CONSERJE MELLARK -Terminado-

CAPITULO 5: NOCHE DE CHICAS

—Teresa ¿Puedo hablarte de algo personal?— busqué a mi jefa apenas llegué al trabajo al día siguiente. Habíamos congeniado bastante bien y le tenía confianza. No me conocía mucho y eso me animaba a abrirle mi corazón, no me sentía tan avergonzada con ella.

—Si claro ¿Te sucede algo?— me miró interesada. Mi aspecto debía ser horrible, hace tiempo no lloraba como anoche. Todavía siento los ojos hinchados.

—Tengo un problema— confesé.

— ¿Con tu esposo?— preguntó alarmada.

—No, Gale viajó, se quedó con su mamá. Anoche yo… fue sin pensar, no lo planeé…

— ¿Tuviste una aventura?— dijo sonriendo con complicidad.

— ¡No!— grité. –Bueno casi… pero terminamos mal— confesé.

— ¿Es sólo un pasatiempo o te estas enamorando?— preguntó.

—No lo sé— dije mientras me desplomaba en el sofá. Tenía la cabeza revuelta. Peeta me gustaba, muchísimo. Había fantaseado con él desde que lo conocí. Tal vez sí me estaba enamorando. O quizás solamente era una ilusión. Incluso podía ser mi represión sexual lo que me traía loca por él.

— ¿Quién es él? Sin nombres, sólo dime de dónde lo conoces. ¿Es amigo de tu esposo? ¿Tal vez un vecino?— Teresa sí que era una mujer discreta e intuitiva. Pero nunca imaginaría de quien se trataba.

—Es… el conserje del donde vivo edificio. Me gusta mucho— confesé antes de dejar que mis lágrimas estallaran.

— ¡Katniss! No puedes tener una aventura con un conserje— me dijo preocupada.

— ¿Por qué? No me interesa si no tiene dinero…— solté un sollozo.

—Te estás enamorando…— sonrió, la verdad no le veía la gracia. –No lo decía por el dinero pero no es bueno liarse con un empleado que tal vez tenga menos educación y principios. Podría chantajearte o causarte problemas en el futuro. Pero si estás enamorada… es otra cosa— dijo sin dejar de sonreír.

—Pero yo estoy casada. No debería ni siquiera mirar a otro hombre— le dije avergonzada.

—Tu matrimonio ni siquiera es válido… moralmente hablando— dijo. –Nunca lo consumaron podrías pedir la anulación, pero que ese trámite es engorroso. Te aconsejo que termines con tu marido, si te gusta otra persona no es justo para nadie que continúes casada— acarició mi cabeza.

— Siempre he querido a Gale… creí amarlo… ahora no lo sé. Me casé tan ilusionada. Tengo miedo volver a empezar…

—No debes tener miedo. Tienes trabajo, puedes conseguir otro lugar dónde vivir— en sus labios todo sonaba fácil. Lo difícil sería decírselo a Gale. No porque le tuviera miedo sino porque le rompería el corazón.

—Tal vez tengas razón—dije algo más calmada.

—Vamos, no dejes que tu conciencia te atormente. Tu matrimonio es una farsa Katniss, es hora de que vivas. A cualquier otra amiga le aconsejaría que luche por su matrimonio pero eres un caso especial. Dime ¿Qué tan serias son las intenciones de ese conserje?

—Pues no lo sé. Parece decente— contesté tratando de sonreír.

—Sólo te diré que tengas cuidado. Deposita tu cariño en alguien que lo merezca— me consoló.

—Anoche discutimos… él me besó y luego me rechazó— le conté lo que había sentido y cada cosa que sucedió, ella sólo oía y me consolaba. Me sentí muy tranquila hablando con mi jefa. Me daba calmaba los nervios.