo, somos algo ¿a que hora dejamos de pretender?
Entonces Zach lo besó callándolo sobre el muro. Aarón apoyó sus manos en el muro para evitar caerse, y Zach tomó con fuerza su rostro, alargando aquel encuentro de sus labios.
—Novios ¿eh?
—Novios. —respondió Aarón.
—¿Y como cerramos el trato? —preguntó coqueto Zach.
—De la mejor forma que sabemos.
Ambos saltaron hacia la casa de Aarón, quien afortunadamente estaba solo. El baile fue el mismo, amable y rudo, alocado y calmado, con caricias y con gemidos, también se volvieron caer unos cuantos libros, pero no les importó, la situación lo ameritaba, y era una clara señal que entre ambos armaban un rompecabezas perfecto, no solo por su conexión, sino también por lo que celebraban. Ahora eran novios.
—Me gusta esto... —dijo Aarón con los ojos cerrados.
Ambos seguían estirados en la cama con solo ropa interior. Entre ambos formaban una "T" ya que Zach tenia apoyada su cabeza en el abdomen firme de Aarón.
—A mi igual. —respondió Zach, mientras sentía la brisa del medio día entrar por la ventana.
—No quiero que dure tan-
—No lo menciones. —interrumpió Zach, al ver que Aarón hablaría sobre su inminente separación. —Solo quiero quedarme acá sin pensar en nada, y mirar tus grietas...
—De ahí no las ves, menos la de mi pezón. —dijo Aarón riendo.
Entonces Aarón se movió para facilitarle las cosas a su novio y se sentó sobre su pelvis.
—La de tu rostro creo que quedara ahí. —dijo Zach mirando al chico sobre él, para posteriormente sentarse, quedando ambos con sus pechos unidos frente a frente.
El pelirrojo con sus brazos rodeó la cintura de Aarón mientras este último acomodaba sus piernas ya que no quería dañar a Zach con su tobillera.
—Cuando pequeño me daban un poco de vergüenza mis cicatrices. —dijo Aarón con sus brazos sobre los hombros de Zach, mirándolo fijamente. —No me gustaba que las vieran, me sentía algo idiota....
—¿Por qué? —preguntó Zach acariciando con sus dedos la espalda del chico de ojos verdes.
—No lo sé, creo que por lo mismo que dijiste la otra vez, sobre la coraza que tenemos.
—Entiendo... —respondió el pelirrojo. — A mí me encantan, son tus grietas, grietas en tu coraza.
—Siento que cada vez que tenemos sexo nos ponemos más y más cursis.
—¿Tu crees? —preguntó riéndose Zach y luego abrazando con fuerza a Aarón y acercándolo a él. —No me importa cuantas grietas tengas, ni si un muro nos separa o incluso el abecedario...
Zach lo besó, dándose cuenta, que por mas que quisiera evitarlo, el era el mas cursi de los dos.
—De la A a la Z leería tus grietas, Aarón Toledo... —dijo Zach besando a su chico.
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De la A a la Z leería tus grietas.
Teen Fiction「Terminada」 Dicen que las grietas del corazón son tan naturales como las del suelo árido. Pero eso no lo sabe Aarón; un chico problema y Zachary; otro chico problema. Dos vecinos jóvenes de veintidós años que jamás se han hablado y que se verán forz...