CONSERJE MELLARK -Terminado-

CAPITULO 9: ¡QUÉ TAL BIENVENIDA!

Gale regresó a Atlanta a trabajar. Yo me quedé para arreglar documentos y a clasificar, junto a Pozi, de las cosas de aquella casa. Le hablé a Teresa para tomarme unos días libres.

Pero me tomó más tiempo del que pensaba ya que Hazelle era acumuladora. Entre la vajilla, la platería, los muebles y las colecciones particulares me tomó toda la semana poder evaluar lo que había. Gale y sus hermanos llegaron el fin de semana para la lectura del testamento. La casa tenía una hipoteca, así que su madre había sugerido que Pozi, la única que permanecía soltera, se quedara con ella, mientras pagaba la deuda. A cada hijo le dejó los objetos valiosos que coleccionaba. La platería fue para Rory, el mayor. Los cuadros y otros objetos valiosos quedaron para Vick. A Gale le dejó todas sus joyas. Pero eso no me agradó, porque muchas eran prendas hereditarias y yo no era la indicada para atesorarlas. No iba a ser la madre de la siguiente generación Howthorne.

—Katniss, tengo que contarte algo— dijo Gale apenas estuvimos solos. —He pedido vacaciones por un par de semanas. Vámonos de aquí, al lugar que tú quieras, como una segunda luna de miel— de su maletín sacó muchos folletos que mostraban lugares paradisiacos.

Si tan sólo hubiera hecho eso unos meses atrás. Tal vez nuestro matrimonio se hubiese salvado.

—Pero… Gale yo también trabajo y estoy haciendo una revista. Me disculpé por esta semana pero el aniversario de la tienda será pronto y necesito acabar con mis pendientes— intenté convencerlo.

—Fui a ver a tu jefa. Es una mujer muy agradable, ya sabía lo que había pasado, imagino que le avisaste. Le expliqué que necesitábamos unas vacaciones y está de acuerdo, me dijo que avanzará todo lo que pueda hasta que te reincorpores— me sonrió. ¿Había ido a ver a Teresa? Eso me enfadó un poco.

—Gale, no creo que ahora sea el momento— intenté persuadirlo.

—Ahora es el momento justo de pensar en nosotros— sonrió. —Por cierto ¿Sabes a quién encontré con tu jefa? Al conserje del edificio, ese chiquillo que arregla las cosas— me soltó de pronto. Casi me da un infarto. Gale había hablado con Teresa de nuestras vacaciones ¿Delante de Peeta? ¡Me quiero morir! Y yo no le había llamado aún.

—Gale, yo no quiero vacaciones— dije más firme.

—También fui al médico, me hice un chequeo general. Estoy en tratamiento y tengo esto— dijo mostrándome un frasco de pastillas que no me decía nada, tampoco le estaba prestando mucha atención que digamos, mi mente estaba centrada en Peeta.

— ¿Qué es eso?— pregunté más por compromiso que por interés.

—Es Cialis no hace daño al corazón… es como el viagra— dijo sonriendo.

—Lo siento. Ahora no puedo Gale, no… no quiero vacaciones…— dije casi a punto de llorar.

—Katniss, perdóname, sé que no tengo tacto. Todavía estás triste por la muerte de mamá y yo proponiéndote una segunda luna de miel. Es que le prometí a mi madre que viviría al máximo, que aprovecharía cada día de mi vida y te haría feliz. No hay problema, posponemos las vacaciones para uno de estos meses— me abrazó. Al menos creía que mi tristeza era por su madre.

Antes de acostarme decidí llamar a Peeta, lo extrañaba demasiado.

— ¿Katniss?— me contestó apenas timbré.

—Hola Peeta— saludé.

—Amor, no me llamaste, estaba muy preocupado… he estado a punto de ir para allá— dijo desesperado.

— ¡No!— grité. —Estoy bien, en verdad estoy bien— lo tranquilicé

— ¿Te irás con él?—preguntó. –¿De… vacaciones?