Le llevó a Madge mas de dos horas arreglar mi cabello, yo quería un cepillado simple pero ella insistió en hacer ondas naturales. A las nueve en punto el timbre sonó. La cita de Madge, el tremendamente atractivo conserje que cada vez estaba más lejos de mí. Katniss, Katniss, no desees lo que no puedes tener.
—Te alcanzo en la disco a las diez— le dije calzándome los zapatos. ¿Para qué iba a salir a verlos irse de la manito?
—Nada de eso, si te dejo aquí eres capaz de arrepentirte. Te conozco Katniss Everdeen. Irás con nosotros te guste o no— dijo muy seria. Yo no quería eso, había pensado todo el tiempo en ir por mis propios medios. No iba a ser mal tercio.
— ¡No! Si quieres salgo antes que ustedes pero yo voy en mi auto… sola— le aclaré.
—Bueno, no te niego que quiero a ese bomboncito sólo para mí... Está bien pero tú sales primero, si no te veo al volante no creeré que estarás en la disco, puedes arrepentirte— me sonrió.
Corrió a abrir la puerta, mi estómago se contrajo. Ver a Peeta me causaba una sensación parecida a estar en una montaña rusa, bajando desde la pendiente más elevada.
— ¡Peeta, qué bien te ves! Pasa, voy por mi bolso. Ah… Katniss también irá a bailar, nos encontraremos en la disco, quedó con otra amiga— Madge corrió a su habitación radiante de alegría. Sentí la mirada de Peeta cuando dio unos pasos en la sala.
—Hola… te ves… grandiosa— dijo mirándome con insistencia.
—Gracias. No iré con ustedes, así que no molestaré— contesté sin mucho interés.
—No molestas, sólo… me perturbas— dijo nervioso. Lo miré extrañada. ¿A qué rayos se refería?
—Ya está, vamos— indicó Madge, tomando mi mano y tirando de mí hacia el ascensor.
Estaba incómoda, nosotros tres allí mentidos, traté de colocarme lo más lejos posible de él.
Llegamos al estacionamiento, busque mi auto, creo que fui descortés al no preguntarles en que viajarían, tal vez él no tenía auto, Madge estaba muy guapa para ir en un taxi.
—Madge, ¿Peeta tiene coche?— le susurré al oído.
—No sé. Pero no importa— me sonrió.
Subí a mi auto y me relajé, esta noche no iba a ser de las mejores. Ya me imaginaba, tener que observar a mi amiga conquistando al guapo dueño de mis fantasías nocturnas. Quien por cierto me había rechazado. No era precisamente la mejor forma de divertirse. Decidido, un par de horas en ese antro y regresaba a casa. ¿Para qué ser tan masoquista?
¡Maldición! El auto no encendía. Condenado vehículo viejo, toda la semana funcionó bien. Peeta se acercó a ver que me pasaba.
— ¿Tienes algún problema?— preguntó, ciertamente él era mi mayor problema pero no podía decirle eso.
—Esta cosa no arranca. No importa, váyanse ya, llamaré un taxi— dije ofendida.
—No. Es peligroso que vayas sola, te podemos llevar— ofreció.
— ¿En tu bicicleta? No cabríamos— soné sarcástica. Me daba rabia que mi autocontrol me fallara con él. Cada vez que se acercaba, mi tonto corazón latía más aprisa.
—No te quejaste cuando te llevé en ella— respondió molesto.
— ¿De qué hablan?— preguntó Madge acercándose a nosotros.
—El auto de Katniss no enciende— contestó él.
—Pedimos un taxi para tres, no hay problema— al parecer, esta noche, ni un meteorito cayendo en el estacionamiento le quitaría la sonrisa a mi amiga.
ESTÁS LEYENDO
CONSERJE MELLARK -Terminado-
Fiksi PenggemarMayores de 18 años Contenido sexual explícito Katniss es una señora frustrada sexualmente, casada con Gale Hawthorne, un hombre guapísimo pero impotente. ¿Qué pasará cuando se mude a un condominio y conozca al guapo conserje? Adaptación de mi fanfic...