—¡Tengo casi setenta años! ¡Y tengo mas aguante que ustedes! ¡Maricas! —gritó Camila mientras vencía en la tercera ronda de quien tomaba un litro de cerveza mas rápido.
—Siento una atracción hacia ella...
Escuchó Zach decir a un chico cerca de él, refiriéndose a Camila, no supo si era por el alcohol, porque ya eran pasado las una de la mañana, o por ambas.
Sin embargo siguió moviéndose con dificultad hasta donde estaba Daniel conversando con un grupo de chicas que le pedían consejos sobre maquillaje y moda.
—¡Y este es mi mejor amigo! ¡Zachary! ¡Solo disponible en versión gay! —gritó Daniel algo ebrio abrazando a Zach, mientras las chicas reían.
—¡Creo que me voy a casa! —le gritó Zach en el oído ya que era la única forma de hablar gracias al alto volumen de la música.
—¡No! ¡Zachary aun no! —alegó Daniel.
—¡Mi pierna me duele demasiado, casi no puedo pisar!
Al decir eso, Daniel abrió los ojos de par en par y rápidamente dejó su trago de lado.
—¡Tu pierna es primero amigo! ¡Déjame ir por Camila!
Daniel tambaleándose se perdió entre las personas que ahora debían ser más de cien. Zach se sentó mientras buscaba con la mirada a Aarón para despedirse, pero no lo encontraba. Asi que subió al segundo piso donde había más gente bailando. Abrió una puerta para entrar al baño, pero vio a una chica durmiendo en la bañera, así que salió de ahí.
Al girarse, una chica sin querer le golpeó con su cartera a Zach en la pantorrilla, haciendo que este chillara y el dolor comenzara a hacerse latente. Zach se sujetó de la baranda y vio como un chico lo tomaba del hombro para preguntarle si estaba bien, pero el pelirrojo dijo que si, y trató de componerse y caminar, pero el dolor nuevamente se extendió por toda su pierna. Le sería imposible caminar.
Aarón, quien estaba saliendo del cuarto de sus padres, vio como Zach se movía con dificultad y se acercó a él.
—Parece que la pierna no estaba tan bien... —dijo rápidamente tomando de la cintura al pelirrojo y ayudándolo a desplazarse.
—¿Cuál es tu necesidad de aparecer a mi rescate?
—Es el destino. —respondió este sonriendo.
Aarón no había bebido demasiado, es mas, solo había bebido unos cuantos vasos de pisco, pues quería estar al pendiente en caso de que alguien hiciera algún destrozo, para así poder repararlo de inmediato. Zachary por otro lado, había bebido casi cinco vasos de vodka, y una cerveza, y estaba algo mareado.
—Ya me iba, el dolor de mi pierna me esta matando...
—Si crees que puedes bajar te acompaño a casa, pero no puedo cargarte, en parte porque también he bebido y en otra porque si nos caemos terminaras peor...
—Mierda.
—Ven, mejor estírate un momento.
Aarón ayudó a Zachary a moverse lentamente hacia el tercer piso, ya que eran menos escalones, y lo llevó a su cuarto. Abrió la puerta y encendió las luces. El cuarto de Aarón era de muros negros y grises, una cama grande con sabanas blancas, una gran pantalla de televisión en la pared y aquel telescopio en la ventana, cabía recalcar la gran cantidad de ropa esparcida por todo el suelo y los estantes llenos de libros.
Zach se sentó en la cama y Aarón le sacó la zapatilla y le subió el pantalón para ver que efectivamente la pantorrilla de Zach estaba hinchada.
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De la A a la Z leería tus grietas.
Teen Fiction「Terminada」 Dicen que las grietas del corazón son tan naturales como las del suelo árido. Pero eso no lo sabe Aarón; un chico problema y Zachary; otro chico problema. Dos vecinos jóvenes de veintidós años que jamás se han hablado y que se verán forz...