CAPÍTULO 25: ¿ES O NO UNA VILLANA?

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— ¡Oh Katniss!—apenas Peeta y yo entramos a su casa me envolvieron los brazos amorosos de Teresa. Me alegraba tanto su reacción, demostraba que me tenía afecto, sentía vergüenza todo lo que pasó. Pero ahora que los problemas estaban solucionados, yo divorciada y libre, había una nueva oportunidad de hacer las cosas bien y reiniciar mi relación con su hijo.

—Teresa— dije correspondiéndole el abrazo.

—También me gustaría un abrazo— bromeó su esposo llegando a nosotras. Era tierno como Peeta y con unos ojos azules intensos.

—¿Recuerdas a Katniss?— Teresa se hizo a un lado para dejar el camino libre a su esposo.

—Cómo olvidarla, siempre hablas de ella— sonrió el dándome un cálido abrazo. Teresa se ruborizó un poco. Peeta carraspeó.

—Gracias por invitarnos a desayunar— dijo formalmente mi ex conserje.

—Gracias a ustedes por enir tan pronto, ya me comí dos salchichas esperándolos— sonrió su padre. Era un tipo bastante agudo para bromear. –Ah, tenemos bastante visita, Bonnie y Twill llegaron de madrugada y tu adorable prima Delly trajo a un mecánico.

¿Un mecánico? ¿Será Finnick?

— ¡Por Dios!— dijo Peeta entre dientes. Me dejó con sus padres y caminó a grandes zancadas internándose en su casa.

—No quiero que pienses que soy creído Katniss— sonrió el señor Mellark. –Pero el muchacho ese, el mecánico, lleva puesta su ropa de trabajo. No me parece un atuendo apropiado para ir a desayunar a una casa de familia. Aunque a lo mejor los tiempos han cambiado ¿Seremos tan viejos Teresa?— le dirigió una tierna mirada a su esposa.

—Habla por ti mi cielo, yo me considero todavía una veinteañera— ella tomó mi mano y me llevó hacia el comedor. –Voy a presentarte a mis sobrinas, son unas señoritas encantadoras. Su madre, Alma, fue mi mejor amiga en la secundaria, allá en Nashville— Teresa hablaba no como una suegra o como mi ex jefa, sino como una amiga muy querida.

La seguí rumbo al comedor. Había dos jóvenes rubias ayudando a poner la mesa. Ambas muy hermosas pero con una expresión más amigable de lo que jamás mostró Delly.

—Niñas, les presento a Katniss, la novia de Peeta— me emocionó que Teresa me presentara de esa forma. –Katniss, ellas son Bonnie y Twill— ambas se acercaron a nosotras.

—Mucho gusto Katniss, tía Teresa nos ha hablado de ti— la más alta y joven, Bonnie, me dio un abrazo. Su hermana hizo lo mismo pero sin decir nada. Ambas era obviamente menores que Delly.

No les presté mucha atención ya que a través de la gran ventana que daba al jardín pude ver a Delly y a Peeta discutiendo. Finnick también estaba allí con cara de aburrimiento.

El timbre sonó y aproveché que Teresa salió a abrir para ir al jardín. Bonnie y Twill regresaron a su labor. No eran muy comunicativas, parecían tímidas.

Apenas puse un pie fuera de la casa escuché los gritos. Esta vez Peeta no parecía tan blando con su prima.

—¡Es mi vida, no te metas! Al menos Finnick no es casado, no he destruido ningún hogar— Delly me miró de reojo pero no le importó continuar la pelea.

—Katniss está divorciada y ella aquí no es el problema— Peeta no había advertido mi presencia.

— ¿No? ¿Cuál es el problema entonces? Tu traes a alguien a desayunar y yo también. ¿O no quieres a Finnick cerca de tu amada Katniss?— le contestó la rubia.

—No me colmes Delly. He guardado tu secreto por años, para que la familia no se preocupe pero tú continúas con este tipo— ambos miraron a Finnick.

CONSERJE MELLARK -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora